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miércoles, 26 de diciembre de 2018

Reflexión acerca de la superación de la dualidad alma-cuerpo

Reflexión acerca de la superación de la dualidad alma-cuerpo
Teniendo en cuenta teorias psicológicas, la hipnosis regresiva y la psicología transpersonal.

Res Cógitans y res extensa según Descartes. Alma y Cuerpo de acuerdo a la tradición judeo cristiana. Mente y Cuerpo en la interpretación usual de nuestra cultura. Esto es dualismo.
El bioligicismo hace surgir la consciencia y mente de un conjunto de complejas funciones del organismo a través de un largo proceso evolutivo filogenético. La complejidad del sistema nervioso en sus circuitos y redes neuronales lo hacen posible, pero actualmente aparecen desafíos que debe contestar mediante ingeniosas hipótesis y teorías.


Wilhelm Reich, distanciándose del psicoanálisis en su etapa de orgonomía llega a la conclusión de que la existencia de la energía orgónica como constituyente del “Éter” es aquello que no sólo da lugar a la vida y su función de responder a las circunstancias y ambientes del mundo físico, sino que crea los recursos celulares para almacenar como memoria las adaptaciones eficientes en la supervivencia; y hace que esa información sea transmitida a sus descendientes (memoria genética). El Orgón es pre-materia, da la dimensión orgánica (desde la pre etapa de biones) y ofrece la función de respuesta a estímulos primeramente como programa biológico instintivo y más adelante, en organismo más complejos, el aprendizaje y capacidad de pensamiento entre otros. En este sentido, el dualismo no se da pues tanto el substrato material como el de vida y consciencia procede del mismo origen cósmico (orgón).

La Psicoterapia Bioenergética presentada por Alexander Lowen, ya dentro de la psicología humanista, siguiendo en gran parte las premisas de W. Reich en cuanto al estudio de la personalidad y carácter no se plantea el presupuesto reichiana de la génesis a partir del orgón; y sí plantea que los procesos energéticos de vida y consciencia son producto de procesos energéticos metabólicos y de su interacción con el mundo físico y orgánico en el que vive.  El énfasis está en el ámbito de los procesos energéticos en la persona y su eficiente manejo. Una máxima de la bioenergética es:  ”No tenemos un cuerpo, somos un cuerpo”.

"La teoría Sintérgica de Jacobo Grinberg". J. Grinberg se planteó cómo eso que llamamos realidad se convierte en experiencia consciente. Tal investigación le llevó a una concepción de tipo cuántico en el que afirma que el organismo humano es una distorsión de la Lattice (La red estructural del espacio). De la Lattice surgen distorsiones desde micro distorsiones (partículas subatómicas, por ejemplo) a macro distorsiones (un sistema estelar o una galaxia, por ejemplo). La Lattice es un gran superconductor de máxima integridad y coherencia informacional, sin gravedad y necesariamente multidimensional. En la Lattice se producen distorsiones que dan lugar a las diversas dimensiones, a los diversos cuerpos energéticos, físicos, orgánicos y a la consciencia que en ellos se manifiesta y en los grados diversos que aparecen en ellos. En la Lattice se da una unidad constituida por su propia estructura y función en un todo inseparable. En este sentido es algo análogo a la concepción filosófica taoísta. El Ser humano, como distorsión de la Lattice, es una creación multidimensional que penetra desde su fuente (Lattice) multidimensional hasta el punto sintérgico propio del mundo tridimensional con su adecuación temporal. La gran aportación de la teoría sintérgica es el énfasis en la concepción de “Campo energético”. En el ser humano, asociado a la función de consciencia, se habla de “campo neuronal” y no meramente de circuitos y redes neuronales. La energía de un campo neuronal es el derivado de la neuroalgoritmización de la información que, a su vez, es una interpretación del inmenso campo energético multidimensional que nos envuelve y del que formamos parte, como lo es el agua del océano respecto a en pez que en él vive.
Nótese la coincidencia en algunos puntos con la orgonomía de W. Reich.

Michael Newton
Por otro lado, otra disciplina íntimamente ligada a procesos mentales y de consciencia es la hipnosis y su aplicación psicoterapéutica. Tuvo influencia en la creación de la concepción de inconsciente y la aparición del Psicoanálisis con Sigmund Freud y sus continuadores. Pero la hipnosis, en su interés de dar con el origen de las situaciones traumáticas y conflictivas de los bloqueos y problemáticas de las personas, se fue especializando en las regresiones de los pacientes y apareció que estas regresiones no sólo se daban a edades muy tempranas de la infancia e incluso de la etapa fetal, sino que en ellas aparecían regresiones a otras existencias en las que el paciente era otro individuo con una personalidad diferente en un tiempo anterior, frecuentemente muy anterior en siglos a la vida presente. Con ello se establece un paralelismo con algunas concepciones religioso-espirituales de origen oriental y de otras tradiciones actuales y antiguas en el mundo. El cuerpo va cambiando y la esencia que lo anima (alma) habita en un mundo multidimensional encarnándose una y otra vez mientras evoluciona éticamente hasta hacer innecesaria la necesidad de reencarnarse. Brian Weis en sus conocidos libros es un representante actual muy conocido de esto, y también lo es, abordando una muy mayor profundidad; Michael Newton que da con el medio técnico de ahondar más allá del inconsciente hacia la “superconsciencia” en la cual, sus pacientes, le proporcionan una descripción rigurosa de la existencia multidimensional en el llamado mundo espiritual, en el que el alma reside, interactúa y aprende entre encarnación y encarnación. De este modo se plantea otra vez un dualismo consistente en un alma imperecedera y evolucionante y un cuerpo orgánico que precisa un alma para obtener un proceso de aprendizaje y evolución en el mundo tridimensional. La temática karmica se introduce así en la indagación clínica. Tanto el Dr. Weis como el Dr. Newton son médicos psiquiatras, previamente escépticos a todo contenido metafísico; pero incapaces de ignorar los fenómenos de los cuales objetivamente son testigos. Lo que ha sido patrimonio de ciertas religiones y tradiciones espirituales, ahora pasa a formar parte de la práctica clínica de curación de problemas psico-afectivos y relacionales.

