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martes, 4 de enero de 2022

EDUCACIÓN AUTO REALIZADORA TRASCENDENTE 2ª Parte. EDUCACIÓN INTEGRATIVA TRANSPERSONAL.


 EDUCACIÓN AUTO REALIZADORA TRASCENDENTE 2ª Parte.

EDUCACIÓN INTEGRATIVA TRANSPERSONAL

“NUEVO PARADIGMA DE EDUCACIÓN TRANSPERSONAL”


Escrito 12 de la serie “Nuevo humanismo”.

El ser humano es un misterio y es, asimismo, insondable.


 ¿Cuáles son los objetivos de la Educación Humanista Integrativa?

Ya hemos visto que en la educación extrínseca los educadores se dedican a impartir el conocimiento que los niños necesitan para vivir en una sociedad industrializada, su preocupación es la eficiencia: la implantación del mayor número de hechos en el mayor número posible de niños, con un mínimo de tiempo, gasto y esfuerzo. Por otro lado, los educadores con orientación humanista cumplen con el propósito de la creación de seres humanos mejores, es decir, auto realzadores y autotrascendentes. Desde el punto de vista de los educandos, en la educación tradicional, la tendencia es el intento de complacer al maestro, con lo cual se limita la creatividad y, en cambio, se refuerza la memorización, en lo que el maestro quiere que se sepa y no tanto en el propio pensamiento; así el niño aprende a comportarse guardándose los pensamientos para sí. Hay una oposición dialéctica entre pensamiento y los efectos de la propaganda, el adoctrinamiento y los condicionamientos operativos. Todo esto último desaparece ante el pensamiento. Los males de la educación orientada extrínsecamente se resumen en la expresión “conseguir un título”, que se adquiere tras invertir un tiempo dado. A estas horas invertidas se les llama “créditos”, es decir tiene un “valor monetario”. Vale decir tienen un valor de “signo”.

En los estudios de orientación intrínseca, no habría calificaciones, ni créditos, ni asignaturas obligatorias; cada niño o persona podría aprender lo que quisiera. Observemos que esto último puede rechinarnos y justo este hecho ejemplifica lo condicionados que estamos por la práctica de la educación extrínseca. En la educación intrínseca la escuela y universidad estaría por todas las partes, no se supeditaría a ciertos edificios y horarios; y los educadores serían todas aquellas personas que tuvieran algo que quisieran compartir. Puesto que el aprendizaje se da a lo largo de toda la vida. En cierto momento evolutivo personal, el estudiante, además de intentar encontrarse a sí mismo, indaga sobre aquello para lo cual es “bueno” y aquello para lo cual “no es bueno” y desde aquí solicitaría asignaturas y seminarios, tratando de encontrar cómo satisfacer sus deseos, conocer sus características y ser capaces de vivir de modo que los exprese; es decir aprender a ser auténticos, sinceros, permitiendo que la conducta y el lenguaje sean la expresión espontánea y veraz de los sentimientos.

El lenguaje interno, resulta ser una voz que resuena en nuestra conciencia y pensamiento; un aspecto importante del autoconocimiento es la capacidad de atender con claridad las señales internas, sean sensoriales, anímicas, pensamientos e intuiciones; y no ignorarlo por imperativos culturales con sus respectivas creencias.

Jean-Pierre Garnier Malet

No se trata de ilusiones y alucinaciones patológicas, las personas sanas también tienen voces internas y claras referentes a cuestiones éticas y de valor; tengamos en cuenta las consideraciones que Jean-Pierre Garnier Malet nos presenta en su libro “Cambia tu futuro por las aperturas temporales” en el que el “Doble energético” nos muestra ciertos conocimientos desde la “Otra dimensión” de acuerdo a su Teoría del desdoblamiento del tiempo y el espacio a través de los sueños e intuiciones. Garnier nos dice que el “doble” energético se proyecta en el futuro, extrayendo información de una realidad paralela y la trae a nuestra existencia. Se capta de un modo intuitivo y también durante los sueños.  La información que aporta es inconsciente, procedente de nuestro “otro yo” formado por energía cuántica. Garnier añade que es de suma importancia la integridad en nuestro pensar, ya que si los pensamientos resultan inarmónicos o negadores de nuestra autenticidad se crea un bloqueo o dificultad de realizar nuestro hipotético mejor futuro.  De ello se concluye que disponemos de un organismo de tipo corpuscular (nuestro cuerpo) y un cuerpo energético encargado de emitir y de captar informaciones vitales. Esa información sólo puede venir del pasado al presente o del presente al futuro, pero no del pasado al futuro. Lo cual sugiere que lo que se llama futuro ya es presente en el ámbito cuántico, así como lo es asimismo el pasado y nuestro presente. Funciona como una antena receptora cuando generamos preguntas a las que hay respuesta. Observemos en esta teoría del “Doble energético” una correlación con la Teoría Sintérgica de J. Grinberg y con los testimonios que nos ofrece M. Newton en sus obras.

 Las personas auto realizadoras trascienden, en gran medida los valores de su cultura. Por ello una educación fundamentada en la auto realización ayuda a la gente a trascender el condicionamiento propio de la cultura y, por ello, a convertirse en ciudadanos del mundo, es decir que puede concebirse otro enfoque posible del mundo (altermundismo). Superar la culturización y despertar al sentido de hermandad universal son ingredientes valorativos de la auto realización.

Otro de los objetivos que nuestras escuelas y maestros deberían perseguir es el descubrimiento de la vocación, del propio destino. Parte del aprendizaje de quienes somos parte de la capacidad para escuchar las propias voces internas, reside en el descubrimiento de lo que queremos hacer con nuestra vida. El descubrir cuál es nuestra tarea en la vida. Sintiéndonos a gusto con nuestro trabajo nos parece que el tiempo pasa muy rápido. Aun así, en muchos servicios de orientación vocacional, sus profesionales no tienen en cuenta los objetivos de la vida del usuario, ni siquiera de lo que le es necesario para alcanzar cierta felicidad; y que únicamente toman en consideración lo que la sociedad precisa y demanda de ciertas profesiones; es fácil que ocupen puestos importantes de planificación de la política educativa en los países. Hay que tener presente que, si nos sentimos realizados en el trabajo, tenemos ganado un medio importante para alcanzar la propia plenitud.

Un cometido de la escuela debería ser el ayudar a los niños en la introspección y con el autoconocimiento que proporciona, considerar los valores que aporta. El tema de los valores es algo que difícilmente se trata en las escuelas pues se considera que tal función reside en la familia y sus respectivas confesiones religiosas, siendo la función escolar laica, se ocupa de otros asuntos. Por ello no aparecen en las propuestas educativas consideraciones intrínsecas existenciales. La psicología existencial, humanista y transpersonal concibe el ser humano como poseedor de una “esencia” de tipo biológica o propia de la especie, es decir, la propia biología subjetiva. Por otro lado, la especie humana es la única que tiene dificultades para serlo; ya que no tenemos instintos animales inequívocos. Nuestros vestigios instintivos son débiles, sutiles, difíciles de contactar y delicados, donde es preciso adentrarse para descubrirlos, un tipo de biología introspectiva, es decir adentrarse en la identidad del Yo precisa espontaneidad y naturalidad. No obstante, no debemos confundirlo con la impulsividad reactiva de ciertos trastornos de personalidad.

Simultáneamente aparece de un modo instintoide, otro conjunto de capacidades latentes que definimos como talentos o potencialidades específicas y únicas como individuos, aparecen íntimamente entrelazadas o fusionadas con lo anterior; pero en el propio análisis introspectivo la conciencia es capaz de distinguirlo. Para esta labor es útil reducir el ruido mental haciéndonos receptivos y así atender a las tenues y delicadas sugerencias tanto de nuestra naturaleza biológica común como especie como asimismo la intuición e inspiración de nuestra propia peculiaridad (potencial, estilo personal, ritmo propio, nuestros gustos estéticos, nuestros valores, preferencias y en qué dirección va nuestro cuerpo en bienestar, a ver hacia dónde nos conduce todo ello); y, al tiempo, aprender qué significa ser un animal humano como los demás, es decir en qué nos parecemos o somos con los demás.

El enseñar que la vida es preciosa, que sin gozo no valdría la pena vivirla, debe ser un objetivo importante de la educación. Vivir tiene que tener significado, ha de albergar experiencias de gran intensidad que le den valor y la haga merecedora de ser vivida. Las experiencias cumbre son frecuentes en los niños y que el sistema educativo dominante es un eficaz instrumento para malograr estas experiencias e impedir o dificultar su posibilidad; como ejemplo, las clases muy pobladas de alumnos y con muchas asignaturas que obliguen a que el maestro anteponga el orden y silencio al intento de presentar el aprendizaje como una grata experiencia. El maestro se puede presentar como un modo de realización, el cómo ayudar a algo o a alguien, dado que a los niños les satisface ayudar. Sin énfasis en la rigidez organizativa, la creatividad se fomenta. Como la familia transmite a sus hijos modelos de conducta deformados, los maestros sanos se ofrecen como modelos de alegría y auto realización y entonces los niños imitarán a estos últimos. Actitud que se manifiesta en tres aspectos:

A)    * Cuando el educador es fluido, abierto e integrado, resulta mucho más receptivo y participativo que intruso.

B)    * El maestro debe darse cuenta de la persona que es su educando y guiarle o enseñarle a contactar con la persona que es. Nunca acudir a la amenaza, sino creando una atmósfera de aceptación de la naturaleza del niño, así se reduce la ansiedad, el temor y las defensas del mismo. El maestro se interesa por el niño, disfruta de su presencia, su crecimiento y auto realización.

C)      *Concebir como probables la aparición de experiencias cumbre, de modo que así se facilite el que acontezcan, así como experiencias de sobrecogimiento, misterio, asombro o de perfecta consumación como objetivo y recompensa del aprendizaje, que su fin es lo mismo que su inicio.

La educacion intrínseca debe favorecer, contribuir y apoyar que las necesidades básicas del educando estén satisfaciéndose. Cuando las necesidades de seguridad, pertenencia, dignidad, amor, respeto y estima se satisfacen, entonces la criatura puede alcanzar espontáneamente la auto realización.

Alentar como objetivo la conciencia de la belleza y el prodigio que es la vida; puesto que en nuestra cultura actual nos insensibilizamos con gran frecuencia. Vivificamos la cualidad de la experiencia cotidiana cuando imaginamos la muerte inminente propia o de la persona con quien se está.

