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domingo, 30 de marzo de 2014

Reflexión a partir de 22 de Marzo 2014.

Reflexión a partir de 22 de Marzo 2014.



     Hace pocos días asistimos a un acontecimiento muy interesante desde múltiples puntos de vista. La manifestación del 22 de marzo. Aquí enlazaré algunos de ellos  de pasada.



     Columnas de personas reclamando la dignidad se desplazan desde diferentes partes de la Península hacia la capital para manifestar su indignación. Ya vinieran a  pié, en transporte propio o público; todos ellos en su andadura mostraron una ejemplaridad  cívica y pacífica.


     La multitudinaria manifestación se produjo pacíficamente a excepción de su final donde aparecieron lamentables estallidos de violencia que la ensombrecieron y supuso el argumento preciso para desplazar el genuino derecho de manifestar el malestar común de la ciudadanía empobrecida y agobiada por la política de Europa y España actual, por el tema de exaltados violentos. A partir de allí se pasó a hablar de policías heridos y de manifestantes detenidos; y se olvidó la pobreza energética e infantil, se olvidó de los recortes en sanidad, educación, cultura, ciencia; se olvidó de los desahucios, de los parados de todas las edades; se olvidó el motivo que los había reunido a todos este día. Ya se olvidó de la socialización de las pérdidas de empresas financieras y la privatización de los beneficios, de la inmunda especulación y delincuencia de guante blanco que desencadenó una crisis de casi 5 años. Todo giró en torno a la tan traída violencia y del destrozo de bienes privados y mobiliario público. Del intento de justificar actitudes irracionales por ambos bandos. Siempre igual, tratando de segregar en bandos y enfrentarlos.


     ¿Es que nunca vamos a superar esta dialéctica? Bien y mal; buenos y malos, ricos y pobres, violentos y pacíficos, inmigrantes y naturales, etc. Se cae en esta trampa una y otra vez irremediablemente. ¿A qué nos lleva esto? ¡Ya lo vemos! Al enfrentamiento, a la frustración, a la ira. Es un claro ejemplo de la inmadurez tanto de dirigentes como de la población. No se trata de que todos sean filósofos. No. Se trata de aprender de la experiencia y superar los conflictos propios. Si. Los conflictos propios son lo que se proyecta y reproduce en el mundo que re-creamos social y cultural.
     Miremos donde miremos lo encontramos: Afán de competividad, individualismo, deportes de competición, juegos infantiles de pugna y rivalidad, escuela más instructiva que educativa, etc. Series de televisión y cine en el que siempre hay algún tipo de persecución y muerte más o menos violenta. Siempre nos encontramos con agresores – perseguidores y con víctimas – perseguidos tratando de cazarse unos a otros. Por no mentar los conflictos políticos y militares a lo largo y ancho de todo el mundo.
    No se da una cultura y educación por la paz y concordia. Estas palabras son tan solo teóricas y alejadas de lo obvio como desprovistas de significado real. Solo en acontecimientos excepcionales, de tragedias naturales o accidentales, la gente muestra la grandiosidad de la hermandad y la solidaridad; pero muy poco en el acontecer corriente y cotidiano.


     ¿Cómo se explica el planteamiento de un mundo en opuestos antagónicos? Se podría hablar de opuestos complementarios como la polaridad energética, pero eso no es lo que se da en lo que nos ocupa.

     Dentro de cada cual existe esta fractura, esta oposición. La parte aceptada en la identidad y la parte oculta. Lo que queremos que aparezca y sea objeto de atención, aceptación y aprecio; y aquello que nos aborrecemos, nos reprimimos u ocultamos evitando que los demás lo perciban. Allí en la oscuridad de la mente está esa parte herida, sufriente que rabia y gime oculta en la mazmorra de nuestro ser.

    Todos la tenemos, puesto que todos hemos sufrido heridas en nuestra personalidad; y desde tiempos de los cuales ni tan sólo sospechamos. Esta oposición en nuestra personalidad es lo que nutre el acontecer contradictorio de nuestra creación social y su gestión.
    Los que aspiran a cargos políticos en la administración pública y aparatos de partidos y sindicatos son personas que participan de esta oposición o conflicto interno. También todos cuantos forman el resto de la ciudadanía; por muy doctos e incluso religiosos que sean. Nos aferramos a ideologías y credos diversos para dar alivio y canalizar el malestar de nuestra personalidad. Cuanto más enfrentados estemos en nuestro interior, más rígidos y tendentes al fanatismo nos mostraremos.


     El mundo que creamos es el fiel reflejo de aquello que creemos ser. Creamos el mundo social y cultural a imagen y semejanza de cómo creemos que somos; y como esta creación es compartida por tantos, es lógico pensar que así nos sentimos muchos.
    
