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martes, 10 de abril de 2018

Sintergia del Procesador central y la Lattice.


Sintergia del Procesador central y la Lattice.


En el post anterior consideré que el Procesador central (Ser) a lo largo de la socialización puede ser mantenido en una eficiente integridad o puede ser entorpecido y distanciado de la consciencia por la creación de defensas caracteriales de diversa índole e intensidad, dando lugar a pseudopersonalidades o estructuras caracteriales. Esto es lo común en el ámbito de nuestra cultura. En tal situación el procesador central o Ser permanece recluido dentro de una red o capullo protector que impide o dificulta la propia autoexpresión; y el sujeto considera que esa red de envoltura o capullo es su ser, su yo; cuando en realidad es la estructura de una coraza defensiva ante el mundo externo (Sociedad, alteridad) y el mundo interno (Self, yo). Aquello que S. Freud denominó “Super-yo” y en bioenergética denominamos simplemente “ego” (o yo mental).

Como el Procesador Central es el elemento esencial de la experiencia y el activador de los patrones de interferencia, resulta innegable su existencia como fenómeno energético y, como tal, es una singularidad y una distorsión de la Lattice o Estructura cuántica. Puesto que tiene funciones autónomas, cualidades propias y capacidad de asimilación y de creación; tiene que consistir en una distorsión de alta coherencia, congruencia e integridad, muy próxima a la congruencia de la Lattice; por ello es una distorsión de muy alta sintergia y también consecuentemente una manifestación multidimensional.

El grado de un individuo humano con su Ser (Procesador Central) dependerá directamente de su capacidad de neuroalgoritmización coherente, congruente y rica. Es decir, de la mayor intensidad o potencia del campo neuronal que pueda generar en un momento dado; y ello también estará relacionado con los orbitales sintérgicos de conciencia (diversos estados o frecuencias de ondas cerebrales y lo que éstas permiten). En este punto también se hace necesario considerar los factores de Direccionalidad asociados a los orbitales. Cada orbital sucesivo es una expansión del anterior y cada cual tiene unas cualidades específicas y limitadas. Cada vez que se produce una expansión en estas cualidades y límites se produce un fenómeno de superación del presente y un impulso y anhelo a algo que incluyendo lo conocido lo expande a algo mucho más incluyente y abstracto.
 En este sentido hay dos factores que impulsan. Uno es el factor propio o interno consistente en la creación de neuroalgoritmos más congruentes e inclusivos. El segundo es externo, obliga a que se considere que el anterior es insuficiente y que existe una realidad independiente de la Lattice, pero capaz de interactuar y modificar a esta estructura básica del espacio; algunos chamanes la denominan “Intento”. Por otra parte, se da lo que Theilhard de Chardin denominó “Punto Omega” que es un eje de desarrollo evolutivo y que la Teoría Sintérgica denomina “Atractor Extraño del futuro ideal del Hipercampo”.

Así, lo relacionado con el Procesador Central es algo muy misterioso e hipercomplejo. Cuanto más se considera y plantea, más interrogantes se presentan. Ni tan sólo la Teoría Sintérgica puede dar respuesta plena a tal misterio sin entrar en lo espiritual.




Ernesto Cabeza Salamó





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