Tenemos, además, las aportaciones de Pierre Teilhard de Chardin respecto a la existencia de la noosfera; a Carl G. Jung y su “inconsciente colectivo” y  la teoría de los “Campos mórficos” de Rupert Sheldrake. Todos ellos plantean la existencia en un “nivel” de consciencia planetaria que engloba a todos los seres humanos como mínimo y que es accesible en un estado de consciencia específica, Disponemos, también, la presencia de la psicología humanista y, desde ella, hacia la psicología transpersonal que incide específicamente en la consciencia y sus modalidades, con sus implicaciones de estados y contenidos de la misma, dentro de los cuales, el estado hipnótico es uno de ellos.  Carl Rogers y especialmente Abraham Maslow lo plantean y Ken Wilber, Stanislav Grof y Roberto Assagioli, entre otros, profundizan en ello. Todos ellos bastante conocidos por la mayoría de los estudiosos de la consciencia.

Desde el punto de vista de M. Newton, el cuerpo tiene su temperamento y la herencia biológica, pero es algo aparte del alma, como lo es su existencia y evolución multidimensional; con lo cual se da un tipo de simbiosis con el fin de ofrecer al alma su medio para el aprendizaje experiencial. Desde este punto de vista, el cuerpo no se concibe como un adversario o incordio para el fin del alma, pero sí facilita el surgimiento de problemáticas de mutua adaptación que pueden plantear ciertas dificultades, de leves a severas. El alma entra en el cuerpo durante el embarazo a partir del cuarto mes por lo general, algunas veces acontece en el alumbramiento.
Un gran misterio en nuestras vidas humanas es el asunto de la “sincronicidad”. El cuerpo, el organismo, es una creación biológica plenamente evolucionada y apta para desarrollar consciencia y ésta está íntimamente ligada a lo más profundo de nuestro ser; al alma si así se le quiere llamar.
El alma o “Todo aquello que Soy” es un ente multidimensional en proceso evolutivo. Su evolución consiste en la consecución de “madurez”, de consciencia de sí misma y de la unidad con el “Todo” (=Lattice).
El cuerpo es de naturaleza tridimensional, lo que aporta la limitación temporal de tipo lineal (pasado-presente-futuro). Estas poderosas limitaciones aíslan y limitan la plena conexión entre una realidad multidimensional a una tridimensional. De todas formas el diseño del organismo humano sano está creado y ajustado para que pueda unirse a su parte multidimensional que lo trasciende.
El alma debe mudarlo en el tiempo, lo que le obliga a animar numerosas sucesiones del mismo con distintas características morfológicas.
Cuando el alma se encarna ya en la gestación, empieza a adecuar a este cuerpo fetal a sus requerimientos, pero se encuentra con el programa genético corporal que es un condicionamiento. El programa genético es fruto de la evolución de numerosas generaciones de personas con sus memorias genéticas y epigenéticas.
Las aportaciones de los organismos progenitores han desarrollado unas estrategias propias adaptativas al entorno que les ha tocado vivir en conformidad con sus vivencias y, obviamente,  con las interpretaciones de vida que les son propias. Y esto se va añadiendo generación tras generación. El alma que ahora anima y contribuye a crear un nuevo organismo humano no parte de una tabla rasa; ya dispone de todo un conjunto de condicionantes por herencia biológica que acepta y que empaña o mediatiza el vínculo de conexión multidimensional. El otro condicionamiento es el ambiente social y cultural en el que se encarna (el Tonal del tiempo, según Carlos Castaneda); y éste se va haciendo presente lentamente a medida que se produce el proceso socializador.

La interacción de estos condicionamientos derivados de la condición tridimensional con la consciencia multidimensional puede ser muy difícil de ajustar. Para ello se crean diversos filtros o capas energéticas de gradación de densidad energética desde la máxima sutilidad y fluidez de la ”Fuente multidimensional”, a la gran densidad de un organismo corporal. Cada filtro o capa energética permite conexión, pero también limitación (es decir amnesia).  Es necesario un afinamiento para que la conducción de la información bidireccional sea eficientemente ajustada. Aquí es donde influye lo que se denomina la “fase evolutiva del alma”, que puede ser joven, madura o anciana. La finalidad de la fusión del alma y cuerpo como individuo humano es hacerse autoconsciente y afinar la experiencia de la individualidad (personalidad única) con la pertenencia y cualidad trascendente multidimensional y atemporal.


La destreza de hacerse autoconsciente a través de la personalidad, de descubrirse a través de ella, interactuando con otros y configurando la propia realidad en conjunción con la de la inmensidad de otros seres humanos que han creado, entre todos, unas condiciones formales propias (comunidades con sus leyes, costumbres, creencias, poblados o ciudades con sus estructuras; organizaciones de reparto de poder mediante lo política, etc.) es el “gran desafío”. La destreza de la joven alma recién encarnada descubriendo el existir es algo muy cautivador conducente a que se identifique y se deslumbre con su poder de seducción y apego. Las almas maduras ya se han dado cuenta o se están dando cuenta que esas incontables primeras aventuras y sus consecuencias han ocasionado conflictos o temáticas (Karma) en las que se bloquea o apega y que, a lo largo de otras muchas reencarnaciones, se intenta resolver y superar. Las almas se adiestran en la creatividad, su destino es aplicar el poder creador deviniendo en divinidad. Las almas ancianas, concluyendo el ciclo de aprendizaje en el mundo tridimensional, ya han resuelto creativamente sus obsesiones o bloqueos y demás conflictos y, conociendo ampliamente su potencial, están preparadas para aplicarlo en el universo no tridimensional, pudiendo reencarnarse nuevamente, si así lo estiman, con un cometido muy específico.
El alma, cualquiera que sea su edad, siendo energía consciente, no tiene un final; del mismo modo que la energía no puede destruirse, pero sí transformarse; y, siendo consciencia, se autotransforma evolucionando hacia un mayor poder de ser. Para experimentar la primera fase evolutiva precisa sumergirse en un marco hiperdenso tridimensional y, así es como puede crear directamente cuerpos energéticos en diversos estratos dimensionales no tridimensionales, en la dimensión en la que el tiempo es lineal  no puede crearlo directamente; tan sólo puede disponer de un organismo biológico en periodo de gestación al que animar con su potencial de autoconsciencia. El organismo que está en gestación (embrión-feto), como dije antes, ya presenta un programa heredado que está desplegándose inicialmente dentro del discurrir del tiempo vital lineal. Debe asumir como propio ese programa biológico y, a partir de esa fusión, crear la personalidad y persona que va a devenir como sujeto de experiencia y aprendiz de creador.