     El interés por superar esta oposición es tan vieja como la propia humanidad y está reflejada en toda la historia. Además de luchas de pueblos, civilizaciones e imperios también ha habido personajes de un alto nivel de consciencia que han creado filosofías y contextos espirituales de los cuales han nacido mitos y religiones. Al final, al alejarse del mito, caen en la misma conflictividad que todo. No dudemos que la defensa de los dogmas religiosos ha vertido y siguen vertiendo ríos de sangre.
     La cuestión es que se crea un mundo que refleja nuestra patología y en él se gesta y forma a las futuras generaciones que perpetuarán la patología adecuándola a las circunstancias propias de cada tiempo. Y tenemos el viejo cuento de qué es antes “el huevo o la gallina”. Cuestión insoluble, un genuino y verdadero Koan Zen. La solución está, como en todos los koans, en el satori de cada cual, en su comprensión e iluminación.

- Maestro, ayúdame a encontrar la liberación.- ¿Y quién te tiene prisionero?- Nadie.
- ¿Por qué buscas la liberación entonces?
 
     ¿Qué es esa comprensión iluminada? Pues el darse cuenta de que esa pugna interior es un sueño, que en realidad no existe. Esta certeza marca al iluminado.
     Aunque sabios e iluminados los ha habido desde siempre, desde antes de la aparición de la historia, la población humana poco ha despegado de su oscuridad y conflicto. El caso es que estos sabios-iluminados siempre nos dicen lo mismo con unas y otras palabras o imágenes y nos advierten que sólo pueden entenderlas aquellos que pueden verlas y escucharlas. En otras palabras para los que tengan oídos y ojos abiertos. Si estamos en una lucha interna, el fragor de la misma y del ruido interno nos impide ver y oír.

     Pretendemos acabar con el conflicto mediante el conflicto. Pretendemos que un bando aplaste al otro y lo someta por el bien de unos o de otros… todas formas de opresión de un lado o de otro.



 
     El que los que se sienten oprimidos tratan de mostrar su situación y reivindicar sus derechos es natural; es una necesidad y también un derecho. Pero aquí no debe acabar el asunto. La protesta, la rabieta, no es suficiente. Hay que tomar consciencia del papel que les toca jugar en el tablero de los acontecimientos sociales. Saberse oprimido, marginado, ninguneado, no es suficiente; esto es lo de siempre. Démonos cuenta de que los que cumplen como oprimidos, lo hacen por un conflicto compartido por todos, entenderlo así ya ofrece oportunidades. Actualmente el seguir la lucha de opresor-oprimido cronifica el cuadro de la enfermedad. El oprimido debe verse de que ya no lo es, que en su conjunto, a  todos cuantos se les propone jugar este rol, pueden decir que no quieren cumplir con el juego. Pueen acordar otro juego entre ellos que no se base en el conflicto y oposición, sino en el apoyo mutuo y solidaridad. Al margen de los opresores y sus arengas. Ello requiere mucha conciencia propia y madurez. Las pelotas del juego no es para vencer al adversario, sino del placer de colaborar. El que uno quiera luchar no sirve de nada si los otros no quieren aceptar su desafío. La prerrogativa de los opresores no tiene ningún valor si los pretendidos oprimidos no le dan el más mínimo valor. Entonces los pretendidos desposeídos no están desposeídos de nada, sino que son poseedores de valores y actos diferentes. Un rico de algo que no tiene valor para la mayoría es un gran pobre.
Romper el juego
      La auténtica revolución consiste en romper el juego propuesto por los dominadores y practicar otro incompatible con el conflicto. Todos los creadores de bienes útiles están entre los oprimidos, los opresores sólo disponen de sus privilegios y estatus. Dependen totalmente de sus oprimidos para sus más mínimos actos vitales.


     La organización social debe darse cuenta de ello y obrar en consecuencia. Otra organización social, otra economía, otra forma de reparto de lo producido y de los servicios es posible si así lo comprendemos y lo hacemos posible. La responsabilidad radica en uno mismo viendo al otro como al igual con el que confiar, colaborar y apoyarse.
    Como los que ahora dominan son conscientes de este riesgo, extreman todos sus recursos para ocultarlo y desviar el enfoque del interés mediático.

     Esto sí pudimos verlo en el acontecer global del 22 de Marzo. Es un aspecto más del comienzo del cambio, ha habido muchos, recordemos como referencia de comienzo el del 15 de Mayo del 2011. 
Madrid 15 Mayo 2011

Ernesto Cabeza Salamó

 

domingo, 23 de marzo de 2014

En los albores del cambio mundial. Un comentario sobre Zeitgeist 3: Moving Forward [2011] Documental en Español







 En los albores del cambio mundial. Un comentario sobre Zeitgeist 3: Moving Forward.

     En agosto del 2011 publiqué Zeitgeist 3 en doce pequeños vídeos doblados al español; y en el 3 de septiembre de 2011 publiqué en comentario la reflexión que me sugería. Hoy vuelvo a reproducirlo acompañando la versión plena de la película doblada. Lo que entonces opinaba sigo opinándolo de igual modo.