También hay que evitar los estereotipos y las rutinas, impedir o dificultar el acostumbrarse a cosas y hechos.

Cuando el maestro consigue que el estudiante tome conciencia del encanto y belleza que encierran las materias tales como matemáticas, historia, geografía o filosofía; está aplicando el mejor método de enseñanza.

Es importante el enseñarles la percepción unitiva en los fenómenos y objetos: ser capaces de ser simultáneamente lo temporal y lo eterno, lo sagrado y lo profano; así se predispone a la integración transpersonal de testigo-objeto venidera.


Los educadores deben entender y así enseñar que los controles no son necesariamente represivos. Las personas auto realizadas aplican un tipo de dominio en el cual las variables de control y gratificación se ligan de modo que la experiencia educativa sea más placentera. Como ejemplo ilustrante de ello démonos cuenta de que resulta más agradable comer en una mesa bien dispuesta con una comida bien preparada, aunque disponer todo eso requiera un mayor control y posponer lo impulsivo.

Es importante en la verdadera educación que el educador pueda trascender en sí y en sus educandos los pseudoproblemas (es decir los problemas neuróticos) y enfrentar las problemáticas existenciales de la vida (el mal, el sufrimiento, la miseria, etc.). Maniobra útil para disminuir el poder de la “sombra” y alentar lo existencial y lo altermundista.

Un objetivo más de la educación intrínseca es poder aprender a tener acertadas elecciones, es decir darse cuenta en cierta gama de variables o alternativas, cuál es la que más se ajusta a nuestra autenticidad y entonces elegirla con la certeza que será la más adecuada y gratificante.

Por último, tener presente que, si asumiéramos como objetivo educativo fundamental la toma de conciencia y satisfacción de los “Valores del Ser”, florecería una civilización nueva. Las personas serían más fuertes (es decir capaces de asumir la realidad tanto en sus aspectos favorables como desfavorables), más sanas, más responsables de su propia vida y con un conjunto racional de valores que guíen en la elección; las personas se sentirían motivadas a tomar parte activa en el intento de cambiar la sociedad en la que viven. La progresión hacia la salud psicológica significa también la progresión hacia la paz espiritual y la armonía social. Aquí vemos la simulación de la aplicación de los Cuatro Cuadrantes de Ken Wilber.

Antes de concluir el presente escrito permitidme hacer unas consideraciones que, aunque en algunos aspectos puedan aparecer reiterativas, me resultan muy interesantes de expresar.

Estamos en unos tiempos muy conflictivos, unos tiempos de gran malestar y de desencanto global. Lo impensable ha acontecido, lo inconcebible en un mundo desarrollado nos ha conducido a una situación totalmente distópica que puede amenazar estructurarse en vez de ser coyuntural. Portando, es necesario cuestionarse y revisar lo que nos implica como “seres – humanos -en- el -mundo”.

La epistemología se ocupa de estudiar la naturaleza, el origen y la validez del conocimiento. El conocimiento dominante hoy en día desde la Ilustración es de naturaleza simbólico según Ken Wilber (dualidad entre sujeto y objeto). Es hora de que éste quede complementado por el de tipo transpersonal (no dualidad entre sujeto y objeto). Estos dos modos de saber deben integrarse y complementarse y por ello llegamos a la necesaria demanda de un conocimiento humanista y transpersonal.

 Lo interno, lo intrínseco, es una realidad a la cual se puede acceder, ya lo hemos considerado en este escrito, pero ahora lo miramos desde otra perspectiva. Cuando entramos en estados de ondas cerebrales α (alfa) y θ (theta) nos adentramos en estados de conciencia específicos que producen cambios significativos en el cerebro afectando a muchas de sus funciones como la memoria, la autoconciencia, la empatía, el sosiego, o serenidad, la visualización, creatividad, etc. Lo que significa que ese algo que ocurre en la conciencia produce efectos fisiológicos y contribuye al bienestar personal.

La educación de orientación intrínseca, en conexión con la física cuántica y lo transpersonal ofrece un paradigma alternativo al del materialismo científico y su educación extrínseca. El conocimiento dual y no-dual deben complementarse e integrarse, así se puede lograr la armonía entre razón y corazón y sanar al ser humano actual superando el egoísmo que tanto sufrimiento causa al ser humano.

La Edad Moderna nos trajo el dominio de la racionalidad, y hoy, ésta debe reconciliarse con Nuestra profundidad del Ser, es decir con la espiritualidad, con la sabiduría que cada cual tiene en el Ser a través de la auto realización trascendente. La racionalidad materialista de la edad Moderna ha conducido histórica y sociológicamente a considerar la humanidad como objeto de una ingeniería social y mental por parte de los poderes fácticos, reduciendo al ser humano a un ser manipulable, objetual, y a un pensamiento único neoliberal. Por ello es necesario auto realizarse, contactar con las motivaciones y valores del Ser, conquistar la libertad tanto individual como colectiva asentada en la ética humanista y transpersonal, adquirir un empoderamiento consciente que nos permita alcanzar el propio destino y el de la humanidad, es decir cesar el sufrimiento de las personas por no poder contactar con el genuino sentido de sus vidas. La educación debe ocuparse de la libertad de las nuevas generaciones y de que se empoderen con pleno conocimiento intrínseco y extrínseco de lo que se concibe como realidad; ya que como demuestra J. Grinberg, la realidad de afuera es una ilusión y que la verdadera realidad reside en el interior de cada cual, siento mayor o menor conforme a nuestra capacidad de generar campos neuronales más o menos coherentes y densos de información.

Nuestra cultura y sociedad está enferma, infectada por pseudovalores como la competividad, el deseo de lucro, el individualismo, el afán consumista, la apatía, el sentimiento de vacuidad vital y la corrosiva pérdida del sentido de la vida. Ya hemos visto que el compromiso hacia la auto realización nos permite contactar con el potencial, ya sea latente, de todo ser humano. Una educación que apoye y conduzca a la auto realización debe basarse en el aprendizaje colaborativo, en implicarse en proyectos y en el basado en la resolución de incógnitas y problemas; pero por encima de todo ello, como veremos más delante de mano de J. Grinberg, es necesario hacer de los estudiantes buenas personas que hagan posible que este mundo sea cordialmente habitable, limpio, sin violencia, comprometido con la paz personal y colectiva. Hay que empezar a descubrirse a sí mismo como un potencial humano que debe aflorar y qué mejor medio para ello que la exploración de la conciencia y sus niveles por medio de la meditación. Además, a partir del estado meditativo, el niño puede contactar con unas capacidades que se nos antojan increíbles, aludiendo al manejo de Otra Banda sintérgica fácilmente disponible para los infantes de 6 a 12 años, como la obra de Grinberg presenta y que yo mismo puedo ratificar en mi trabajo con niños. Realmente acontece un cuestionamiento del viejo paradigma psicológico y la emergencia de uno nuevo.

Ken Wilber

Cuando consideramos, dentro de la concepción de los Cuatro Cuadrantes de Ken Wilber, el cuadrante superior derecho (Individual externo= Ello) hacemos contacto con la psicología positivista científica, es decir la observación y estudio objetivo del comportamiento humano, es decir de aquello que está sujeto a la medición y a la sistematización experimental del comportamiento y conducta humana; lo que constituye el reduccionismo psicológico oficial y tradicional.  Cuando se contempla la evolución de la conciencia personal (egoica) a la transpersonal, es decir la expansión de la conciencia desde el “Yo” al “Nosotros” (Nos-otros) =(Yo + los otros) ya completamos los otros tres cuadrantes lográndose superar dicho reduccionismo. Está claro que la actividad psíquica no se ciñe sólo a las manipulaciones sensibles, concretas y fisiológicas, sino que alude a aspectos y fenómenos profundos irreductibles a un patrón mecanicista. La actividad neurofisiológica y endocrina como mecanismos de información y circuitos de gran complejidad, actualmente se contemplan de un modo muy diferente cuando se observa el efecto de los “Campos neuronales” de la Teoría sintérgica y sus implicaciones con la vida y la Lattice como señala Jacobo Grinberg. Ya no hablamos del inconsciente freudiano (Ello = a sombra) y jungniano (Inconsciente colectivo). Hay mucho más que se está descubriendo. La psicología transpersonal es prueba de ello, nació a finales de los años 60 y principios de los 70 por investigaciones de psicólogos, psiquiatras y psicoterapeutas a partir la psicología humanista y sus diversas visiones. Personajes como Abraham Maslow, Stanislav Grof que, ahondando en el potencial latente del Ser Humano, concibieron expandir el marco de la psicología humanista más allá de la atención sobre el yo individual, interesándose por el estudio de la dimensión trascendente de la naturaleza humana y de la existencia, integrando tradiciones filosófico-espirituales extra occidentales.

Desde la postura altermundista y universalista se hace necesaria la presencia de la filosofía como asignatura, tanto occidental como extra occidental; de modo que los educandos adquieran una visión integral de la ciencia y de la profundidad del ser. Del mismo modo que la filosofía escolástica (medieval) supeditó la razón a la fe, la filosofía occidental tradicional (materialista, cientificista) ha sometido la razón al servicio de la fe ciega en el economicismo y los mercados. Por ello incorporar la visión transpersonal devuelve al ser humano a una integridad que supera lo materialista-mecanicista.

A más, hay que educar para la sociedad y el medio ambiente, apuntando a que actualmente se da una hiperconectividad creando lo llamado “Déficit por naturaleza”. Conjunto de afecciones físicas y emocionales causadas por carencia de interacción con la fauna y flora (y no sólo de plantas en jarrón o maceta y de mascotas). Se hace necesaria la interacción con los espacios naturales en el modelo educativo. En suma, la escuela también debe contribuir a potenciar la relación de niños y familia con la Madre Tierra.

 

Significado del Sentido de la Vida 

Antes he anotado que educar es presentar la vida como algo precioso, que hay que aprender a gozarla, pues sin disfrutarla es malograrla; y que vivir tiene que tener significado, ha de contener experiencias enriquecedoras de algún modo que la hagan digna de ser vivida.  


En un sentido preciso y profundo, el sentido de la vida consiste en ir canalizando, actualizando y realizando el potencial personal; en un sentido más general, coincido con Amador Martos al decir que el sentido de la vida está en el amor que profesamos a nuestra familia, amigos, sociedad y comunidad (nacional y planetaria). El nexo de unión entre ambas es que el proceso de auto realización implica el contacto con el Ser y el Deber ser axiológico con su consecuente aporte epistemológico.

