Comentario de Meditación del mes de Abril de 2011
"El Vidente Interior"
Realizada durante el mes de Abril del 2011 en Cepsi.
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Las Cuatro Direcciones. La derecha: El Vidente (Fuego). |
Es una meditación que se repite año tras año en el primer mes de primavera.
Esta meditación de inspiración chamánica transcultural tiene por objeto conectarnos con la autenticidad, con los obstáculos que la dificultan y con las sensaciones y percepciones que pueda aportarnos. Por ello está dividida en cuatro partes: La Primera se ocupa de la comprensión de lo que es arquetípicamente el “Vidente Interior” y las dificultades que nos obstaculizan el realizarlo. La Segunda se ocupa del bálsamo sanador que es “Cantar” utilizando el poder de las vocales. La tercera consiste en la práctica de la “meditación en movimiento” con el apoyo de campanillas y cascabeles. Y en Cuarto lugar el adentrarse en la posibilidad de ahondar en el contacto con el “Vidente interno” como parte de nuestro Self.
El arranque de este ciclo meditativo de Abril tuvo un fenómeno singular: En el grupo de la tarde, todos percibieron nítidamente la presencia de un fenómeno vibratorio negativo y turbador aportado por uno de los participantes de la sesión.
En el estado de sensibilidad acrecentada en el que se desarrollaba, las reacciones fueron diversas; desde una peculiar sensación de nerviosismo incómodo sin poder precisar su causa y origen, a una irrupción insoportable de emociones y sentimientos que hicieron difícil la permanencia en el grupo; o el sentir e identificar claramente la fuente de la desarmonía captando posibles ayudas al mismo.
Fuera de este anecdótico evento, el desarrollo de esta serie de meditaciones resultó bastante trivial.
El manejo de cascabeles en la meditación en movimiento fue mayoritariamente bien integrado, excepcionalmente algún miembro tuvo dificultades al sentir que el sonido de los mismos le impedía profundizar y le distraía en su trabajo; pero a la mayoría les sugirió deseos de danza libre y de expresión corporal de las vivencias que se evocaban. Los comentarios respecto a la resolución de asuntos mediante el contacto con la “visión interior” a través de esta meditación en movimiento resultaron más bien discretos.
En la última parte de la meditación hubo visiones de las habituales, sin aparecer aportaciones iluminadoras. No se han manifestado, esta vez, comentarios de vivencias intensas o situaciones inspiradas. Parece, más bien, que el interés se haya limitado tan sólo a poder sentir que “se está en meditación”, libre de la deriva inercial de la mente.
En el apartado de canto de vocales, se han dado momentos de intensa armonía, en los que la atmósfera vibratoria era potente y aportaba sensaciones de plenitud y gozo en todos los participantes. En muchas ocasiones era claro que esos sonidos sintonizaban con el corazón y mostraba su poder. Resulta incuestionable su poder restaurador y sanador.
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"El Ver" |
Por mi parte, al finalizar el ciclo de esta meditación me he visto en la necesidad de recalcar dos de los versos de la invocación al “guardián del este” que preside esta meditación:
“…el poder de ver a lo lejos
y de imaginar con valentía…”
Con lo que me permitido hacer una reflexión de lo importante que resulta su aplicación en estos tiempos presentes. En nuestro mundo tenemos unas miras muy estrechas y limitadas. Hay acontecimientos cegadores que deslumbran la percepción de otros, y resultan hábilmente utilizados para producir una excitación momentánea haciendo olvidar el contexto. Nuestros deseos y anhelos se limitan a lo inmediato, nuestras decisiones no consideran las consecuencias (el karma) a medio y largo plazo. El deseo de satisfacción inmediato o de resultados al instante nos hace conducirnos irresponsablemente dañando seriamente la vida en el planeta y a sus colectivos vitales y sociales. Y, por otra parte, estamos tan imbuidos de que este mundo, tal y como es, es la única opción, que nos impide imaginar e idear otras visiones alternativas. El tratar de imaginar y visualizar un modo social diferente, nuevo, resulta muy dificultoso a base a la creencia de éste es el único que funciona con todas sus secuelas de injusticias, desigualdades y destructividad; por lo que el mensaje que nos da el “Vidente Interno” es: “Imagina valientemente una organización nueva más armónica con el todo y luego compártela, que la conozcan y quizá compartan los demás. Las imágenes armónicas de los demás junto a la propia tienen poder para transformar los valores y estructurar una nueva realidad más comprometida con la humanidad y el planeta.
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Aludiendo al Vidente Interior. |
Un amoroso abrazo.
Ernesto Cabeza Salamó