     Mi propósito es estimular reflexiones y no promocionar adscripciones. Que cada cual genere una opinión y pueda compartirse favoreciendo el mutuo enriquecimiento.


Zeitgeist 3: Moving Forward [2011] Documental en Español

     Tengo la sensación de que estamos asistiendo a una gran guerra en la que se está decidiendo el futuro de la libertad humana. Así de críticos son estos tiempos.

¡Libertad!

     Se ha conducido a la humanidad, especialmente la del mundo desarrollado y a través de ésta a la de los países en desarrollo a una condición de manipulación y pérdida de valores; y, a partir de este punto, a una canalización interesada de valores orientados subliminalmente al servicio de unos sombríos intentos de obtención de pleno control en una humanidad globalizada, de forma que los ciudadanos renuncien por sugestión, por confusión, por nihilismo y por temor a su propia libertad, entregándola a un abstracto poder salvador global.

Perdida de la libertad
    Puede haber mucho de planificado y programado a lo largo de estas seis últimas décadas; y que, en vista de cómo ha ido respondiendo la población, sus objetivos concretos se han ido estableciendo de acuerdo a la evolución del fenómeno social y cultural.    No es lo mismo lo que podía considerarse objetivos concretos estratégicos en la década de los 50, que los de los 60 y sucesivos.
    Cada vez los estudios sociológicos y psicológicos se hacen más sofisticados acerca de las inquietudes de los ciudadanos a fin de diseñar políticas y generar opiniones y tendencias que les distraigan o les exciten ideológicamente con el fin de que se adscriban a canales establecidos por los cuales puedan ser manipulables y, al tiempo, enfrentarlos unos contra otros. Dividir al adversario y conducirlo a la confusión es una estrategia que induce desesperación. Crear incertidumbre, dudas y desconfianza hacia toda institución e información que se produce es generar inseguridad crónica y soledad.
     Constituir una sociedad integrada de individuos inseguros, temerosos, desconfiados, confusos, solitarios y susceptibles es un campo de experimentación y manipulación muy abonado.    
sabuesos de las tendencias
     Los sabuesos de las tendencias generan cualquier tipo de consumo que luego se explota creando grupos y subgrupos con sus diversas adscripciones (políticas, religiosas, deportivas, culturales, artísticas, etc.). Estas adscripciones, en muchos casos, proponen su propia estética y ética creando subcomunidades que aglutinan por afinidad a grupos de población por ideas, estatus socioeconómicos, religión, deportes y edades, entre otros.

    Antaño eran las necesidades y condiciones socioculturales las que aglutinaban a las personas en grupos de afiliación y acción (sindicatos, militancias políticas, ideas nacionales, creencias religiosas, intereses profesionales y sociales); hoy en día a través de los medios de comunicación de masas, empezándose con la radio, y seguidamente por la televisión y las telecomunicaciones con la informática se ha encontrado una vía de penetración y de influencia antaño inimaginable.


Influjo de la publicidad
    El malestar obtenido es asimismo explotado con fines manipulativos. Se nos seduce con la publicidad y las modas, con la tecnología, con las tendencias “artísticas”, ideológicas, religiosas, deportivas, etc.; en general canalizando el malestar hacia el consumo compulsivo donde el tener y poseer eclipsa plenamente la necesidad de ser.
     La identidad, hoy, es, a más del sexo, la edad y el estatus socioeconómico, el adscribirse a tal estética subcultural, a tal forma de música, a tal equipo deportivo,… La identidad ya no es algo que surge de la propia persona, sino de la imagen, de las adscripciones o filiaciones en la que se integran a través de “ismos”.

     Del panorama presente se hace evidente que lo que menos interesa a los que obtienen beneficios de todas estas falsas identidades es que cada persona sea “ella misma”, que manifieste su genuina identidad como fusión de temperamento, dones, aptitudes y conciencia dando lugar a una vibrante personalidad.
Identidad
     En unas masas en las que el contacto con la propia identidad, con la propia expresión existencial, es escasa o no se da, el malestar, que acontece como infelicidad, insatisfacción y vacuidad personal, hace que se acreciente el deseo de tratar de llenarse o de distraerse con las opciones de “tener” de todo tipo: cultura, dinero, empleados, propiedades, artilugios, imagen, poder y adscripciones a creencias ideológicas y religiosas.
    Y en este punto tanto da que se trate de tener “no-teneres” y así estar en la contra, o de atesorar “teneres” y actuar conforme al sistema. Tanto en un caso como en el otro la situación es la misma. Lo irracional domina.

Sumiso o rebelde

Movimiento hippie
    Estar a favor o a la contra, ser sumiso o rebelde, es básicamente lo mismo; en ambos casos se es manipulable creándose los medios y tendencias para encauzarlo y conducirlo de acuerdo a estrategias de diseño para grupos y masas.