Nuestro Ser con su potencial, nuestro sentimiento amoroso al genero humano en su diversidad; es decir el “Yo” y el “Nosotros”. Nuestro sabernos en contacto con la propia humanidad personal y general, nuestro pensarnos así, nuestra razón de ser. Sin embargo, lo que percibimos demasiado a menudo es la esclavitud económica como signo de identidad dentro del sistema capitalista, tantas veces muerto y luego resucitado. Es tiempo de rescatar la razón del tiránico ego plutocrático, un enfermo depredador de la biosfera y noosfera. Ahora me explico revisando algo de historia de la filosofía. Immanuel Kant en sus Tres Críticas diferenció los tres ámbitos del conocimiento moderno. Antes de él René descartes rompió definitivamente con los restos de la mentalidad medieval con “El Discurso del Método” donde separó la razón como medio para el conocimiento de la obediencia al dogma y la fe. Isaac Newton desde la razón ideó la actual física mecanicista. I. Kant entonces diferenció a la ciencia (Razón pura), la profundidad de la identidad de la persona (Razón al Juicio) y a la moral (Razón práctica); pero presentó el temor acerca de que el ser humano estuviera aún en “minoría de edad”, es decir inmaduro, para manejarlas acertadamente en el ensayo “¿Qué es la ilustración?”. A día de hoy este temor de Kant sigue irresuelto y perdurable.

 Así esta diferenciación kantiana entre un mundo racional material, el mundo subjetivo psíquico y el mundo moral; al no poderse integrar personal y culturalmente produce una muy grave enfermedad de impregna todo lo social, intelectual y moral; dado que estamos destruyendo no sólo el mundo, sino también a nosotros mismos. Afecta a nuestro modo de vivir, pensar y amar que actualmente está en manos de los poderes fácticos que se han apropiado del saber científico para perpetuar su ideología de “pensamiento único neoliberal”. Se da una disociación entre razón (mente, yo) y espíritu (nosotros) manifestando un tipo de locura esquizofrénica en la noosfera, W. Reich añadiría que también en la biosfera con las biopatías humanas, que nos conduce a una inminente aniquilación de la actual civilización.

Plutocracia
“El conocimiento es poder” afirma la sentencia. El genuino poder como presenta el chamán Juan Matus en el libro de Carlos Castaneda “Las enseñanzas de Don Juan” es el resultado de una victoria creativa frente a la importancia personal, y, en consecuencia, es algo del todo impersonal que se conquista con la abnegada práctica de la impecabilidad personal (alta integridad sintérgica según Grinberg) y aún así constituye un gran desafío en el que es muy fácil sucumbir si no se está permanentemente en autoacecho. En este supuesto el Poder es Conocimiento y el Conocimiento es Poder. El poder que congrega la plutocracia es una ilusión del mismo, un espejismo. Es ignorancia, es egoísmo de constituir esa “clase elitista” como les gusta denominarse. Puede ser un poder legal, pero humanamente ilícito y amoral, y destruye la libertad. Como el control político, de los medios, de lo financiero y de la ciencia está reunido en las manos de la plutocracia, parasita la presencia y libertad de las gentes. Estas entregan su energía vital y libertad a sus controladores que se ofrecen como referentes y modelos de aspiración, dejando para la población sólo lo que les sirve a sus fines de dominación. Por ello resulta muy interesante darse cuenta y comprender cómo el poder de una minoría ha prevalecido impunemente con cambios cosméticos a través del tiempo en manos del patriarcado y cómo se perpetúa por encima de las eufemísticas democracias representativas. Todo un secuestro de la libertad de los pueblos.

Vivimos en una incesante lucha entre materialismo (la razón pragmática mecanicista) y el idealismo (la razón de lo profundo y subjetivo). En ambos enfoques se encuentran las mismas verdades, solo que esos dos modos de saber e interpretar el mundo son diferentes: el método científico (dualidad entre sujeto-objeto) y el método místico contemplativo (no-dual entre sujeto-objeto). Dos modos interpretativos y de abordaje de la “realidad” antagónicos que el conocimiento cuántico y lo transpersonal aúnan en un revolucionario pensamiento que orienta la razón hacia la espiritualidad. El armamento por manejar contra el moribundo pensamiento occidental consiste en todos los valores del Ser que aparecen con la auto realización trascendente (Amor, Compasión, Solidaridad, Altruismo, Empatía, Conocimiento, Verdad, Belleza, Bondad, Justicia, Paz, Igualdad, etc.).

Vivimos en una sociedad tecnológicamente avanzada, pero no en sapiencia.  En nuestra sociedad, son unos pocos los que piensan por los demás. Han generado un “pensamiento único” y neoliberal, toda una dictadura del imperialismo económico que se autoperpetúa.   Consecuentemente es del todo necesario el surgimiento de una nueva consciencia.

Para ello es de necesidad la aparición y generalización de una “educación transpersonal Integrativa” que resuelva definitivamente la disociación entre los tres enfoques del conocimiento (la ciencia, el Ser, la ética), los reúna en un cuerpo único y posibilite la auto realización de todas las personas en el mundo. De este modo, volviendo al principio de este apartado, la propia vida y la de la sociedad adquiere pleno sentido: “En un sentido preciso y profundo, el sentido de la vida consiste en ir canalizando, actualizando y realizando el potencial personal; en un sentido más general, que el sentido de la vida está en el amor que profesamos a nuestra familia, amigos, sociedad y comunidad (nacional y planetaria). El nexo de unión entre ambas es el proceso de auto realización que implica el contacto con el Ser y el Deber.

La mente como problema

 Hay hoy una revolución en la ciencia. La ciencia tradicional se mantiene en la visión materialista, pero han surgido unos científicos que apoyan y desarrollan un nuevo paradigma científico basado en la supremacía de la conciencia. Ya se va dejando atrás la visión de la mente como pura biología, apareciendo otras interpretaciones con connotaciones cuánticas, la mente en conexión con el universo entero; es decir la conexión de la racionalidad humana y el campo cuántico. Estamos consecuentemente en el inicio de un nuevo camino por explorar.)

Por ejemplo, se ha demostrado que la vida intrauterina humana desarrolla un tipo de memoria de sonidos y palabras maternas (músicas, palabras, etc.) que oyen con frecuencia o que impactan, lo que indica que el aprendizaje se inicia antes del nacimiento. Siendo motivo de alegría si tienen que ver con aconteceres felices o favorables, y también de preocupación si apuntan en sentido contrario.

Esto es algo que he podido comprobar en la experiencia con mi hija. Su madre frecuentemente entonaba una canción de ritmo oriental a lo largo del embarazo; tras el alumbramiento y por largo tiempo sucesivo, producía en la niña un estado de relajado placer y bienestar. Por otra parte, con la técnica regresiva de hipnosis he asistido a regresiones a la etapa fetal y los pacientes han verbalizado impresiones, sentimientos y acontecimientos de tales etapas intrauterinas, luego se ha asentado un tipo de memoria inconsciente que en el estado de conciencia hipnótica se rememora. Asimismo, he asistido a regresiones espontáneas en psicoterapia profunda que, sin necesidad de hipnosis, tales vivencias se han rememorado de modo espontáneo. Todo ello tiene que ver con las modalidades de las frecuencias de las ondas cerebrales a las que he aludido antes; en especial a las ondas alfa y theta (α y θ); ondas que asimismo se producen en adultos en estados tanto de meditación como de hipnosis. Los niños, al nacer viven sumidos en un estado de ondas delta (δ) de 0 a 2 años de edad; luego estas ondas evolucionan a theta (θ) entre los 2 a 5 años y a alfa (α) de 5 a 8 años; a continuación, se va estableciendo lenta y progresivamente el curso de ondas beta (β) que son las habituales en la adultez. En estados de meditación, así como en hipnosis, los adultos acceden a estas ondas (principalmente alfa y theta) pudiéndose en tales estados de conciencia acceder a tal tipo de información; una información que alude al mundo interior profundo. También se producen de forma natural en adultos en los momentos de relajado descanso y cuando se accede al sueño y sus etapas de dormir y estados oníricos.  Son estados de trance que reconectan a vivencias pretéritas prerracionales cuando vivían en estos estados de forma natural.

A la pregunta de cuándo comienza la memoria, respondo que se inicia con la vida y, sin duda, bastante antes del nacimiento. Por ello se puede concebir la vida como una expresión cuántica percibida por la mente humana. Y aún más, aparecen recuerdos muy claros de personalidades pretéritas, conocidas como reencarnaciones, estudiados por serios investigadores de psiquiatría mediante terapia regresiva a vidas pasadas, entre quienes destacan Brian Weiss y Michael Newton; y entre otros, este humilde servidor cuando recurre a estas modalidades psicoterapéuticas; con ello se aborda la reencarnación de un modo científico demostrando que hay en el ser humano un componente energético y consciente que permanece activo, en existencia, tras la muerte organísmica. Ya se llame espíritu o alma. Y que no es mera intuición o creencias y dogmas religiosos como se afanan en explicar los materialistas cientificistas. En esta dirección asimismo apunta las apreciaciones de Garnier ya citado anteriormente.

Otro aspecto a considerar tiene que ver con los muy numerosos testimonios de experiencias cercanas a la muerte (E.C.M.), se trata de percepciones narradas por personas que han estado a punto de morir o que han pasado por una muerte clínica y han sobrevivido. Los fenómenos que relatan son experiencias fuera del cuerpo, incremento de la percepción sensorial, emociones intensas, sentido de alteración del tiempo y del espacio, viaje hacia o a través de un túnel, visión de luz brillante y de paisajes paradisiacos, encuentros con familiares o amistades fallecidas, figuras religiosas, etc., revisión de la vida, aprendizaje de un conocimiento especial, encuentro con una barrera o límite y regreso voluntario o involuntario al cuerpo físico.

Si el Ser humano es una distorsión precisa del Campo Cuántico, hay una parte del mismo que permanece en conexión con su origen multidimensional, lo que nos recuerda nuevamente a Jean-Pierre Garnier Malet y nos remite nuevamente a las investigaciones del prestigioso psicofisiólogo Jacobo Grinberg.