El concepto clave es “Sincronía”. La creación del cuerpo orgánico requiere de tiempo lineal y evolución biológica; el alma, multidimensional y atemporal, así lo crea y, cuando, lo requiere ya lo tiene a su disposición. Sincronía significa la creación de una única realidad de consciencia en dos estratos de sintérgia contrapuestos, uno tremendamente sutil multidimensional y el otro de máxima densidad tridimensional. Es el modo como se resuelve este aparente dualismo.
¿Cómo se establece el enlace entre los niveles dimensionales asociados a la humanidad? El ser humano es una distorsión de la Lattice, la estructura del espacio, la Fuente de máxima sintergia, en una manifestación que alcanza el ámbito tridimensional de poca sintergia. Entre este estrato y el original hay un universo interpuesto de diversos grados de sintergia, cada uno precisa de un umbral energético para poder accederlo y activarlo en consciencia. El órgano que posibilita el paso es el sistema nervioso con su capacidad de neuroalgoritmización correspondiéndose a un estado de consciencia profundo, y la hipnosis justamente puede sintonizarse con él mientras se dé. Lograr el suficiente nivel de neuroalgoritmización es una ardua labor que se obtiene a través de la práctica regular y sistemática de la meditación en sus muy diversas formas.
Así, resumiendo y concluyendo, el nivel corporal físico viene dado de forma sincrónica y se anima a lo largo del periodo de gestación, cuando el componente multidimensional se funde con él posibilitando el esbozo de consciencia que irá manifestándose en la medida que el programa genético permita la creación de los circuitos y campos neuronales que lo hagan posible. Las frecuencias de ondas cerebrales ajustan los estados de consciencia creando campos neuronales desde el Beta de la conciencia ordinaria, al Alfa, Theta y Delta que permiten estados cada vez más profundos de consciencia y la consecuente posibilidad de conexión con campos neuronales de mayor sintergia y, por ello, más próximos a la Lattice. Así, dentro de la tridimensionalidad, se puede acceder al dominio multidimensional con sus aportes experienciales.


Ernesto Cabeza Salamó 26-12-2018.







martes, 5 de junio de 2018

Visión Extra sensorial (V.E.S.) Método Jacobo Grinberg Zylberbaum


Visión Extra sensorial (V.E.S.)
Método Jacobo Grinberg Zylberbaum




                                   ERNESTO CABEZA SALAMÓ
Psicólogo nº. 1856.
Psicoterapeuta Bioenergético.
Miembro de la S.E.T.B. Sociedad Española de Terapia Bioenergética.
Acreditado en F.E.A.P. Federación Española de Asociaciones de Psicoterapeutas.
Cofundador del Equipo de  Activación VES (Visión extra sensorial)
Plaça Montserrat Roig, 5. Baixos 1ª.
Telf.  93 386 31 12 E-mail: ernestcabeza@yahoo.es
08921 Santa Coloma de Gramenet.
celebrandoruedadegaia.blogspot.com   Cepsiblog.blogspot.com
También en Factbook.com/gaia.ruedadevida


Visión Extra sensorial (V.E.S.)
Método Jacobo Grinberg Zylberbaum

“El despertar de la conciencia es el mejor regalo que puedes ofrecer a tu hijo después del amor.”

         Se puede percibir visualmente sin necesidad de utilizar los ojos y los receptores retinianos.
 La finura de VES no sólo es igual a la de la ocular, sino que aporta ventajas al no estar sujeta a las dificultades de la visión ocular (aspectos oftalmológicos).

       Se realiza en el transcurso de un módulo de 15 sesiones en el que también se trabaja con los padres brindándoles orientación y asesoramiento ante las circunstancias que aporta el manejo de VES en sus hijos.

       VES aparece de una forma súbita desde una inicial incapacidad de detección a la casi perfecta capacidad de decodificación en la infancia. La aparición de esta destreza es muy rápida, generalmente son suficientes tres sesiones para que puedan ver extra sensorialmente, luego se afina y generaliza para su pleno dominio y desempeño.

La edad óptima de activación de VES es entre los 6 y 12 años.

Favorece un contacto más directo con el Ser.

Actúa en cinco direcciones:

        1ª Fortalece la personalidad sana y facilita la superación de conflictos propios.
        2ª Incrementa el desempeño mental (cognición).
        3ª Expande la conciencia.
        4ª Aporta integración y coherencia intra e interhemisféfica cerebral.
        5ª Produce un más eficiente manejo de la inteligencia.

Nos comprometemos a hacerlo asequible a todas las economías familiares.



miércoles, 9 de mayo de 2018

Hipótesis de las repercusiones de VES en las nuevas generaciones.


Hipótesis de las repercusiones de VES en las nuevas generaciones.

Se puede hipotetizar y teorizar acerca de las repercusiones que se pueden dar a partir de los niños que actualmente incorporan en su vida VES.


No es suficiente el activarla durante unos meses como tratándose de una actividad curiosa extraescolar, ni cumplir con el ilusorio sueño de adquirir un super-poder, como algunos niños lo interpretan auspiciados por sus familiares en las expectativas, también ilusorias, de obtención de importancia personal. Todo ello a pesar de que se presenta como un gran logro de la consciencia con su práctica.

Ofrecer la VES como una expresión de expectativas de facultades especiales que crea niños especiales altamente dotados es un grave error favorecedor de actitudes neuróticas tanto en padres como educadores como en los propios niños; entre otras cosas porque se producirá desencanto y frustración. El niño sabe que es algo enteramente natural de efectuar y que no implica nada extraordinario. Son los adultos que rodean al niño quienes, con sus expectativas idealizadas, lo oprimen.