    En los años 60 con el movimiento hippie se inició la contracultura juvenil y con ello se procedió a un importante experimento social aunando la cultura de la música pop y rock con las sustancia psicodélicas apoyado por fervorosos apóstoles de tales drogas. Tras ese experimento, en las décadas siguientes se procedió a golpear a la juventud con ideologías y culturas diversas conforme a su origen sociocultural y étnico. Auténticas luchas por los derechos civiles quedaron mitigadas por estos fenómenos subculturales y las lacras de otras drogas más dañinas que han ocasionado una problemática de orden y salud pública y de la que se han beneficiado ciertos grupos e individuos con los grandes beneficios del narcotráfico. En la actualidad aún estamos golpeados por todo ello.
"Gurús"

     En medio de todo ello surge el fenómeno de los “gurús” que viendo que las gentes occidentales, en especial los jóvenes, están necesitados de nuevos valores, acuden a Occidente creando círculos, adeptos y sectas con promesas de iluminación a cambio de la devoción al líder espiritual. Y con ello ya estamos en los confines de la “Nueva Era”, con un consumo de ideas y prácticas de salud y espíritu que, si bien, aportan aspectos interesantes, favorecen la adscripción a colectivos, agrupaciones y organizaciones con fines mercantilistas de sanadores e iluminados.

     Y tratando de gurús y salvadores, podemos decir que también surgen de las propias raíces occidentales abogando por la tecnología, la ciencia, el futurismo, la ufología y la globalización. Lo común de todos ellos es que un grupo reducido, creador del diseño o idea, trata de generar movimientos con la adscripción de seguidores y militantes fervorosos, haciéndoles creer un cambio social o global si se inscriben a tal filiación u organización; y la génesis de tales organizaciones están eficientemente diseñadas para incidir por idearios en ciertos grupos de personas instruidas e inteligentes, idealistas, deseosas de cambios sociales y culturales.

     

     Tal parece que es la dirección que va adquiriendo el llamado movimiento Zeitgeist, liderado por Peter Joseph que, tras su primera película-documental, contactó con Jacque Fresco y Roxanne Meadows asociándose con la creación del Movimiento Zeitgeist-Proyecto Venus.

Peter Joseph
Jacque Fresco
Roxanne Meadows
Ciudad circular de Proyecto Venus


    En el discurso coincidente de estos tres personajes, a través de escritos, conferencias, vídeos y películas, muestran muchas reflexiones e ideas admirables que sintonizan con muchas gentes progresistas y universalistas. Sus propuestas, en cuanto a críticas, inquietudes, ideas y juicios, encajan en el ánimo y la percepción que, de forma fragmentaria, la gran mayoría de gentes trabajadoras y estudiantes (y sobretodo actualmente desempleados) consideramos y compartimos en mayor o menor grado; logrando unir en este estado de malestar social y de indignación una información muy precisa de tipo crítico que explica el origen de los males de nuestra civilización actual (el creer que todo descansa en un materialismo economicista-financiero) llegando a la conclusión lógica de que es inevitable su colapso y que como alternativa hay un diseño (el Proyecto Venus) de una civilización planetaria, sin economía monetaria, sino con una economía regida por los recursos y regulada por la inteligencia artificial, marco sobre el cual el ser humano podría sentirse libre y desarrollar todas sus posibilidades no alienantes.

     Cuando se habla de cambio social, no se trata de idear algunas reformas, sino de transformar toda nuestra sociedad acudiendo a las causas que producen el orden actual y transformándolas.  En el Movimiento Zeitgeist se analizan objetivamente, mediante el método científico aplicado a lo natural y social, las causas y lo que sostiene nuestra actual cultura occidental tratando de imponerse en todo el mundo mediante la globalización; y para ello aborda el estudio del ser humano como organismo moldeado por el entorno cultural y condicionado por lo mismo en sus comportamientos, sus interpretaciones de la realidad, su actividad productiva, de intercambio de servicios y sus relaciones sociales y personales. Plantean las condiciones, desde su óptica, óptimas desde la visión científica y técnica para que el humano pueda quedar libre de las onerosas condiciones de vida que imposibilitan su genuina libertad.

     En todo este aspecto hay una coincidencia con la visión ontoenergética. Hablamos de las gentes liberadas del condicionamiento social y cultural del trabajo, del economicismo basado en el dinero (en sus diversas formas) y en el consumo compulsivo y cíclico diseñado como forma de mantenimiento del estatu-quo; para que así puedan quedar en disposición de aplicar sus potencialidades personales y creatividad al bien de toda la colectividad.
Ontología
     En sus aseveraciones dentro del énfasis en demoler las estructuras condicionadas culturalmente con el fin de presentar la congruencia de su visión, parece que se distancian de la humanidad como un conjunto de seres y no como meros entes con autoconciencia. Sin duda ellos deben tener una concepción ontológica del ser humano a través de considerar su propia consciencia de existir y por extensión el considerarlo en el resto de los seres humanos.  En Zeitgeist ocurre que unos cuantos (relativamente una minoría) están en condiciones de considerarlo dando lugar a un tipo de elitismo-liderazgo; mientras otros más desfavorecidos, por diversas circunstancias, están plenamente ajenos a ello; siendo el activismo en el movimiento el medio de concienciación y por ello de liberación de las ligaduras debidas al  temor y angustia por la subsistencia; y la propuesta de un horizonte más amplio lo que les permitirá contactar con nuevas aspiraciones y motivaciones.