Todo lo dicho nos demuestra fuera de toda duda que el mundo interno y profundo de las personas está conectado con el mundo externo. Estamos habituados a saber de ello por medio de tradiciones espirituales como el hinduismo, budismo, taoísmo y chamanismo, entre otros; pero hoy en día es incuestionable que hay una correlación entre estos saberes de tipo filosófico-espiritual y el estudio riguroso en Occidente, a pesar de que el Occidente posmoderno presenta como dogma científico que nada es posible que no sea por mecánica natural y claramente analizable y medible; es decir sujeto al estudio experimental de laboratorio; por lo cual gran parte de lo que nuestra propia tradición manifiesta en forma de filosofía (metafísica, idealismo, existencialismo, ontología, etc.) queda dentro de lo no real y epistemológico aunque pueda pensarse en ello. La cuestión es que la ciencia ignora o niega lo que no puede explicar mediante la aplicación de la concepción de la física newtoniana, pero esto no significa que no exista; simplemente lo considera externo a su saber y por lo tanto sospechoso de “no-real”; entonces muestra escepticismo, cuando no desprecio, y lo califica de especulaciones místicas, esotéricas, de pensamiento mágico e ilusorio.

Creo oportuno en este momento definir el término espiritual tal como lo concibo. Espiritual es la concepción de que todo es algún tipo de energía, un tipo se organiza conformando la materia (partículas-átomos-moléculas), otra se organiza en fenómenos físicos como campos gravitatorios y electromagnéticos, otra tipología como generadora y sustentadora de vida (como es el concepto reichiano de orgón-biones-organismos unicelulares), otra tipología como información y consciencia. Todo ello íntimamente ligado entre sí de forma holoárquica; emanando como microdistorsiones y macrodistorsiones de la Estructura del Campo Cuántico o Lattice como lo denomina Grinberg en su teoría sintérgica. Espiritualidad es la concepción y también sensación y sentimiento de pertenencia a algo mucho mayor que nos trasciende y de lo cual formamos parte. Puede denominarse de muchas maneras: Dios, Fuente, Gran Misterio, Lattice, Estructura Cuántica del espacio tiempo, Uno, etc. Fenómenos experienciables que se superponen y aúnan configurando nuestra identidad personal y nos reúne como colectivo humano, planetario, solar, galáctico cósmico y universal en diversos estados dimensionales, o, mejor dicho, multidimensionales; donde la noción del tiempo pierde su significado porque o deja de ser lineal o se convierte en cíclico, e incluso pierde su significado.

 En lo espiritual ocurre como en los procesos primarios creativos y las experiencias cumbres, ya no se puede hablar de mente, de razón, sino de conciencia y sus modalidades o variantes al expandirse o contraerse. Es el darse cuenta, experienciar un fenómeno y apreciar su efecto transformador. La razón, el pensar exige alguien que piensa (el yo) y algo pensado (el objeto) y se establece la relación “Sujeto-objeto”, “observador-observado”; es decir un dualismo. En estas experiencias de tipo primario y de conciencia expandida (y no solamente por efecto de drogas psicodélicas) esta dualidad desaparece, convirtiéndose en una unidad (La No-Dualidad) donde el observador y lo observado es exactamente lo mismo, es decir la profundidad del Ser. Algunas de estas experiencias son declaradas éxtasis y místicas. Y todos, en forma esporádica o no, hemos participado de ellas. Manifiestan asombro, maravilla, sorpresa inesperada resultando siempre transformadoras. Es decir, irrumpen en nuestra realidad y la cambian desde dentro afuera. A esto le denomino espiritual y, además, trasciende al materialismo mecanicista y al propio yo al producirse esta vivencia, esta experiencia de unidad con todo cuanto existe sea la fisiosfera, la biosfera, la noosfera y la teosfera o ámbito cuántico. Es el fluir de energía-consciencia, se le llama espíritu al concebirlo de forma global y se le denomina alma en su manifestación personal humana; aunque prefiero denominarlo, aunque resulte más largo “Todo lo que soy”.

Así, pues, la espiritualidad forma parte de la realidad existencial, fenomenológica y funcional y no es patrimonio único de la religión que lo transforma en algo dogmático, mítico y aún mágico.

Desde mi punto de vista se da consecuentemente un racionalismo (proceso secundario) al tratar de darle un sentido y, por ello, se habla de racionalismo espiritual o transpersonal; también se le denomina transracional.

Ya hemos visto que el proceso de auto realización conduce al contacto con el Ser y tiene un componente valorativo (Valores del Ser). Aquí Ser y Deber-ser se funden. Entonces lo motivacional y lo valorativo van unidos y con la conciencia de unidad (no-dualidad) aparecen metamotivaciones con sus metavalores que expongo en el post Prehumanismo, Humanismo y Auto realización en el 5º apartado (Situación humana desde el punto de vista del individuo auto realizado trascendente. Allí en el ítem 22 esbozo de forma telegráfica lo que en este post expongo con amplitud. Puede ser útil en este punto que el lector acuda nuevamente a él.

Llegados a este punto hay que aspirar a que la educación se ocupe inicialmente de la auto realización desde la propia infancia favoreciendo en que su meta es el lograr que las futuras generaciones no sólo aspiren a la auto realización, sino que la experiencien en su proceso. Por ello hay que hacer relevancia en lo que Ken Wilber expone en su obra como concepción transpersonal en lo filosófico y psicológico. Porque el nuevo ser humano debe ser consciente y vivir conforme a la asunción de los “Cuatro Cuadrantes”, y tratar de hacerlo efectivo en su praxis de vida. El Yo como función (Interioridad, contacto con el Ser, consciencia de su potencial). El Yo conductual (Ello personal) como comportamiento, conducta. El Nosotros Interior (contenidos culturales, relaciones, alteridad, altermundismo). Y el Nosotros como estructura (Sociología transpersonal, instituciones transpersonales). En lo personal-individual, lo funcional, lo necesario, la auto realización; La expresión de lo mismo de modo formal (integridad, veracidad, impecabilidad en comunicación y acción). La función en lo colectivo (el Nosotros, la cultura en continua transformación creativa y su estructura en las instituciones de la nueva humanidad que abraza e incluye no sólo al género humano, sino al conjunto de la biosfera, noosfera y teosfera; es decir, el concepto de J. Grinberg del Hipercampo extendido planetario y cósmico.

Llegados aquí es útil incorporar las experiencias educativas exploradas por J. Grinberg, ya plenamente transpersonales y cuánticas en relación con lo que él denominó VEO (Visión extra ocular) y que yo prefiero denominar VES (Visión extra sensorial) en la infancia; y la Educación directa en la que los niños exploran el conocimiento como propia experiencia, en forma de extractos del libro “El Fluir en el Sin Yo”.

Jacobo Grinberg en el capítulo I del libro “Fluir en el Sin Yo” titulado “Educación para la nueva era” nos refiere a la experiencia educativa con los niños del Instituto Torres Quintero de la ciudad de Toluca, en México. A resultas de una experiencia previa educativa que resultó poco satisfactoria, esta vez, Grinberg hace partícipes a los padres de su propuesta, “participándoles de la necesidad de que sus hijos aprendiesen técnicas para convertirse en sus propios guías y maestros, ya que pronto sobrepasarían a todos sus mentores.” Les explicó que en la educación convencional el conocimiento se imparte desde fuera, pero no se hace énfasis ni tampoco existe interés en enseñar a aprender; justo la misma problemática que se considera en el presente post. Grinberg les dice: “Si se lograra impartir conocimientos y simultáneamente activar la guía y el maestro que todos llevamos dentro, este último señalaría el camino adecuado”. El objetivo era “Aprender a aprender”. El trabajo lo realizó con niños de 9 a 12 años.

La experiencia la inició bajo la premisa de “aprender de uno mismo significa tener la capacidad de observarse y de deducir, a partir de la observación, el estado en el cual funcionamos y lo que necesitamos corregir del mismo”. Consecuentemente la herramienta fundamental para conseguirlo era la capacidad de “concentración”.

Les propuso una modalidad meditativa ajustada a ellos en la que, de pie estáticos, con los ojos cerrados, se concentraban en la respiración inicialmente, continuaban seguidamente sintiendo las distintas partes de sus cuerpos y sus tensiones, seguidamente les propuso gritar y brincar exteriorizando las tensiones que pudieran albergar para seguidamente volver a conectar con el cuerpo y sus posibles cambios internos. Seguidamente se verbalizaba.

El siguiente paso consistía en relajarse tendidos boca arriba, ya les había explicado que era posible cambiar la ubicación del “observador” pudiéndose colocar incluso fuera del cuerpo, explicándoles que tal cosa no era asunto de magia, sino algo accesible para todas las personas, solo que a los adultos se les había olvidado su existencia.

 Grinberg les dijo: “La escuela debía enseñar a aprender a conocernos desde dentro, a observarnos, a volvernos nuestros propios maestros, a desarrollar todo nuestro potencial, pero ahora raramente sucedía y ahora lo íbamos a intentar”.

Así relajados empezaron a observar sus cuerpos haciendo énfasis en que para que la observación sea eficaz debe ir acompañada de “aceptación”. “Sin aceptación, la observación no cumple su propósito y éste es conocer la realidad tal y como es tanto en nuestros cuerpos y procesos internos como la del entorno” (…) “Por ello si se quiere transformar algo, primero es necesario aceptarlo y amarlo tal cual es”. Les pidió a los niños que observaran todo su cuerpo como una unidad, anotando que lo consiguieron sin ningún esfuerzo.

Colocando el observador de forma extracorporal, les sugirió que observaran el salón en el que se encontraban y que localizando una ventana salieran afuera elevándose sobre la escuela, a través del cielo y después del espacio estrellado observando el propio Planeta Tierra. Seguidamente les pidió regresar y verbalizar la experiencia.

La experiencia les había cautivado tanto que tales niños se sintieron verdaderamente motivados a investigar y obtener respuestas a sus propias preguntas que plantearon a sus propios maestros

Seguidamente les aplicó a los niños la experiencia del “Conocimiento directo”. Les indicó que por medio de un procedimiento concreto se podía conocer lo que desearan, ya fuera una flor, el agua, las nubes, alguno de sus órganos internos, los insectos, etc. Lo que desearan. Una vez decidido lo deseado, debían concentrarse observándolo con plena atención …”hasta que sólo el objeto existiera en su conciencia”. Les indicó que, al cabo de un tiempo, si mantenían la observación atenta, se fundirían con el objeto convirtiéndose en él. Tal experiencia también la realizaron exitosamente y les entusiasmó.