Se trata de una habilidad neurológica que se manifiesta con una específica práctica en el manejo de la consciencia. Es una habilidad que todos los niños poseen y que, por no considerarla posible, no se ha advertido hasta las últimas décadas. Se considera pues como un aspecto cognitivo más en la mente infantil susceptible de contactar, habilitar y potenciar con sus repercusiones a corto, medio y largo plazo.

Tan sólo con el hecho, independientemente de la motivación de su activación, de haberlo experimentado un niño, aunque sea por unos meses, sabe que es posible con el manejo de la intención y la atención el obtener experiencias especiales, no ordinarias, que le han puesto en contacto con posibilidades de captar la realidad por otro medio además de los sentidos ordinarios. Es muy posible que esta habilidad, después de haberla activado en la infancia entre los 6 y 12 años, con la pubertad y la adolescencia se vaya desvaneciendo por causas culturales y de falta de práctica de la misma, pero quedará como un recuerdo significativo de algo que durante unos meses o años ha sido real y de lo cual, seguramente, quedaron pruebas objetivas.


Si se ha dado una práctica suficiente en la infancia, aunque con el reloj biológico pineal, se dé la orden de inhibirla, el cerebro se ha habituado a funcionar y producir campos neuronales de alta coherencia e integridad y esto va a quedar como habilidad practica funcional que se puede aplicar a diversos aspectos de la vida, de la espiritualidad y la consciencia. La mente ya permanece más abierta y, por tanto, más crítica hacia las tendencias y presiones que tratan de limitarla y estancarla en un funcionar rutinario restringido. Si se sabe que los horizontes son amplios, es muy difícil aceptar su reducción y encorsetamiento y esto, ya de por sí, es un gran logro.

Quienes , tras activarla, practicarla e incorporarla a su hacer vital cotidiano, con la llegada de la adolescencia y juventud logren mantenerla (lo que significa que el reloj interior la ‘glándula pineal’ en conjunción con la hipófisis y el hipotálamo) la incorporaron en su naturaleza propia, cuentan con, no sólo un canal de información extra, sino de todo un sistema funcional de diversos canales interconectados (las bandas sintérgicas asociadas a un Orbital de conciencia no ordinaria) operativa junto al conjunto de las otras bandas sintérgicas ligadas al Orbital de conciencia ordinaria (los sentidos comunes objetivos). El manejo, ya sea en conjunción, ya sea en conexión alterna, de estas dos modalidades de bandas sintérgicas modifica todo el sistema cognitivo del individuo comparado con el de alguien que no las maneje con soltura. Implica el manejo simultáneo o alterno de dos canales de información con criterios objetivos; uno de ellos más habitual (ordinario) ligado a una complejidad de mecanismos sensoriales (ojos y nervio óptico con todas sus limitaciones funcionales implicadas) con un campo neuronal de una neurosintergia mínima, y otro, de mayor neurosintergia independiente del mecanismo sensorial ocular. Tengamos en cuenta, en caso de mantenerse, que la práctica modifica el órgano y su funcionalidad a pesar del programa evolutivo. Esta es la aplicación de la epigenética eusintérgica.

La mayor parte de la actividad consciente seguirá siendo procesada por las bandas del Orbital de conciencia ordinario, pero estará cotejada con las Bandas del Orbital de conciencia no ordinario (VES) a voluntad, con todo el ámbito informacional que pueda añadir. El análisis de la realidad y su experiencia será más intensa y eficiente y su capacidad de interacción en diversos ámbitos cognitivos permitirá una expansión y unificación de aspectos que con su funcionamiento ordinario limitado se pueden mantener o considerar inconexos. Es indudable que esta aplicación en los ámbitos científicos, filosóficos y artísticos podría ser revolucionario y propulsar la cultura a unos avances hoy apenas sospechados. La inteligencia integrada como emocional será optimizada, desde el punto de vista vigente ahora centrada únicamente en la Bandas del Orbital sintérgico ordinario.

En el ámbito personal esta asociación de los dos Orbitales con sus respectivas bandas sintergicas en la vida de un individuo ya adulto tendría repercusión en todo el espectro de la personalidad. Se haría muy dificultosa la cerrazón caracterial, por el simple hecho de coexistir dos dimensiones de percepción y asimilación de la realidad que se cotejan. El ilusionismo ligado al manejo de la realidad ordinaria tan restringida estaría cuestionado con la información extrasensorial igualmente objetiva que hace muy difícil las maniobras estratégicas de predistigitación pseudocultural y pseudosocial. Alcanzar la confianza de obtener información proveniente de más allá de las apariencias, leer ágilmente “entre líneas”, alcanzar intuitivamente y empáticamente las motivaciones de los interlocutores, dificultan hasta prácticamente hacer imposible la práctica de la manipulación interesada. Sin duda el ámbito de las creencias será un factor de gran importancia, pero éstas también podrán ser más fácilmente consideradas en su validez y conflictividad y procederán más propiamente de las convicciones personales (debidas a vivencias) que a influencias o presión externa sea o no promovidas por identificación e intereses mediáticos.

Si el impulso vital en su devenir hacia la consciencia, ya a nivel subconsciente tiene procesamiento de ambos Orbitales y sus bandas, cuando alcance la pantalla de la conciencia se manifestará con mayor riqueza y poder. Tanto el afecto, como la acción y el conocimiento aportarán aspectos más íntegros y coherentes. Podemos preguntarnos en tales circunstancias ¿Cómo será la experiencia afectiva y amorosa si la conciencia está expandida y hay información extrasensorial operante? ¿Cuántas falacias e interpretaciones equívocas podrán ser evitadas? ¿Cómo las acciones vitales, sean en forma laboral o no, se dirigirán más directamente a la transformación del entorno para facilitar el bien propio en armonía con el común? Y ¿Cómo se enriquece la motivación al conocimiento y saber cuándo se dispone de recursos más amplios de acceder al mismo de forma autónoma y confiable, sin depender tanto de lo mediático e interesado estratégicamente por tendencias y estados de opinión? Y todo ello así considerado ¿Cómo influirá en la concepción de la política de la salud? ¿Y en el valor de la educación desde la infancia hasta la universidad? ¿Qué asentará como nueva cultura? ¿Podrá mantenerse la economía dineraria o se centrará en la economía de los recursos? Dejémonos fluir en la personal especulación y sorprendámonos de lo que nos descubra.