     En Ontoeergética se pretende la aproximación voluntaria, hasta donde pueda autorizarse cada cual, de contactar con sus procesos profundos  desafiando críticamente los condicionamientos estructurales que la actual cultura nos impone.


     Ellos insisten en divulgar, en hacer llegar al máximo colectivo de gentes su propuesta de movimiento para obtener el apoyo ideológico y así nutrir el movimiento hacia una suficiente masa crítica que precipite necesariamente el cambio. Reiteran que los obstáculos son los propios condicionamientos de la cultura imperante con sus instrumentos de coacción y de confusión. Dicen a las gentes que abran sus mentes, que traten de vislumbrar más allá de la situación actual cómo se sentirían en esta otra forma de vida social y cultural que hoy en día es posible gracias a la actual ciencia y tecnología. Por ello plantea a las gentes que se abran a lo desconocido, que estén en condiciones de renunciar a lo que actualmente les procura la falsa sensación de seguridad (la posesión de cierta propiedad, seguros y ahorros) por no verse viviendo en la indigencia y en la exclusión social, dejados a su suerte cuando la decrepitud de la ancianidad haga muy difícil pugnar y competir por ganarse la vida. En los países con seguridad social, igualmente consiste en un pago al estado a cambio de una pensión y seguro médico. Este es un desafío muy importante y difícil de gestionar a través de la pura información, reflexión y toma de conciencia.   



Clase elitista
Las razones, por otra parte, que esgrimen las clases propietarias, económicamente elitistas, es obviamente la resistencia a prescindir de lo adquirido como posesión; argüirán tantas razones como su ingenio e inteligencia les permita para la defensa de sus pretendidos derechos y el desprestigio y condena de sus adversarios. Para ellos es una seña  de identidad. Se negarán a considerar que todo cuanto poseen es ficticio y que se fundamenta en el que se lo crean y lo hagan creer a los demás; y mucho menos que, además, les aporte significado y sentido a sus existencias salvo la compulsión de incrementarlo mediante la competividad y defenderlo como posesión evitando su difusión. Con el ignorar la insustancionalidad existencial y el complacerse en una situación inalcanzable para los demás se sienten más que colmados en su… ¡ego!, no en su personalidad ni en su self.


Clero

    Es muy fácil considerar que ideología, adscripción religiosa y aspiración espiritual puedan confundirse en un amplio espectro de altruismo religioso, considerando que, quienes lo profesan, están muy por encima de la masa gregaria, a la que, hipócritamente y en clara contradicción con las propias creencias que pretenden sostener, manipulan y traten de mantener en un estadio primario de humanidad. El doctrinario de las agrupaciones religiosas e ideológico-religiosas propias de las religiones formales occidentales y de los círculos que escudan su poder y elitismo en la ocultación y el secreto, por muy sabios e iluminados que se proclamen, siguen actuando desde su orgullo, vanidad y arrogancia en la aspiración de egoístas visiones del mundo y la sociedad.
Masonería
     Los que aspiran o dicen aspirar a la beatitud y santidad por los votos contraídos, aquellos que envueltos en herméticos grados de perfeccionamiento detentan unas metas de gran maestría que pretenden ser casi sobrehumanos; perciben a las masas de gentes corrientes como ignorantes, dominados por impulsos primarios, predispuestos al pecado y a las actividades burdas y groseras, proclives a diversas socio adicciones, a violencias, a evasiones y fanatismos; por lo cual queda justificado el ejercicio del poder y de control de tipo institucional. Los que detentan el poder y el control no se dan cuenta que su irracional apego y enganche a poseer y adquirir poder es una forma de adicción que les aparta de su humanidad y les exige una incesante sofisticación de medios a fin de que la excitación resultante sea lo suficientemente satisfactoria junto a la creación de rivalidades en competencia por desbancar al oponente y perseguir un deseo monopolista; y que las prácticas y medios justifiquen tal fin.
Ladrón de guante blanco
      El estado y la política se fundamentan en esta valoración y como ejemplo tomemos la institución policial, que no se creó para proteger a los siervos y proletarios, a los humildes   sin tierras ni posesiones del poder de los nobles y luego de los capitalistas en su explotación, sino para impedir que sus penurias los impulsaran a la insumisión, a la reivindicación y a la sublevación en actos contra la propiedad de los opulentos. Y después, con la extensión de la clase media y la necesidad de garantizar la seguridad del consumo cíclico, se extendió en su ámbito de acción. Su objetivo es mantener el orden y perseguir el crimen, considerando como tal los actos de violencia a otras personas y a la propiedad de las personas; pero amparando una legislación que acepta el privilegio y el enriquecimiento voraz de los más poderosos por medios sofisticados de explotación, especulación y robo de “guante blanco”.