El paso siguiente fue enseñarles a meditar desde la perspectiva del observador: “Les dije que meditar era concentrarse en un objeto y que la técnica era más valiosa mientras más sutil fuese el objeto de observación”; indicándoles que lo más valioso sería meditar sobre uno mismo para llegar a saber “quienes somos”. Era una versión infantil de Vipassana.

Poco después, en otras sesiones les introdujo en la práctica de la “Visión extra ocular” (VEO). Como he dicho anteriormente, yo prefiero denominarla “Visión extra sensorial” (VES). Consiste en activar la capacidad de ver cualquier imagen del ambiente sin utilizar los ojos, a través de ciertas partes del cuerpo; empezando por los dedos y las manos y luego generalizándolo en ciertas áreas del rostro e incluso de el cuerpo (como los pies). Así se logra percibir visualmente como en la visión ordinaria, pero con múltiples ventajas, pues el ángulo de visión es mucho más amplio y queda libre de las limitaciones propias de los ojos (Ej. Miopía, estrabismos, etc.). 

Esta es una práctica que vengo realizando desde ya hace algunos años con niños a partir de 6 años con la colaboración y participación de los padres. Su objetivo es poner en funcionamiento otra “Banda sintérgica” en paralelo a la “Banda sintérgica ordinaria” y así poder posibilitar la exploración e integración las nuevas posibilidades perceptivas accesibles. Hasta hoy he comprobado que, si se utiliza con regularidad, esta capacidad se mantiene en la adolescencia y posiblemente prosiga durante la adultez, pero para ello aún se precisa de algunos años de seguimiento.

No voy a exponer su técnica aquí. En la obra de Jacobo Grinberg ya se describe con detalle y asimismo sus logros.

Queda claro que, con estos procedimientos, en caso de ser considerados e integrados en un currículum escolar, los maestros dejan de cumplir las funciones tradicionales de transmisión de contenidos e información extrínseca y se convierten en facilitadores de respuestas a las cuestiones que sus alumnos les plantean a raíz de sus propias experiencias, curiosidad y deseos de saber. Unas temáticas se asocian a otras de modo que lo intrínseco es la motivación y el maestro lo aprovecha para aportar recursos, respuestas y asociaciones. Es el genuino centro de interés para el proyecto de aprendizaje. El maestro improvisa según las demandas de los alumnos, pero tiene claro qué contenidos aportar en el proyecto, tan sólo aprovecha la demanda oportuna para interconectar experiencias y contenidos. El maestro apoya y satisface el deseo de explorar y conocer de los propios niños en una dinámica en la que la auto realización es el objetivo y motor del proceso de aprendizaje. Desde la colaboración y comunicación del Yo y el Ser hace que estos niños descubran en sí los valores humanistas, altermundistas y transpersonales que hacen posible una nueva cultura y sociedad; una humanidad propia de una nueva Era de la Civilización.


Reseñas bibliográficas:

Abraham Maslow “La personalidad creadora” Kairos 1982

Abraham Maslow "El hombre auto realizado" Kairos 1982

Amador Martos  “Capitalismo y conciencia” 2017

Amador Martos  "Educación cuántica" 2015

Ken Wilber “Sexo, Ecología, Espiritualidad” Gaia.

Ken Wilber "Breve historia de todas las cosas" Kairos 1998

Carlos Castaneda “Las enseñanzas de Don Juan” Fondo Cultura Económica

Wilhelm Reich “La Función del Orgasmo” Paidós

Xavier Serrano "Los niños del futuro" Oct.1996 WWWcop.es/colegio de psicólogos 141.

Michael Newton “El Viaje de la Almas” Arkano Books 2015

Jacobo Grinberg Zylberbaum “La Teoría Sintérgica” INPEC 1991, Mexico.

Jacobo Grinberg Zylberbaum " El Fluir en el Sin Yo" Ediciones B. México S.A.1991

Jean-Pierre Garnier Malet "Cambia tu futuro por las aperturas temporales" Corine Leblanc Editions.

Ernesto Cabeza Salamó "Aproximación ontoenergética al nacimiento"https://cepsiblog.blogspot.com/2012/06/aproximacion-ontoenergetica-al.html

Ernesto Cabeza Salamó  "Visión Extra sensorial"   https://cepsiblog.blogspot.com/2018/04/la-vision-extra-sensorial-ves.html

Ernesto Cabeza Salamó "Visión Extra sensorial y psicología". https://cepsiblog.blogspot.com/2018/04/la-vision-extra-sensorial-y-psicologia.html

Ernesto Cabeza Salamó "Visión Extra sensorial, Educación y Prevención de la salud". https://cepsiblog.blogspot.com/2018/04/vision-extra-sensorial-educacion-y.html









Ernesto Cabeza Salamó a Dos de enero de 2022.








sábado, 25 de septiembre de 2021

“Anuncio del cambio en la civilización actual”



 

“Anuncio del cambio en la civilización actual”


¿Cómo se anuncia un cambio en nuestra civilización?

Veamos:

  Un holón espacio temporal, un tonal del tiempo, una etapa o era civilizatoria ha superado a una anterior.

 Pongamos como ejemplo el caso de la Edad Media, una edad en la que la religión cristiana dogmática inundó la vieja Europa. Todo cuanto se consideraba verdad estaba en los textos y dogmas sagrados y no podía darse ninguna interpretación distinta a la misma bajo la condena de herejía o brujería. El poder residía en los jerarcas de la Iglesia y en la organización feudal surgida del derrumbe del imperio Carolingio.. A fines del siglo X (por el 950 en adelante) aparecía por la zona del Languedoc una comunidad herética contra la que combate el prelado y que sobrevive en el sur de Francia y noreste de España hasta alrededores del 1300, tras una cruzada genocida. Así se afianzó el reino de Francia y mediante el incremento de la burguesía en Flandes, se hizo un patente conflicto con el reino de Inglaterra que dio origen a la Guerra de los 100 años (1337 a 1453). Al final de la misma la nobleza feudal había sido reducida y los estados nacionales monárquicos estaban ya muy constituidos.
Justo un siglo después, el siglo XV (El Quattrocento) surge el Renacimiento en Italia y con él se concluye la Edad Media y nace la Edad Moderna con el Primer Humanismo. Cinco siglos de grandes atrocidades a consecuencia de la imposición dogmática de que toda la verdad de Occidente estaba en manos del poder religioso y sus dogmas. La Verdad, el Conocimiento, el Espíritu y el Poder emanaban de la tradición dogmática cristiana vaticana. El surgimiento de los estados, de la eclosión de la burguesía y del comercio fue erosionando la convicción inquebrantable medieval. El deseo de que las decisiones humanas se hicieran autónomas de la fe y la religión hizo que se volviese a considerar los valores clásicos abriéndose, así, la razón a una nueva estética e ideas innovadoras.
Renè Descartes

Galileo, Copérnico, Kepler enunciaron nuevas cosmovisiones y la idea de cuantificas el saber natural, ideas que fueron reprimidas; pero que no desaparecieron y dejaron una huella imborrable. Fue en boca de René Descartes, dentro de su obra “El Discurso del Método” cuando se dispuso el recurso de la razón como medio de acceder al conocimiento independiente del dogma religioso. Con él había madurado el racionalismo moderno.

Cuando se da por sentado un estado de cosas, cuando ha adquirido su presencia y se ha institucionalizado, es decir constituido una estructura, es cuando empieza a degradarse (entropía). Si no se abre a nuevas fuentes nutrientes de aportación de energía, acaba disgregándose y muriendo. Lo que se disgrega de esta estructura tiende a conectarse con una nueva fuente de información energética, con una nueva necesidad funcional que lucha contra la estructura asentada decadente. Llega un momento en que la vieja estructura, incapaz de sostenerse cede y su contenido se funde con la naciente función dando lugar a una nueva realidad funcional que teje su propia estructura. ¿Ya se ha cambiado de Fase o Etapa! Ya ha desaparecido la Edad Media y estamos en le Edad Moderna, la edad del triunfo de la razón. 

 
A consecuencia del triunfo del racionalismo, se produjo la consecuente evolución dando lugar a la Ilustración y el nacimiento de la Edad Contemporánea con la ilustre figura de Immanuel Kant y su obra en la que se produce la separación de los tres mundos que constituyen la realidad asequible: el conocimiento de mundo material medible y manipulable, el conocimiento del mundo personal interno de conciencia individual y el conocimiento y estudio de las relaciones e instituciones morales de las personas. Y la propuesta de su imperativo categórico. “Obra de tal modo que la máxima de tu voluntad siempre pueda valer al mismo tiempo como un principio de una legislación universal”. Donde libertad, bien común y racionalidad quedan integrados en la responsabilidad individual y la moral. 

 
Immanuel Kant
 Al disgregarse los contenidos de la conciencia, del mundo material y el de las relaciones humanas; quedó abierta y sin obstáculos el dominio de la investigación del mundo material como única realidad verazmente verificable y experimentable (Empirismo – ciencia) y lo demás quedando en otras opciones como la filosofía, la moral y la estética. Que en el curso de la Edad Contemporánea han tratado de ser disminuidas como entidades propias y absorbidas por la tendencia de ser meras consecuencias del funcionamiento de la realidad material entendida como un mecanicismo.

 El psiquismo, los valores, el pensamiento, la consciencia son resultados de la complejidad de variaciones de la materia como única realidad y de su mecánica; con lo cual en su momento se llegará a su plena investigación, conocimiento y aplicación práctica (tecnología). He aquí el cientificismo convertido en una ideología dogmática como lo fue lo religioso en la Edad media. “lo que no sea científico no es real” se podría sintetizar, por lo cual cae en el ámbito de dogma impuesto.

Alber Einstein
Tras el surgimiento de la Relatividad y de la Física Cuántica, todo ello unido a la globalización de la información está recibiendo un golpe definitivo que fractura su estructura creada. Aquí nos encontramos hoy, ahora, aglutinando nueva información energética funcional que va a conducir a la organización de otro orden estructural aún incipiente.

Las tradiciones sustentadoras de una cultura del mundo se consideran, se contrastan, se valoran y se les extrae su valor filosófico y ético; se funden con lo Occidental y con la nueva física cuántica y con todo ello va activándose y brotando una nueva concepción del Mundo que está dando lugar a una nueva Edad, acaso un Era de la humanidad.