Ernesto Cabeza Salamó


domingo, 29 de abril de 2018

Visión Extra Sensorial, Educación y Prevención de la Salud



Visión Extra Sensorial, Educación y Prevención de la Salud


La aplicación de V.E.S., con todas sus características en el mundo de la infancia, es una valiosa aportación en el campo educativo, constituyendo un valioso instrumento al servicio del desarrollo del niño en sus diversas facetas incluyendo la Salud Psicosomática.

En un artículo que publiqué recientemente, muestro el lugar que ocupa la VES en el ámbito moderno de la psicología y psicoterapia. A partir de la Teoría Sintérgica de Jacobo Grinberg, explicando su funcionamiento, queda claro, asimismo, su prioridad que es el desarrollo del potencial humano; estando consecuentemente englobada tanto dentro de la psicología científica como de la humanista y transpersonal. La educación, desde el punto de vista del humanismo, tiene como objetivo principal facilitar al niño, con sus recursos humanos, metodológicos y técnicos, el que contacte y desarrolle con su potencial humano y no tanto la mera adquisición de habilidades y acumulación de datos.


La escuela, en EGB, es un enorme recurso de humanización. A parte de los programas y objetivos pedagógicos que le son propios, constituye o debería constituir, asimismo, una importante oportunidad para potenciar la salud Psico-afectiva y el crecimiento personal, con lo cual se presenta como un valioso recurso de prevención de la salud psico-física. Desde este punto de vista es mucho más eficientemente económico invertir en actuaciones preventivas que el afrontar el sufrimiento o dolor psico-afectivo en la etapa adulta. Remito al lector a los anteriores posts referidos a la aportación de la activación y práctica de la VES.

Aprender es descubrir. Se aprende del experienciar. La práctica de VES es situarse justamente y conscientemente en la experiencia vital. Cuando el Procesador Central integra e interpreta el patrón de interferencia que se está produciendo estamos viviendo una experiencia en un lapsus temporal que va desde los 50 milisegundos a quizás los 200 milisegundos si esta experiencia es rica en densidad informacional. Esto es la duración de un “instante presente”, la mínima fracción de tiempo experiencial. Sucesivos “instantes de presente experiencial” dan lugar al fenómeno de una experiencia vital. Sabemos que lo que se aprende de la experiencia es asimilación, comprensión y saber; y no mero archivo de datos.

En las áreas metropolitanas, se irá proponiendo el acceso a VES a partir de diversos centros privados que la practiquen, pero en los pequeños municipios rurales, gran parte de la población tiene a la escuela como la casi única posibilidad a este tipo de experiencia tan claramente favorecedora de desarrollo y salud. VES aporta en sí el conocerse mejor, adquirir integración neurológica, mejorar las capacidades cognoscitivas, asentar la confianza en el sí mismo y, como resultado, mejorar el estado de salud al incidir en vivencia afectiva, creativa, etc.

Experienciar, descubrir y saber es aprender, con VES esto se potencia y conduce al placer de descubrir que lo que aparentemente imposible es ciertamente, no sólo posible, sino un acto experiencial. Es un descubrimiento de sí mismo, un mayor contacto con la Naturaleza y una expansión de la consciencia en lo propio y en el camino de la evolución humana.

Aún hoy en día, en la enseñanza de tipo tradicional, se considera al alumno como alguien inmóvil y silencioso, pasivo. Actuando como un recipiente vacío en el que se depositan datos, conceptos e informaciones consideradas verdaderas aun cuando puedan ser contradictorias y presentar incoherencias; y en este contexto, el alumno, es valorado desde lo insuficiente hasta lo excelente. Se cree que la información aportada por los maestros es la verdad y el alumno debe mantenerse sumiso a sus expectativas: En la práctica esta actitud es conflictiva y al tratar de adaptar al alumno favorece, por un lado, gentes sumisas y temerosas y, por el otro, rebeldía.

Este trabajo de imponer un “aprendizaje” se convierte en forzoso, antinatural. Exige bloquear la espontaneidad, la creatividad y los vínculos afectivos colaborativos. Con ello se imponen unos valores de tipo patriarcal patológicos, contribuyendo a fomentar el conflicto, la falta de autoconfianza, valores enfrentados y el desarreglo psicosomático.

Los niños, desde que activan la VES y seguidamente la practican con naturalidad, acceden a una mayor conexión intuitiva y empática. Las impresiones, ideas, representaciones y contenidos de la Psicosfera o “Campos mórficos” de R. Sheldrake son fácilmente accedidos y les plantean un sin número de preguntas que, saludablemente, plantearán a sus padres y educadores. Especialmente los educadores deberán escucharlos, entenderlos y brindarles explicaciones y conocimientos. Los niños, tal como indica Jacobo Grinberg en su obra “Fluir en El Sin Yo (Capitulo 1: Educación para la nueva era), si se les respeta, con la VES y su habilidad de establecer campos neuronales de alta sintérgia, acceden a la información del Hipercampo más próximo y precisan que el educador les ayude a entender y procesar, conforme al propio nivel de comprensión infantil. Así el maestro no cumple con la función de depositar unos conocimientos fijados en el programa educativo, sino aprovechar el propio auto aprendizaje de sus estudiantes y conectarlo con los contenidos del programa.

En el ambiente pedagógico, con la VES, se hace imperativo el planteamiento de nuevos proyectos de trabajo; precisa cambios en la institución, etc. Se favorece el contacto comunicativo y experiencial en el claustro de profesores y una visión nueva de la realidad envolvente.