     Entiendo por religión un conjunto de creencias y prácticas rituales que surgen dando respuesta a un drama existencial de un colectivo humano en un determinado momento crítico de su historia; partiendo de las creencias hasta entonces vigentes que no encajan con la realidad cultural manifiesta, exigiendo un nuevo significado a las preguntas que el ser humano se plantea y de las que no logra una respuesta racional suficiente. Como muchas de las preguntas tienen u fondo metafísico, el intento de responder y explicarlo es a través del componente simbólico y arquetípico con la creación de un mito o ideal a conseguir o emular. Mientras este ideal humano trascendente o mito es una aspiración, el conjunto de prácticas espirituales es de tipo místico (aspirando al éxtasis como experiencia fusional con el mito y la creación); pero en el momento en que se distancia del aspecto místico-mítico se convierte en una disposición de creencias y dogmas, transformándose en un poder clerical institucionalizado y coercitivo, obstaculizando el avance del pensamiento humano.

Pertenencia cósmica.
     Por ello todas estas prácticas institucionalizadas de espiritualidad elitista, de religiones e iglesias institucionalizadas quedan muy distantes de la genuina espiritualidad que, desde mi punto de vista es mucho más un sentimiento que una idea. Es un sentimiento de pertenencia a algo más grande (un sistema) que uno mismo, desde el ámbito de la humanidad, del planeta, al ámbito del sistema Solar, la Galaxia y el Universo en su misterio, en sus enigmas por descubrir y en lo ignoto con su constante desafío en pos del conocimiento. Espiritualidad no es la creencia en un ente o en entes que supervisan o vigilan los actos humanos juzgándolos, sino la comprensión y sentimiento de que el Universo en su totalidad es un sistema energético que implica vida y consciencia; siendo consecuentemente una unidad de leyes naturales de las cuales el ser humano tan sólo está empezando a desvelar y conocer algunas de las asociadas a alguno de sus aspectos. Por ello la espiritualidad, el conocimiento y la ciencia no pueden estar en conflicto, sino apoyarse incondicionalmente. Dentro del contexto ontoenergético, la espiritualidad es un aspecto de lo que denomino “Afecto” que nos vincula amorosamente con un gran sistema del que somos una ínfima parte. Siendo el “Afecto” una de las tres direcciones que toma el impulso vital dentro del organismo humano; los otros dos son la “Acción” y el “Conocimiento”; el actuar transformando el mundo propio y la natural curiosidad que nos impulsa a realizarnos preguntas y tratar de obtener respuestas.


     El Movimiento Zeitgeist parte de la conciencia planetaria, la certeza de que la humanidad es parte del planeta y que todos los recursos del planeta están a disposición de todas las criaturas, siendo lo suficientemente abundantes para todos si la humanidad hace un uso racional de los mismos a través de una economía de recursos y no un abuso como actualmente acontece. En Ontoenergética el sentimiento (de tipo espiritual) de que pertenecemos al planeta; es decir que hemos surgido de su potencial de vida y hemos evolucionado desde los orígenes y los albores de la humanidad y está llamada a ser en un futuro próximo, si así lo posibilitamos, un trampolín a una posible evolución más allá de ella en el sistema solar y quizás más allá del mismo.
     La humanidad, en su estado actual, no es un punto final, sino un eslabón evolutivo; pero de nosotros depende el que dicha evolución pueda proseguir o se malogre con nuestra extinción como especie.
     Veo, pues, que es indisoluble la espiritualidad con el ansia de saber y conocer a manos de la ciencia, su método y su aplicación tecnológica. Todo esto choca absolutamente con los principios asentados en las religiones autoritarias de corte judeo-cristiano-islámico, en las que el concepto de dios es un ente controlador y celoso, un tirano cósmico al que hay que adorar, obedecer y temer; que ha creado el mundo (la naturaleza) no de su propia sustancia, sino de un acto de voluntad y luego ha sido entregada al hombre (masculino) para su explotación. Incluso la mujer fue hecha a partir de la carne del hombre y no de la misma forma que el hombre, siendo, además, más proclive a la tentación y seductora, incitadora hacia el pecado. Dejando bien claro que el mundo no es parte de la sustancia de dios, sino hecho por dios como un objeto para la humanidad (que ésta sí, en su aspecto masculino, procede de su espíritu a través del soplo de aliento divino que lo convirtió en alma viviente. Esta concepción no es espiritual, sino ideológica concebida por los creadores del autoritarismo patriarcal como estado y confesión. Y ello es incompatible con la ciencia y el saber cómo tradicionalmente se ha dado, especialmente desde la Edad Media. Los defensores ciegos de este dogma, frente a cualquier cuestionamiento del mismo, han vertido mares de sangre y generado despiadado temor, incluso en el presente.
Sentido existencial

    Otro aspecto a precisar es el de la conciencia y consciencia del ser humano. Lo primero es el ámbito subjetivo que agrupa todo el conocimiento que una persona tiene de sí incluyendo la objetividad y su elaboración a través de los filtros de la educación socializadora, de forma que incluye una amplia gama de valores y creencias, muchas veces contradictorias y enfrentadas entre sí, de aspectos morales y de usos y costumbres. Lo segundo es un aspecto más abstracto, igualmente subjetivo, aunque más  bien ligado a lo existencial a través de lo cual lo vivido y el conocimiento adquiere sentido y es 
integrado como algo muy propio y arraigado en la personalidad.