Estamos asistiendo al inicio de unas condiciones que desencadenan un cambio, seguramente será tan rápido o más que el precedente ya expuesto, pero no inmediato en estos 4 o 5 años en devenir y sí inminente. Su gestación ya concluye o ha concluido y quizá está en proceso de parto. Desde este punto y hasta que su desarrollo sea suficiente hace falta cuidarlo, nutrirlo, alentarle y favorecerlo en su proceso de desarrollo y fructificación.

 Estando en este punto me pregunto si ya se cuenta con una suficiente masa crítica que lo pueda asentar; ante esto la observación me conduce a considerar que aún no se da el apoyo necesario. Me explico: Es cierto que el malestar clama un cambio (económico, medioambiental, humanístico, ideológico y tecnológico) en las mentes de los aquejados que se dirigen a expectativas e idearios muy diversos y frecuentemente en confrontación. Lo común es el malestar, el sufrimiento de la degradación de la estructura que fundamenta nuestro mundo a nivel de naturaleza y civilización, pero no tanto en el cómo interpretarlo y darle solución. Estas demandas idearías emergentes se dirigen a instancias noosféricas y son representadas por diversas versiones de dios o instancia divina, o la consciencia Universal o Cosmos; o a cualquier otra visión que pueda referirse a la Noosfera como holoarquía accesible en la actualidad. Esas demandas, súplicas, plegarias, oraciones e intenciones no se dirigen hacia el mismo ámbito de conciencia-espiritualidad. Hay que preguntarse a qué tipo de dios, entidad o nivel de consciencia se dirigen desde su corazón y si este sentimiento de amor que se proclama como solución es el “Amor” o simplemente “amor”; si simplemente es capaz de ajustarse al imperativo categórico de Kant.

En nombre del amor y libertad con sus instancias figurativas o conceptuales, se han cometido y se cometen en la actualidad fieras guerras y genocidios. En nombre del ideal materialista, en nombre de Dios se justifican odios, rencores y actos de destrucción atávicos. No es, en consecuencia, el mismo concepto de Dios o a lo que se dirige las aspiraciones de los diversos corazones.

Si analizamos y aplicamos discernimiento nos daremos cuenta de las diversas interpretaciones y valores asignados a estos conceptos aludidos.

Aquí está justamente el meollo del asunto. Tanto la libertad como la verdad, el sentido humano y de espiritualidad o divinidad aspirada; en muchísimas ocasiones, son meras proyecciones de rasgos personales. Siendo así todas estas aspiraciones, oraciones, plegarias y súplicas se dirigen al propio ego deificado; y, por ello, por el hecho de ser compartido da lugar a una estructura institucional (la confesión religiosa o secta, asociación psíquica, filosófica, ideológica o espiritual).

Tal como señalé en un post anterior titulado “Prehumanismo, Humanismo y Auto realización”, con tan sólo dirigirnos a un par de ítems podemos comparar las diferencias. Tomemos como ejemplo los ítems 6 y 11: Vemos que para unos “La medida moral esperada por la población es la conformidad” y “El modelo religioso es el dios de la ira al que hay que temer”; en otros “la medida moral de la población es que se sienta satisfecha con el sistema funcionante” y “El modelo religioso y concepto de divinidad es la de un dios padre que premia y castiga benévolamente, compasivamente; aún para otros se puede plasmar como ”La medida moral de la población es en relación a las motivaciones que se hacen presentes” y “El modelo religioso ahora se centra en el Amor y Bondad”; en otros la comprensión sería “Con la medida moral de la satisfacción del compromiso con la tarea y el equipo” y “El modelo (de dios) ya no puede denominarse religioso, sino espiritual, y esta espiritualidad es el liberarse en la celebración del propio humanismo”; y por último para algunos, muy pocos; “Con la medida moral y ética del pleno compromiso con los valores del Ser” y “Se manifiesta una espiritualidad que se centra más en lo cósmico que en la especie humana. No hay creencias, sino fusión con la universalidad desde el Ser”. Consecuentemente los valores, las aspiraciones de la Verdad, Libertad, justicia y Bondad serán muy diferentes, incluso enfrentadas entre sí. Y es incuestionable que estos cinco posicionamientos se dan en nuestra humanidad, tan sólo es preciso considerar los aconteceres de la actualidad y cotidianeidad en el mundo, país, localidad e incluso grupo familiar o de contactos conocidos.

El criterio mínimo suficiente para el cambio favorable sería a partir del 3º; pero éste es el que a duras penas se está dando en la cultura de aquí; hoy, con grandes contradicciones entre razón y sentimiento, se trata del intento de dar solución al conflicto entre el Ego y la sombra; y mientras en cada cual no se resuelva favorablemente este conflicto, tanto el amor como la bondad y la libertad carecerán de suficiente integridad.

Plutocracia

Todo cuanto he dicho hasta este punto se refiere a la gente común y corriente. No me he referido a esa oligarquía que pretende ejercer el poder, ya sea económico-financiero, político, energético, ideológico, mediático y científico-tecnológico. Quienes les encanta que se les denomine “élite” en su concepción megalomaníaca neoliberal y que se ajustan mejor al término “plutocracia”.

Se trata, sin duda alguna, de mentes inteligentes e ilustradas que difícilmente, en su fuero interno, se adhieren a los cinco criterios antes expuestos. Y si lo hacen sólo será como mero barniz superficial, de apariencia. Sus valores y marco de creencias se basan en un materialismo economicista donde “Tener es poder” “Lo quiero todo para tener poder sobre todo”. No se trata de locos o psicóticos que en su delirio se creen dioses, aunque su gran ego les confiera una autoimagen omnipotente. Tienen conciencia de clase privilegiada y a ello dedican su sentido de la vida. Son los herederos extremos de la interpretación radical de la tendencia cultural de La Ilustración, en la que la razón y el conocimiento individual se basan en el materialismo separándose plenamente del sentir ético y despreciando la conciencia ontológica de los demás. Consideran al mundo (fisiosfera y biosfera) como algo objetual, así como parte de la humanidad (noosfera), y por ello están legitimados en su interpretación del mundo de utilizarlo, manejarlo, explotarlo y apropiárselo como algo objetual y por ello sin mayor significado ontológico; desde un punto de vista cientificista, sin valor trascendente.

Aun cuando pueda aparecer que se encuentran en una especie de “hermandad esotérica” y/o ocultista, su situación de conciencia está fragmentada y se encuentran en la imposibilidad de integrar esas experiencias o vivencia “pico” como liberadoras, sino ahondando en su sensación de poder con la imposibilidad ciertamente de trascendencia genuina. Están atrapadas en una situación de poder sin poder liberarse de la interpretación autoimpuesta y, por ello, podríamos decir que atrapados en un infierno autogenerado; “acceden en el poder y sucumben en su embriagador e ilusorio encanto”.  

Por otra parte, el pretendido poder personal que creen poseer es ficticio. Les viene dado por la ideología y, en general, a la pertenencia a clanes y asociaciones con el poder financiero y de clase. Un poder que, en su mayoría, ya han heredado de sus antecesores con sus prácticas, seguramente legales, aunque ilegítimas ante una ética humanista. Como indica Carlos Castaneda, aun teniendo la posibilidad de que hayan adquirido cierto “poder” por iniciativa propia, ya han sucumbido al según o tercer enemigo de la persona de “conocimiento”. Cuando se supera el primer enemigo, el  Miedo, y se adquiere Claridad, ésta encadena si no se desafía dando lugar a un proceder caprichoso y tiránico; y si aun con ello se logra superar y se adentra en el poder abstracto; éste es aún un más feroz enemigo, pues crea la impresión de ser poseedor del mismo pero sin saber realmente cómo manejarlo, se convierte en una mayor carga sobre su destino y si no lo desafía cae vencido por el mismo al entregarse al mismo quien lo posee; ya que para vencer al “poder” tiene que llegar a darse cuenta de que el “Poder” que aparentemente ha conquistado no es suyo en verdad, sino que forma parte de la  “Fuente Universal”; y para caer en la cuenta de ello hay que desarrollar una conciencia cosmocéntrica con los meta valores que ello comporta y tal hecho es incompatible con los valores mezquinos y egocéntricos que manifiestan. Así pues, el poder que creen poseer y manejar es una ilusión y sólo proviene de la interpretación yoica que han desarrollado como clase dirigente a consecuencia de la ideología capitalista y neoliberal, fruto de la ruptura de integridad del imperativo categórico de Kant y la subordinación a un materialismo mecanicista cientificista alejado del contacto de la propia humanidad y del sentido de pertenencia del colectivo humano “Nosotros”.

Tienen una conciencia de clase privilegiada y a ello le dedican su sentido existencial. “Son clase en sí” lo que justamente tratan de que no adquieran los demás, es decir el “Nosotros”, la clase oprimida, según la visión de Karl Marx. Son los herederos de una interpretación extrema de la tradición de la ilustración, en la cual el conocimiento (la ciencia) se basa en el dominio, manejo y apropiación del mundo natural (el Ello kantiano y de Wilber). Sólo mediante la integración de los tres mundos (el Yo, el Nosotros y el Ello) se puede obtener trascendencia espiritual y, por ello, auténtico poder en lo Cosmocéntrico o Conciencia de Unidad. Su ilusión de poder se fundamenta en la pérdida del poder del “nosotros”; quieren que los “demás” sean una inmensidad de “ellos” fragmentados en múltiples posicionamientos y confrontados entre sí. Así nuestras vidas y actos quedan convertidos en procesos objetuales y por ello manejables desde el punto de vista técnico (política, economía, religioso, mediático, etc.). Crean la ilusión de constituir la “elite” del mundo sembrando y asentando esta creencia como una verdad incuestionable y compartida: “el Pensamiento único neoliberal”. Este pensamiento “único” es íntimamente inoculado cual un virus en las mentalidades de todos los oprimidos. “Algún día seré algo”, es decir “algún día, quizá, pueda ser más como ellos” y con esta infección se considera a los demás como posibles competidores y adversarios potenciales. Lo equivalente a lo que definió W. Reich como “Plaga emocional”. En un mundo de escasez y en pugna por atesorar, pudiendo aspirar a algo más de las migajas del pastel. En un mundo limitado aspiran jerárquicamente a mayor posesión de bienes de consumo y estatus (definido como el “sueño americano” y el consumismo), y con esta ideología nadie desea adscribirse perteneciente en el estrato inferior.