Al igual que los niños con la VES activada transforman a sus padres, del mismo modo transforman las dinámicas personales y relacionales de sus educadores. Con la VES, los educadores ya no son depositarios de la única verdad. Los alumnos indagan, contactan y saben de fenómenos y hechos que los actuales educadores no cuentan como experiencia y saber. Cuando estos niños, ya adultos, ejerzan de maestros, las circunstancias serán diferentes.

El modo de estar con los alumnos cambia y exige una franca comunicación, verbal y no verbal. Con niños intuitivos, empáticos, conectados con el Hipercampo ¿qué sentido tiene la práctica del ocultamiento y la disimulación? Evidentemente exige de sus educadores y referentes apertura, libertad, espontaneidad e integridad. De no aplicarse así, los niños les cuestionarán sus actitudes, sus acciones, sus pensamientos y motivaciones, así como sus rasgos de carácter.

Con la VES y sus aportaciones se rompe la tendencia de la competencia y rivalidad en los propios educadores entre sí y respecto a los alumnos.

Los niños perciben y les muestran las inconsistencias y contradicciones personales, así como, también, las experiencias positivas y facilitadoras y, con ello, se acrecienta un sentido de humanidad real, sin disimulación ni ocultación. 


Es enteramente verdad que la mayoría de los conflictos de los niños se originan a partir de dolorosas experiencias con los adultos. Es igualmente cierto que el modo de evitar la aparición de patologías psicosomáticas es ayudar a que los maestros y padres tomen contacto con sus problemas y conflictos y los resuelvan. De este modo ya no proyectarán sistemáticamente en la infancia.

Todos los adultos y, especialmente los padres y educadores, deben darse cuenta de que los niños con la VES activada son poseedores de un conocimiento propio del que brotan preguntas; y todas estas preguntas deben ser contestadas y pasar a formar parte de los Centros de interés pedagógicos. Ello obliga a una más estrecha colaboración entre padres y educadores.

Dentro de la comunidad educativa, especialmente en los claustros, se logra una mayor comunicación entre los docentes y consecuentemente con los alumnos permitiendo que éstos hagan propuestas y estableciéndose trabajos conjuntos como actos, excursiones, fiestas, etc.). 


Ernesto Cabeza Salamó         29/04-2018


Equipo de investigación y desarrollo de V.E.S. (Visión Extra Sensorial)
Eloisa Civit Guerrero ,Ernesto Cabeza Salamó, Antonio Zahino Maya
655210020, 93 3863112, 677446195.
Plaça Montserrat Roig 5. Baixos 1ª  08921 Sta. Coloma de Gramenet

Casa “Jardín de la Alegría” C/ Palaudàries, 46. (Urbanización Can Valls) 08184 Caldes de Montbui.








miércoles, 25 de abril de 2018

La Visión Extra Sensorial y Psicología


La Visión Extra Sensorial y Psicología




Con la aparición de VES (Visión Extra Sensorial) se abre toda una nueva dimensión de la psicología, en principio, aplicada al mundo infantil; y si con la pubertad se logra mantener, también en la adultez.

Desde la década de los 80 la empezó a investigar y fomentar Jacobo Grinberg, creando un abordaje científico de lo que es la consciencia y la experiencia. Los niños que la han experimentado, aunque después hayan perdido su funcionabilidad, tienen la certeza de la experiencia extra sensorial vivida de un modo innegable y transformador.


Me ciño a Jacobo Grinberg porque es el único que, desinteresadamente, ha dado a conocer sin ocultación alguna y sin pretensiones de monopolizar su aplicación. Mente abierta, humanista, científica y alentadora en sugerir a futuros investigadores con su labor.

Pero antes de proseguir quiero hacer una revisión panorámica de la situación de la psicología durante la segunda mitad del siglo XX y principios del XXI.

Desde la primera mitad del siglo XX se daba una pugna radical entre dos escuelas de psicología: el Conductismo (Pavlov, Watson, Skinner, entre otros) y el Psicoanálisis fundado por Freud y sus discípulos ortodoxos y disidentes. De acuerdo con los conductistas, la conciencia es una facultad humana que no se puede medir, y por ello no puede entrar dentro del campo investigador de la psicología. Lo único que es observable y medible es la conducta humana; consecuentemente la psicología debe ceñirse al estudio y observación de la conducta humana. Este estudio se logra a través de la relación entre el estímulo y la respuesta, con la pretensión de generar una psicología experimental, que trata de estudiar y corregir la forma de responder del humano ante el mundo de los estímulos que le alcanzan.
S. Freud


Por otro lado, el adversario (el psicoanálisis), asegurando que la conducta observable del ser humano se basa en un ámbito llamado inconsciente que no puede ser cuantificable. Por ello considera que lo que los conductistas quieren medir no es lo que explica el comportamiento humano.
W. Reich
C.G. Jung













 Dentro del psicoanálisis hay muchas concepciones, desde el pesimismo de Freud hasta la concepción “optimista” de Reich. Es común en todos ellos el esquema básico de la existencia: El Consciente, el Subconsciente y el Inconsciente, a lo que Jung añade el “Inconsciente colectivo”.


A partir de los años 60 surgió una tercera fuerza, la Psicología Humanista. La psicología humanista se sitúa en contra de la simplificación del ser humano que surge de cualquiera de estas dos teorías enfrentadas. El ser humano no puede reducirse a un objeto de laboratorio; conduciendo al planteamiento de estas preguntas: ¿Hasta qué punto es posible conocer al humano desde afuera? ¿Esa persona que estudiamos en un laboratorio es la misma que se manifiesta fuera de él? Y ¿Puede el investigador psicólogo controlar las variables experimentales con tal rigor que descarte plenamente la influencia en la relación entre ambas?

A. Maslow
El intento de resolver estas preguntas llevó a A. Maslow, el pionero de la psicología humanista, a presentar una teoría de tipo Taoísta del conocimiento. Asegura que en el estudio de la psicología, el cariño y el afecto no son obstáculos para el conocimiento, sino todo lo contrario, lo incentivan  y profundizan.