"Caer en la cuenta" "¡Ajá!"
     Entender y tener comprensión sobre ciertos hechos o fenómenos nos hace concientes, pero en la consciencia experimentamos una experiencia de claridad, de diáfano sentido personal que se expresa en la expresión “¡ajá!” y que precisamos como “caer en la cuenta” y no sólo como entenderlo y comprenderlo. Sadmadi, satori, iluminación y despertar son otras acepciones de esta experiencia con poder transformador y creador. Este es el preciso instante y fenómeno que se traduce en inspiración ya sea científica como artística que ha llevado a tantas personas a intentar su realización dando lugar a teorías nuevas, inventos revolucionarios, concepciones elevadas y geniales obras de arte.

     Estoy convencido que el Movimiento Zeitgeist no pretende negar todo este potencial en el ser humano, sino recrear un marco tecnológico-social y cultural en el que se pueda hacer posible y extensivo a todo el colectivo humano liberando, a su entender, a la totalidad de la humanidad del trabajo como medio de obtención de un salario y vivir atrapada en un círculo de productor-consumidor propio del entender del consumo cíclico y la forma actual de entender la economía y sociedad basada en la concepción de la escasez en vez de la abundancia.

     Tras todo esto retomo el tema ya indicado antes de que el movimiento Zeitgeist, a través del Proyecto Venus de Jacque Fresco, lega al planteamiento de una civilización planetaria sin economía monetaria, sino asentada en una economía centrada en los recursos y regulada por la inteligencia artificial, marco en el cual el ser humano puede sentirse libre y desarrollar todas sus posibilidades no alienantes.
     Desde el punto de vista ontoenergético esta visión de una civilización regida informáticamente en un mundo basado en la economía de recursos rechina como portadora de algo sospechoso. Y especialmente por el hecho de que tres líderes controlen un movimiento al que la gente simpatizante deba adherirse, sin considerar el tema de sus finanzas, pues del tema de su transparencia no dispongo de información, sin datos acerca de los apoyos tácticos financieros y mediáticos que lo rodean. Hay iracundas acusaciones que lo relacionan con círculos de la Oligarquía mundial (Club Bilderberg, La Comisión trilateral, la mafia y la masonería) y el control fascista mediante implantación de los microchips en las masas. Hecho que el mismo Movimiento denuncia y pretende hacer inviable. Por lo iracundas e irracionales que resultan estas acusaciones es por lo que merecen muy poco crédito.
     La idea que exponen es que la maquinaria cibernética es capaz de procesar información infinitamente superior al individuo o grupo de individuos y tomar decisiones lógicas adecuadas mucho más objetivas que los seres humanos, de donde se deduce que serán, no solamente mejores gestores de los recursos planetarios, sino, además, supervisores y gobierno de la sociedad global. Sólo se precisarán técnicos para su mantenimiento; pero también este ingenio informático debe ser programado para posibilitar su funcionamiento. ¿Desde qué criterio se realizará esta programación? De ello dependerá la libertad-sumisión de la población del planeta, de  lo que se considere “buen funcionamiento humano y social” y lo que se considere inadecuado. Una sociedad tal puede progresar técnicamente exponencialmente, pero su “humanidad” queda constreñida a la rigidez mecánica del programa y su inexorable aplicación lógica. La maquinaria cibernética, por su propia naturaleza entiende de información y eficacia, pero no puede abarcar la complejidad, la evolución y la plasticidad de la propia vida humana. Una vez más todo dependerá de la actualización del programa operativo en manos de los técnicos y de la ideología con la que enfrenten tal actividad. ¿Quién seleccionará estos técnicos con tal enorme responsabilidad? Alguien o una entidad ideológica debe quedar como supervisora en un mundo en el que la mayoría se ocupe de sus aficiones, motivaciones e intereses. La ambición, el ego, no es algo únicamente economista. La persona humana no es únicamente un programa genético, ni simplemente condicionamiento favorable o desfavorable del medio familiar y social. El propio decidir personal, la propia interpretación basada en la propia personalidad queda más allá de lo previsible; y la lógica de una maquinaria cibernética, por muy perfeccionada que sea, no puede con ello. ¿Qué nos garantiza que el grupo que vele por el programa de la formidable máquina que dirija y gobierne el mundo seguirá una programación lo más humana posible? Las necesidades básicas pueden quedar garantizadas y también otras motivaciones lógicas de índole más elevado. La superación de la escasez y del economicismo monetario son importantes, la desaparición de los conflictos tales como las guerras y de reparto de la abundancia planetaria puede ser hermoso y un enorme logro, pero aquí se acaba. A partir de aquí las motivaciones de las gentes pueden ser tan diversas e imprevisibles que las máquinas cibernéticas no puedan procesar. ¿Estas desviaciones serán reprogramadas por las máquinas actuando sobre la población? ¿O los individuos tendrán que reprogramar la máquina para que lo integre como variables de programa? Los técnicos supervisores-programadores constituirán una élite corporativa. ¿Qué o quienes les elegirá para tal función? ¿Con qué criterios? Si son las propias máquinas ¿en qué sentido lo harán? Resulta lógico que en el sentido de continuidad del programa y rechazarán perfiles no adecuados a la estabilidad y pervivencia del programa establecido. La primera opción es la más probable de ambas. En este caso, aún si fuera establecido un gabinete de sabios para elegir a los técnicos, igualmente se constituiría una élite y los que programasen y reprogramasen serían los auténticos dueños del mundo. Algo tal inaceptable como terrorífico.
     Lo que se trataba de evitar, el gobierno global mundial en manos de corporaciones político-financieras, acabará produciéndose en manos de planificadores-programadores por el mismo motivo: ¡El poder!
     Una iniciativa de movimiento con estas expectativas, por muy bellamente expuesto y lógico que sea, no puede considerarse de otro modo que como una brillante propuesta. Es necesario  que se relacione con otras afines o próximas de diversas  procedencias y con apoyo decidido de muchos ciudadanos del mundo descontentos con la situación actual y deseosos de transformación. Estas iniciativas revolucionarias deben dialogar entre sí y encontrar aspectos de coincidencia y acción común. El movimiento Zeitgeist no debe conquistar, convencer, sugestionar o cautivar a las masas de población, sino que ésta, la población concienciada y despierta, sabiendo lo que quiere, reúna a las mejores mentes y les digan qué es lo que quieren para ahora y las futuras generaciones.    