Por otra parte, la plutocracia, actúa de acuerdo al ideario capitalista de la creencia en el crecimiento económico ilimitado en un planeta con recursos suficientes, pero limitados, que es salvajemente explotado y arruinado en todos sus aspectos.

El salto evolutivo consiste en darse cuenta sinceramente de esta realidad interna y externa y adquirir consciencia de que otro modelo de mundo es posible (altermundismo). Otro mundo es posible en el que el Yo y el Nosotros sea plenamente sinérgico, que considerar lo que es bueno, cierto y justo para mí, lo sea igualmente por todos los demás, que tengamos plena consciencia que toda la humanidad es un organismo pleno y no se puede segregar en partes; donde la diversidad es riqueza, donde todas las personas saben y aspiran al autoconocimiento y auto realización con plena libertad y con el apoyo de todos los recursos materiales, culturales y sociales. Donde la compasión sea la regla, la solidaridad la práctica. Donde los recursos del planeta sean respetados y de forma equitativa y responsable gestionados de modo sostenible alcanzando a todos los pobladores del planeta. Donde la educación, basándose en la colaboración y la finalidad de la auto realización y trascendencia, reúna en sí el contacto con el Ser y sus modalidades de conciencia, fomente una investigación y ciencia integral, permita una cultura abierta y creativa y se asiente en unas estructuras flexibles e innovadoras. Un mundo global y federal donde la democracia sea lo más directa y participativa posible. Donde las diversas tradiciones religiosas sean representaciones arquetípicas y cada individuo realizando sus valores y meta valores configure su propia trascendencia y espiritualidad; donde la actividad laboral no sea una transacción para obtener un salario, sino una contribución libre y afectuosa hacia el planeta y las comunidades; donde el conocimiento simultáneamente abarque la interacción de consciencia y ciencia, es decir que sea cuántica, explorando la interacción de la consciencia y el espacio-tiempo.   

Este salto cuántico aún está en el devenir, aunque sea compartido por numerosa gente y en continuo crecimiento, aún no resulta suficientemente alto; aún no hay suficiente “estado vibracional espiritual” para ello. Y como “estado vibratorio espiritual” entiendo a toda consciencia inteligente que es capaz de integrar que la profundidad del Ser es un potencial existencial, auto realizador y que todos y cada uno de los individuos aspiran a contactarlo y compartirlo con los demás, de modo que los valores del mismo muestren que Ser y Deber Ser es exactamente lo mismo como ya he expuesto en anteriores escritos.

Abraham Maslow

Este humanismo de fines del siglo XX y principios del XXI debe compartirse globalmente. Los acontecimientos y las respuestas a los mismos que aparecen en estos días a nivel nacional e internacional muestran insolidaridad, crisis de refugiados e inmigrantes y situaciones como el actual devenir de Afganistán entre tantos otros más ya endémicos, actitudes autoritarias propias de yoes apegados en viejas tradiciones ya obsoletas como los niveles 1 y 2 que expongo como prehumanistas en el post ya citado y coinciden con los eslabones de necesidades fisiológicas y de seguridad de A. Maslow. 

Ken Wilber
Que corresponden a fijaciones que, de acuerdo a Ken Wilber, se dan en los niveles 1 o Arcaico de las estructuras físico-sensoriales; el nivel 2 de estructuras emocional-fantasmática, el nivel 3 de las estructuras de mente representacional y el nivel 4 de la estructura regla/rol, propios de los estados evolutivos infantiles previos a la adolescencia. Lo que en términos bioenergéticos postreichianos correspondería fijaciones en fases claramente pregenitales con problemáticas o elementos caracteriales de tipo esquizoide, oral, masoquista, psicopático y neuróticos de tipo rígido; con importantes aspectos egocéntricos y socio céntricos reveladores de personalidades inmaduras. La estructura familiar y la estructura socio cultural en este punto es algo determinante. Es sabido que quienes crecen en marcos familiares inmaduros y en estructuras sociales afines, son muy fácilmente influenciables en su educación y desarrollo psico-afectivo por carencias cuando no situaciones traumáticas o casi traumáticas. Aspectos de la incipiente personalidad y consciencia quedan atrapados en estos periodos o niveles de desarrollo infantil. Todos estos aspectos constituyen inconscientemente la “sombra” o parte reprimida por negada de la personalidad. Estableciéndose una pugna en el seno de la personalidad. Es decir, la conflictividad de las defensas represivas y proyectivas.

En tal triste situación humana, los plutócratas tienen muchas ventajas para desarrollar un proyecto de dominación. Les interesa que estas condiciones se mantengan, las controlen y manejen a su favor. Claro está que este creciente número de individuos conscientes comprometidos con este naciente humanismo les supone un problema y constituyen su más seria amenaza, por ello deben acelerar sus maniobras e impedir su progreso y crecimiento.

Acogidos en la ideología neoliberal heredera del materialismo mecanicista cientificista como consecuencia de la fragmentación d la concepción humana propia de la Edad contemporánea al considerar que el conocimiento y la realidad se manifiesta únicamente en lo material (ciencias de la naturaleza), entendido como un mecanismo, desterrando la importancia del mundo interior y la consciencia-razón, y de las relaciones fraternales y solidarias entre las gentes, es decir la mutua aceptación, el afecto y el amor.

 El neoliberalismo y sus entresijos con sus recursos de potenciación se han infiltrado en todos los resquicios de las estructuras yoicas y sociales por medio del pensamiento único, el control económico, político, mediático, educativo, laboral, sanitario, consumista, etc., entre muchos; su ideología basada en el cultivo del Yo, de la competividad y el hacerse a sí mismo; genera un relato mítico propio (todo se reduce a la naturaleza material que sigue estrictas leyes naturales, su mecánica, y es plenamente cientificista). La vida, para ellos, es un efecto de ciertas combinaciones de tipos de materia y la consciencia es un tipo de actividad de ciertos tejidos cerebrales; con lo cual todo lo vital y consciente es abordable, explicable y manejable de acuerdo con las ciencias específicas y consecuentemente sujetas al desarrollo tecnológico. Este relato se ha interiorizado, se ha convertido en un introyecto afectando en la interpretación de lo percibido tanto procedente del mundo exterior como del interior. El posicionamiento clásico de relación “observador y lo observado”.

Observador y observado

Lo hace posible una disminución del aspecto crítico personal, un déficit asociado a una educación de tipo tradicional. Entonces el impulso vital al alcanzar el umbral de la consciencia resulta mediatizado y cribado por este introyecto junto a otros constituyentes de rasgos caracteriales; y ese impulso humano, en origen, manifestando amor, acción y afán de conocimiento, altera su inocencia condicionando el amor al control, la acción al resentimiento u odio y el deseo de saber queda convertido en un vacío estéril teñido de instrucción e información interesada.

Es un relato mítico impregnando la personalidad, la cultura y las instituciones sociales. De forma consciente o no, una gran parte de la sociedad es contaminada por ello siguiéndole el juego, ya sea de una forma inercial y plena o de forma parcial y conflictiva, aunque rabien y sufran.

Todo ello cuestionado desde la aparición de la teoría de la Relatividad y de la Física Cuántica. Por eso siendo algo ya innegable, hay interés en que no sea comprensible para la mayoría de las personas y resistente a que se presente en la educación infantil.

Desde el punto de vista transpersonal, las consciencias son energía e información y el organismo asimismo lo es en otra variante; cada variante resulta ser diversas manifestaciones energéticas procedentes de un mismo origen, ya se llame Espíritu, dios o lattice de espacio-tiempo. Lo material con su estructura específica de tipo molecular, atómico y cuántico y la consciencia con su propia y misteriosa energía que asociándose en el espacio-tiempo tridimensional con la materia da como resultado el fenómeno vital organísmico.

No me voy a extender en este escrito en las diversas manifestaciones de la consciencia, voy a ocuparme de una modalidad de ella que, en lo personal, denominamos Ser, y en las tradiciones espirituales y religiosas se denomina como “almas” A partir de las numerosas investigaciones de “experiencias cercanas a la muerte” así como de la inmensidad de testimonios de recuerdos de vidas pasadas, ya sea espontáneas, en sueños, en estados de meditación y por hipnosis; es imposible negar que el Ser o Núcleo de la Consciencia, u alma, pueda estar funcional más allá del cuerpo orgánico en otro ámbito multidimensional; y como algunas investigaciones transpersonales, de entre las que destaca Michael Newton, ha logrado describir sus diversas etapas evolutivas desde lo juvenil, maduro y anciano o muy avanzada.

Michael Newton

Pues bien, las almas muy jóvenes y aproximadas a la madurez; por inexperiencia, se sienten fascinadas con la sensación de independencia y poder que produce la encarnación favoreciéndose la producción de un ego; también quedan atrapadas en el intento de cohesionar y obtener integridad kármica, en parte despiertas y asimismo asustadas de sus propios retos.

Soy de la opinión de que la humanidad está haciendo equilibrios en lo alto de una cuerda floja y está en juego el cruzarla hacia un nuevo horizonte luminoso (trascendente o transpersonal) o perder el equilibrio y experimentar una caída, de la cual se repondrá en su tiempo de la consiguiente conmoción y aturdimiento. ¡por supuesto que confío en que es posible cruzarla, pero no con todos sus constituyentes! El grado de conciencia transpersonal es lo determinante.

La plutocracia y su ideología egocéntrica manifiesta en la concepción neoliberal está, por ello asustada, su influencia dada la nueva dimensión del conocimiento emergente, a manos de la física cuántica y el consecuente cuestionamiento del enfoque científico y filosófico que comporta, hace que emerja una nueva visión de humanismo que incluye el amor y la compasión expandido a la alteridad y la Mundo como un holón (biosfera y noosfera), con la certeza de que se mueve hacia el atractor “Punto Omega” según Teilhard de Chardin, o el “Atractor  extraño del ideal futuro” de Jacobo Grinberg; quieren que, en multitud, la humanidad se desequilibre, pierda el equilibrio siempre vacilante, estando dispuestos a hacer todo cuanto puedan para que así suceda.

Se proponen enfrentarnos los unos a los otros. Los ingenuos, los evolucionantes en conflictos propios, las conciencias inmaduras frente a los concienciados, íntegros e impecables (altermundistas, transpersonales…).