Además, propone C. Rogers, que la humanidad de una persona sólo se puede conocer a través de la humanidad de quien lo estudia o trata. Es por ello que los psicólogos humanistas se implican en las actuaciones terapéuticas que surgen.

Por otra parte, lo que surge del psicoanálisis en sus diversas variantes es algo pesimista, en él aparece el ser humano patológico; que trata de sobrellevar  la relación conflictiva consigo mismo y con los demás. En este punto, Maslow se plantea esbozar una teoría a partir de las personas que se han auto realizado o están en proceso de auto realización. Para Maslow el ser humano es un ser que busca auto realizarse y para ello debe satisfacer, en primer lugar, sus necesidades biológicas (vinculadas con los valores D ‘de deficiencia’), luego los valores culturales y alcanzar los valores espirituales (valores B ‘de trascendencia’).

El conductismo ayuda al paciente a tomar conciencia de su conducta y controlarla. El psicoanálisis busca que el Yo ocupe el lugar del Ello (inconsciente, depósito de represiones, patológico). La psicología humanista propone que el ser humano desarrolle todas sus posibilidades y logre experiencias “cumbre” o “pico” que lo transformen y le hagan más plenamente humano.
Ken Wilber

Llegados a este punto y estando en el contexto de la auto realización, aparece la psicología transpersonal (Ken Wilber, Stanislav Groff), que viene a ser una prolongación de la psicología humanista. En ella se tiene en cuenta las experiencias que surgen bajo el efecto de ciertas drogas que evidencian un estado de consciencia no ordinario, y el estudio y comparación de estas experiencias  con las místicas, tanto procedentes de las tradiciones orientales  como occidentales, que corroboran plenamente la existencia de la conciencia “no ordinaria”.

Stanislav Grof

Otro aspecto a considerar es el tener presente la utilidad de un abordaje científico de la psicología, obteniéndose un humanismo científico, consistente en diseñar una metodología en la que, sin renunciar a la rigurosa “objetividad” de la ciencia, se incorporen las dimensiones más profundas del Ser.


 Lo que se va conformando, en la actualidad, es la elaboración de una teoría ecléctica de la psicología, en el sentido que implique atención a factores comunes de diversas escuelas en el abordaje de la complejidad del ser humano. Sin duda el eclecticismo por confluencia es un posicionamiento abierto y contrario al reduccionismo. En este sentido, situamos, sin la menos vacilación, la trayectoria de Jacobo Grinberg con su teoría de la Sintergia.
Jacobo Grinberg


En lo referente a VES, aunque actualmente sea aplicable casi exclusivamente a niños, sus posibilidades experienciales van mucho más allá de los mismos y esto es lo que motiva la investigación del presente equipo.


El fenómeno VES es un acontecer experiencial explicado y estudiado científicamente, que tiene en cuenta la diversidad de corrientes psicológicas de finales del siglo XX en conexión con las aportaciones de la física cuántica y las dinámicas de los campos energéticos con sus patrones de interferencia. Queda ampliamente explicada la aparición de los fenómenos de las diferentes modalidades de consciencia, por la relación de los procesos de neuroalgoritmización con los correspondientes campos neuronales que producen; y el cómo éstos interaccionan con el campo cuántico, creando experiencias específicas que van unidas al factor de direccionalidad y las bandas sintérgicas operantes. Es por ello un abordaje que salvaguarda la subjetividad y la peculiaridad de cualquier persona y, al tiempo, permite su abordaje experimental tal y como se refleja en la extensa investigación experimental que nos ha proporcionado.


Probablemente la activación de VES en adultos no sea, hoy por hoy, el medio más eficaz de aplicar el hacer transformador según Grinberg, tan próximo a la psicología transpersonal, pero sí ofrece la comprensión y señala unas vías de aplicación muy prometedoras. Otra cosa es lo referido a esa infancia que, habiendo activado la VES, durante unos años la ha experimentado con independencia que, al alcanzar la pubertad y adolescencia, se extinga o no; siendo lo importante la destreza adquirida del sistema nervioso central de operar con campos neuronales de gran coherencia e integridad y las aportaciones experienciales que aporta. Tiene importancia, según Grinberg, no tanto la producción de los campos neuronales, sino la naturaleza de los mismos y el que están asociados a una direccionalidad propuesta por el propio Procesador Central, es decir, el Ser. En este punto Maslow y Grinberg coinciden en que, lo que está en estudio, es la auto realización de un individuo con todo el potencial que pueda desarrollar.

El activar la VES en niños es algo psicoterapéutico, no sólo se trata de manifestar una capacidad psíquica más, sino de enseñarles, ya en la infancia, la producción de campos neuronales de alta sintergia, es decir, de potente densidad informacional con una integración interhemisférica e intrahemisférica, lo que produce una armonía en todo el conjunto del SNC.

La relación armoniosa interhemisférica produce una vivencia de sereno equilibrio, se armoniza lo intuitivo y sensible con lo racional y analítico. La integración neocortical con las zonas intrahemisféricas supone una armonización entre lo consciente (neocortical) y lo subconsciente e inconsciente (estructuras diencefálicas y del tronco cerebral). Esta armonía, asimismo, facilita una mejor relación entre el sistema nervioso central (SNC), el vegetativo (SNV), el endocrino y el inmunitario. Permite que contenidos, que denominamos subconscientes, puedan fluir hacia la consciencia con mayor facilidad y, si éstos, tienen una génesis patológica, el poder elaborarlos y resolverlos; si, por el contrario, son aportaciones existenciales o transpersonales, entonces enriquece y potencia la personalidad. Un potente campo neuronal de alta densidad informacional, integración y coherencia produce una experiencia igualmente potente y enriquecedora que, en el terreno psicoterapéutico, denominamos insight y en la auto realización “experiencia cumbre”. Ya A. Maslow en su obra manifestó la gran importancia de estas “experiencias cumbre” en el proceso de auto realización sea o no trascendente. Estas experiencias producen cambios transformadores en la personalidad aumentando la consciencia así como el predominio de los “Valores B”, al tiempo que reduce los “Valores D”.