Apoyo mutuo
     Cuando la conciencia social de los ciudadanos del mundo decidan en base al apoyo mutuo y al espíritu de servicio constituir una única entidad de recursos planetario, serán sobradamente capaces de generar toda esta maravilla y aún mucho mejor; y no la ingeniosa y brillante visión de estas personas como codirectores de una propuesta de civilización global planetaria en la que sus visiones e interpretaciones humanas mediaticen y dirijan a sus entusiastas y activistas con su proselitismo, por muy lógico y científico que pretenda ser.

     Mi intención ha sido ofrecer toda esta información y generar debate. Pienso que la propuesta del movimiento Zeitgeist con información muy coherente y lógica es de gran valor. Es una propuesta ejemplar, brillantemente formulada por la asociación de tres personas atrevidas y valientes. Que de sus argumentos y discursos se produzca un debate creativo y pueda ver las gentes, indignadas e inconformistas con el actual sistema que rige el mundo, que hay posibilidades creativas operativas.
Espíritu de servicio

      Que sea la toma de conciencia y consciencia de los ciudadanos, en razón al apoyo mutuo y espíritu de servicio, lo que transforme el mundo y el planeta en una democracia real, directa, sin mediadores visionarios, ni gurús de ningún tipo.

     Toda persona conciente sabe que ya no se dispone de mucho tiempo para afrontar un cambio de valores, pero estos valores tienen que ser lo mínimo común de toda la población humana acordados por consenso tras serios y humanos debates internacionales vía congresos y convenciones con total transparencia informativa.

Se puede desafiar al sistema
     Se puede desafiar al sistema, pero siempre desde la concepción de la No-violencia. La hermandad y pacifismo crea más lazos y con firmeza que las asociaciones puntuales por ira y cólera irracional.
    Si el mundo se funde en una única familia planetaria, que cada miembro de la misma ame a su hermano/a y a la propia familia planetaria; no porque sea práctico y utilitario, sino porque nazca de lo genuinamente humano.


      La tecnología ha dado forma social y cultural al mundo en que vivimos; pero nada de esto hubiera podido ser si no se hubiera dado el poder cohesionador del apoyo mutuo, aunque en su inicio fuera instintivo más que social. Nuestra especie no hubiera llegado a realizarse sin el apoyo mutuo y el compromiso de sus integrantes comunidad a comunidad, aunque guerrearan entre sí en los albores de nuestra infancia. Primero el apoyo mutuo, luego, en su aplicación práctica, deviene en tecnología. Así, pues, lo genuinamente importante es favorecer y no interferir con él, porque de la solidaridad, de la compasión, del espíritu de servicio de unos para con otros, todo es realizable; y lo que brote será genuinamente lo que generará una humanidad que descubra y muestre incesantemente su potencial inherente.

    Estamos asistiendo al alumbramiento de una nueva humanidad.






Ernesto Cabeza Salamó