Todos tenemos la intuición de lo que “debería ser” que, en esencia es el conjunto de valores del propio Ser. La estructura actual occidental (pragmatismo racional, materialismo mecanicista newtoniana) genera fragmentación en los diversos yoes y sociedad; la fragmentación yoica adquiere dos variantes observables: la escisión neurótica entre el yo ideal y la sombra y la dialéctica entre cuerpo y mente. En la profundidad del Yo aparece fragmentación enfrentándose en opuestos antagónicos: aspectos carenciales que subyacen en estados egocéntricos (inmadurez), en etnocentrismos igualmente  ególatras, socio centrismos nítidamente ideológicos, identitarios y culturales; y solamente superándolos se alcanza un estado “existencial” lo suficientemente maduro e íntegro como para darse cuenta del nivel “centaurico” y del “altermundismo” con el poder del amor y la compasión ingresando en el proceso auto realizador. Al auto realizarse es una decisión y actitud guerrera de alto nivel, en la que se desarrollan unas batallas internas decisivas. Como paso previo se debe desprender de la tiranía del ego (la falsa o equivocada imagen mental de uno mismo); hay que enfrentar la “sombra” y resolver el enigma que ella encierra; luego se encuentras en una contienda aún mayor que es “la mente frente al cuerpo”, de acuerdo a cómo se resuelva este enigma se puede acceder a lo existencial y postular la auto realización en el estado centaurico. En este punto aparece el tercer gran desafío que enfrenta el misterio del observador y lo observado, el sujeto y el objeto, el conocedor y lo conocido, el soñador y el soñado. Cuando se encara y obtienen respuestas afortunadas desde el Ser a esta dialéctica, es cuando la persona está en claro proceso de auto realización, de trascendencia, de transpersonalidad y muestra que se trata de un alma ya madura.

Es sobre todas aquellas personalidades que alcanzan el nivel existencial y centaurico sobre quienes recaen los intentos desesperados de los oligarcas plutocráticos de bloquear y confundirlas. Una vez alcanzado el nivel “centauro” y adentrándose en la auto realización, el proceso ya no puede detenerse, pero sí enlentecerlo. Es algo imparable e incontenible hacia la trascendencia y la conexión cósmica, ya sea psíquica, sutil, de integración en el Uno o de No-Dualidad. Sólo quienes resuelven sinceramente la dialéctica sujeto-objeto (observador-observado) pueden “saber” que la fisiosfera, la biosfera y la psicosfera son algo integrado que interconecta información vibracional. Sólo cuando el holón psicosférico se integra coherentemente los otros dos holones es cuando se convierte en una certeza (iluminación) y no en un mero mito o creencia, mera teoría o ideología. Se ha “parado el mundo” previo, aparecen experiencias pico y se adquiere claridad y se siente el poder personal.

La necesidad de cambio en la biosfera y noosfera (psicosfera) posibilita la creencia de que en la actualidad las almas que se encarnan son ya “maestras”. En cierto modo cualquier personalidad en el nivel centaurico ya es para quienes están aún dormidos o en proceso de despertar a la consciencia, un maestro. Los “maestros” son una minoría y siempre lo serán. No puede coincidir la extensión superficial con la profundidad de la consciencia. Cuando se alcanza profundidad se reduce la extensión superficial. O se es uno o lo otro, ambos no pueden darse al mismo tiempo. Es la ley de los sistemas holoárquicos. En nuestro mundo tanto occidental como oriental, la mayoría de las almas encarnadas están en las fases intermedias de la escala evolutiva; asimismo encarnan almas juveniles, incluso las de la “primera vez” aunque sean, asimismo escasa estas últimas. En el ámbito multidimensional se da el fenómeno de cierta urgencia de reencarnarse tras “cortos” periodos de entre vidas, con lo cual la evolución de las almas se acelera acudiendo en gran número almas que alcanzan las fases intermedias de su desarrollo y las que lo superan (niveles 3 y 4, respectivamente de nivel intermedio de color predominantemente amarillo y alcanzando el dorado adquiriendo vestigios de azul con un porcentaje del 17% y el 9% respectivamente según Michael Newton); siendo las del nivel 1 (Juveniles) el 42% y el nivel 2 por el 31%; quedando tan sólo un 1% a repartir en los niveles avanzados (nivel 5) y muy avanzadas (nivel 6). El conjunto de las situadas en los niveles 2 y 3 (31% y 17%) suman 48%, constituyendo casi el 50% de almas encarnadas  (Estas estadísticas las aporta el Dr. Michael Newton de acuerdo a sus investigaciones). Mis indagaciones me sugieren que el nivel “centauro” se empieza a conquistar hacia fines de almas de Nivel 2, al adquirir una coloración amarillenta con cierta densidad de conciencia. En un post venidero ahondaré en la correspondencia entre estados evolutivos de las personalidades y los niveles evolutivos de las almas en su medio multidimensional. Eso significa que esas almas al encarnarse deben alcanzar en cada vida sucesiva el nivel centauro y avanzar más allá de él.

Para entender la relación superficie-profundidad en holoarquías tomemos como ejemplo lo siguiente: Los átomos existentes en el universo son una inmensidad, es un campo muy portentoso. Cuando los átomos se agrupan dando lugar a moléculas, éstas ganan en profundidad informacional, pero son mucho menos numerosas que los átomos. El mundo físico está compuesto de muchos materiales compuestos por combinaciones de moléculas y ocupan mucho menos espacio que las moléculas porque adquieren una densidad y profundidad informacional mayor; cuando a partir de lo inorgánico se organiza lo orgánico, éste tiene mucha más profundidad que lo inorgánico y mucha más profundidad. Hemos pasado de la holoarquía de la fisiosfera a la de la biosfera; y cuando de entre los seres orgánicos, aparecen los seres sensibles y conscientes, éstos son mucho menores que los anteriores y con mucha mayor profundidad apareciendo la noosfera como holoarquía. Así la extensión y la profundidad no pueden darse simultáneamente, siguen la regla de las proporciones inversamente proporcionales. Cuanta mayor extensión menor profundidad, cuanto mayor profundidad tiene un sistema, menor es su extensión superficial.

Cuando se alcanza el nivel “centauro”, la integración de mente y cuerpo, el Yo queda unificado, constituye una unidad superior holoarquica; es entonces cuando se está en condiciones de generar redes de relaciones libres y espontáneas, comprometidas con la auto realización y sus valores genuinamente humanistas y altermundistas. Se empieza a sentir y comprender que en uno mismo (el Self), en la Naturaleza y el Universo hay mucho más de lo que se suponía, siendo esta motivación el motor que impulsa adentrarse en la exploración transpersonal pudiéndose entender el significado de la “claridad” y el sentido de las experiencias “pico” que puedan aparecer. Quedan libres de las ataduras míticas y racionales acerca de las reglas, normas, hábitos y rutinas de la vida cultural y social; se produce un juicio crítico sobre todos estos condicionamientos y el concepto de Dios se  hace impersonal y abstracto, es algo universal disolviéndose del encorsetamiento de las diversas tradiciones, ya no hay religiosidad sino el sentimiento espiritual de pertenencia a algo mucho más elevado representado en la realización de altos valores y meta valores ya vislumbrados y posibles en el Self y el conjunto humano planetario. El deseo es que se materialicen en la propia realidad que nos incluye a todos. Surge la intuición de poder lograr la nueva integración del “observador y lo observado”, cuando este aspecto logra integrarse en un neuroalgoritmo tenemos la certeza de que ya estamos plenamente en el ámbito transpersonal. Se entiende el significado de la libertad y qué es verdaderamente el libre albedrío. Se ha dado cuenta de que han intentado parasitarlo, influirlo o controlarlo y se siente suficientemente empoderado para que esos intentos no lo afecten y condicionen.

Mitakuye Oyasin "Por todas mis Relaciones"

Desde aquí, en esta posición de claridad y empoderamiento, se percibe a quienes aún no son conscientes de su poder personal, de su posición de libertad, ni tan sólo conscientes de cómo pueden actuar transformando el mundo. Desde aquí compasivamente se tiene la certeza de que no se les debe ignorar, ni despreciar; son, por así decirlo, nuestros alumnos a los que se puede educar si así lo solicitan. Se les ama por lo que son y por el potencial que está latente en ellos y que no aciertan a advertir; se les ve cómo se sienten cautivados y fascinados por lo fácil que no exige compromiso ni responsabilidad y, por ello, fácilmente susceptibles de ser manejados a causa de sus impulsos contradictorios resultantes del malestar o frustración y/o por la insatisfacción personal o de no poder captar plenamente el fenómeno del amor. Se les quiere ayudar y apoyar a que puedan atisbar y encontrar la fase existencial, el desprenderse del egocentrismo, del mitocentrismo y el sociocentrismo para que puedan abrirse al altermundismo, al mundicentrismo y al cosmocentrismo. Así, el “Yo soy yo” se transforme en un Yo que incluya a “Nosotros” entendiendo por “Nosotros” a “Todas mis relaciones”. Que el amor condicionado evolucione a incondicional.  El amor no es algo que deban darme o ganarme, el amor no es un deber, ni una aspiración, sino que se es “amor” y desde el propio núcleo del Ser se irradia y ofrece a quien pueda abrirse a él y armonizarse con él. Esto es iluminación, y desde él todo aparece como algo maravilloso, admirable, bueno y bello; con este amor cualquier fenómeno natural, humano, planetario, universal comporta una capacidad de goce y satisfacción, por ello de obtención de la felicidad; pero asimismo accesible al dolor y la tristeza puesto que apenas vislumbramos un horizonte al que encaminarnos, en pos de él erraremos y doleremos, pero esto es asimismo amado pues nos ayuda a aprender y comprender nuestra falta de integridad y coherencia; nuestras insatisfacciones y defectos tratando de asentar cada vez más la eupsiquia y la eutopía, y que la utopía es el propio horizonte anhelado y siempre inalcanzable.

Ernesto Cabeza Salamó.

Reseñas bibliográficas:

Abraham Maslow “La personalidad creadora” Kairos 1982

Amador Martos  “Capitalismo y concienci” 2017

Ken Wilber “Sexo, Ecología, Espiritualidad” Gaia.

Carlos Castaneda “Las enseñanzas de Don Juan” Fondo Cultura Económica

Wilhelm Reich “La Función del Orgasmo” Paidós

Michael Newton “El Viaje de la Almas” Arkano Books

Jacobo Grinberg Zylberbaum “La Teoría Sintérgica” INPEC 1991, Mexico.




Septiembre 2021.



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