Lo sano, lo normal y lo patológico:

La normalidad tiene una acepción estadística indicando lo más comúnmente compartido en una población, y por otro lado, se refiere a lo que se considera un estado aceptable de salud en las gentes. El concepto de normalidad homogenializa a la población colocándola en un contexto de masa conforme. Lo que escapa a esta “normalidad” es el sobresalir, tanto en el sentido positivo como en el negativo. En un sentido apunta hacia la excelencia y destacada salud, por el otro, hacia la deficiencia y una salud precaria. Todos los seres humanos compartimos características comunes, las específicas de nuestra especie, sin detenernos en aspectos raciales, socio culturales y de género. Pero, fuera de esto, cada individuo es único, con unos valores propios y unas experiencias únicas. Cada humano dispone de conciencia, ética, estética y se orienta en la consecución de unos valores propios generalmente coincidentes, en diversos grados, con todos sus semejantes; ahora bien, en la praxis de ello, se debe considerar aquello funcional que le da sentido existencial. En este aspecto el modo de auto realizarse y el grado en que lo logre es de índole plenamente personal. Tiene pleno derecho de auto realizarse en plena libertad y espontaneidad. En este contexto el término “normal” está plenamente fuera de lugar.

Ahora voy a exponer lo que es patología desde la óptica psico afectiva. Patología es cualquier obstáculo, impedimento, bloqueo o disfunción en el proceso de auto realizarse. Todo aquello que empaña y dificulta la manifestación de un Yo robusto y vital. Sin un yo sano no es posible contactar con el Ser y, si se hace, acontece a través de una disociación y una relativa ruptura de la integridad. Hay fragmentos del Self inconexos y confusos que emergen a la consciencia creando ilusiones, delirios y alucinaciones. El Yo frágil es incapaz de integrarlo y entonces se proyecta como voces y pensamientos extraños a uno mismo. Por otra parte, cuanto más se adentra el conflicto personal en el inconsciente, más altera las estructuras profundas del organismo. En el ámbito expresivo las tensiones en los músculos de la capa exterior, consciente o , a lo sumo, subconsciente, se endurecen en tensión y rigidez; si el conflicto es más grave y profundo, la tensión y rigidez se establece en la segunda capa muscular, ya inconsciente, quedando desvitalizada la externa; si el conflicto es aún más profundo (o existencial) entonces es la tercera capa la que adquiere tensión y rigidez, se trata de pequeños músculos alrededor de los huesos, quedando las otras dos capas faltas de vitalidad. Del mismo modo, los conflictos afectivos superficiales afectan especialmente las áreas corticales sensitivas motrices y de asociación, pero, a medida que la problemática se agrava, afecta a las zonas subcorticales (sistema límbico), pudiendo afectar tanto al funcionamiento cognoscitivo, como vegetativo, hormonal y finalmente inmunológico en los casos más graves. En los casos de afectación patológica del sistema límbico-reticular, pueden alterarse las funciones autónomas en los ganglios y plexos de ciertos órganos que, en el lenguaje metafórico del cuerpo, depositan una demanda o conflicto desarrollándose, en tales órganos, enfermedades específicas y debilidades funcionales. De acuerdo con el grado de represión vital, estos lenguajes metafóricos inconscientes serán más o menos decodificados y estarán más o menos sujetos a maniobras caracteriales defensivas. En estas condiciones patológicas, de tipo neurótico más o menos graves, puede darse una disociación entre mente y cuerpo, aparentando que, por medio de la mente, se obtenga una comprensión que está distante o muy alejada de la consciencia corporal. El las psicosis, patologías mucho más graves, la disociación o disociaciones están mucho más presentes aunque puedan estar disimuladas.

De modo análogo al de las terapias de las zonas reflejas del cuerpo (pies, manos, orejas , rostro), se puede actuar para aliviar o restaurar la salud de zonas corporales, del mismo modo, a través del contacto en consciencia con las zonas somato-sensitivas del neocórtex, se puede influir en todas las partes del cuerpo representadas en la corteza cerebral, aumentando el umbral de neuroalgoritmización e involucrar las áreas secundarias y terciarias de asociación cortical, así como las conexiones subcorticales-límbicas. Muchas prácticas meditativas profundas actúan así.

Mediante la activación de VES en niños y de otras técnicas meditativas, psicomotrices y psicoterapéuticas, se logra una intensa neuroalgoritmización con el consiguiente campo neuronal y, conforme a sus características, un patrón de interferencia específico y personal que es la experiencia del instante. Sólo que con la activación de VES se añade, en modo alto, un campo neuronal con mucha congruencia, es decir, sintergia, creando un patrón de interferencia mucho más potente que a través de otras técnicas; con la posibilidad, si así se desea, de incluirlas, más a más, e intensificando sus efectos. Es así porque la VES, en sí misma; es un estado específico de consciencia acrecentada, no ordinario, y muy próximo con el Ser; por ello con un mayor poder transformador.

En los adultos, cuanto más tiendan hacia la salud psico-somática, más se da un contacto con el factor de direccionalidad del proceso de auto realización, que está dirigido por el Yo en estrecho contacto con el Self. El Self es la capa envolvente del Ser o procesador Central. La auto realización es un factor de dirección del Yo y Self y, desde lo profundo del Ser (El Punto Omega de Teilhard de Chardín o el Atractor externo del Hipercampo de Jacobo Grinberg) y que, en tradiciones espirituales diversas, adquiere diversos nombres como alma, nefesh, annatta, atmán, etc. La facilidad de confiar y entregarse a este atractor externo del Hipercampo conduce al mayor o menor contacto con el Ser que cada cual puede lograr y permitirse. Tengamos siempre en cuenta que el vehículo más eficiente para tocar el Self es el propio Yo que, cuanto más íntegro sea, más eficiente será en su función de indagar acerca del Observador o Ser y propiciar la auto realización sea o no trascendente.



25-04-2018                              Ernesto Cabeza Salamó



Equipo de investigación y desarrollo de V.E.S. (Visión Extra Sensorial)
Eloisa Civit Guerrero ,Ernesto Cabeza Salamó, Antonio Zahino Maya
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