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sábado, 25 de septiembre de 2021

“Anuncio del cambio en la civilización actual”



 

“Anuncio del cambio en la civilización actual”


¿Cómo se anuncia un cambio en nuestra civilización?

Veamos:

  Un holón espacio temporal, un tonal del tiempo, una etapa o era civilizatoria ha superado a una anterior.

 Pongamos como ejemplo el caso de la Edad Media, una edad en la que la religión cristiana dogmática inundó la vieja Europa. Todo cuanto se consideraba verdad estaba en los textos y dogmas sagrados y no podía darse ninguna interpretación distinta a la misma bajo la condena de herejía o brujería. El poder residía en los jerarcas de la Iglesia y en la organización feudal surgida del derrumbe del imperio Carolingio.. A fines del siglo X (por el 950 en adelante) aparecía por la zona del Languedoc una comunidad herética contra la que combate el prelado y que sobrevive en el sur de Francia y noreste de España hasta alrededores del 1300, tras una cruzada genocida. Así se afianzó el reino de Francia y mediante el incremento de la burguesía en Flandes, se hizo un patente conflicto con el reino de Inglaterra que dio origen a la Guerra de los 100 años (1337 a 1453). Al final de la misma la nobleza feudal había sido reducida y los estados nacionales monárquicos estaban ya muy constituidos.
Justo un siglo después, el siglo XV (El Quattrocento) surge el Renacimiento en Italia y con él se concluye la Edad Media y nace la Edad Moderna con el Primer Humanismo. Cinco siglos de grandes atrocidades a consecuencia de la imposición dogmática de que toda la verdad de Occidente estaba en manos del poder religioso y sus dogmas. La Verdad, el Conocimiento, el Espíritu y el Poder emanaban de la tradición dogmática cristiana vaticana. El surgimiento de los estados, de la eclosión de la burguesía y del comercio fue erosionando la convicción inquebrantable medieval. El deseo de que las decisiones humanas se hicieran autónomas de la fe y la religión hizo que se volviese a considerar los valores clásicos abriéndose, así, la razón a una nueva estética e ideas innovadoras.
Renè Descartes

Galileo, Copérnico, Kepler enunciaron nuevas cosmovisiones y la idea de cuantificas el saber natural, ideas que fueron reprimidas; pero que no desaparecieron y dejaron una huella imborrable. Fue en boca de René Descartes, dentro de su obra “El Discurso del Método” cuando se dispuso el recurso de la razón como medio de acceder al conocimiento independiente del dogma religioso. Con él había madurado el racionalismo moderno.

Cuando se da por sentado un estado de cosas, cuando ha adquirido su presencia y se ha institucionalizado, es decir constituido una estructura, es cuando empieza a degradarse (entropía). Si no se abre a nuevas fuentes nutrientes de aportación de energía, acaba disgregándose y muriendo. Lo que se disgrega de esta estructura tiende a conectarse con una nueva fuente de información energética, con una nueva necesidad funcional que lucha contra la estructura asentada decadente. Llega un momento en que la vieja estructura, incapaz de sostenerse cede y su contenido se funde con la naciente función dando lugar a una nueva realidad funcional que teje su propia estructura. ¿Ya se ha cambiado de Fase o Etapa! Ya ha desaparecido la Edad Media y estamos en le Edad Moderna, la edad del triunfo de la razón. 

 
A consecuencia del triunfo del racionalismo, se produjo la consecuente evolución dando lugar a la Ilustración y el nacimiento de la Edad Contemporánea con la ilustre figura de Immanuel Kant y su obra en la que se produce la separación de los tres mundos que constituyen la realidad asequible: el conocimiento de mundo material medible y manipulable, el conocimiento del mundo personal interno de conciencia individual y el conocimiento y estudio de las relaciones e instituciones morales de las personas. Y la propuesta de su imperativo categórico. “Obra de tal modo que la máxima de tu voluntad siempre pueda valer al mismo tiempo como un principio de una legislación universal”. Donde libertad, bien común y racionalidad quedan integrados en la responsabilidad individual y la moral. 

 
Immanuel Kant
 Al disgregarse los contenidos de la conciencia, del mundo material y el de las relaciones humanas; quedó abierta y sin obstáculos el dominio de la investigación del mundo material como única realidad verazmente verificable y experimentable (Empirismo – ciencia) y lo demás quedando en otras opciones como la filosofía, la moral y la estética. Que en el curso de la Edad Contemporánea han tratado de ser disminuidas como entidades propias y absorbidas por la tendencia de ser meras consecuencias del funcionamiento de la realidad material entendida como un mecanicismo.

 El psiquismo, los valores, el pensamiento, la consciencia son resultados de la complejidad de variaciones de la materia como única realidad y de su mecánica; con lo cual en su momento se llegará a su plena investigación, conocimiento y aplicación práctica (tecnología). He aquí el cientificismo convertido en una ideología dogmática como lo fue lo religioso en la Edad media. “lo que no sea científico no es real” se podría sintetizar, por lo cual cae en el ámbito de dogma impuesto.

Alber Einstein
Tras el surgimiento de la Relatividad y de la Física Cuántica, todo ello unido a la globalización de la información está recibiendo un golpe definitivo que fractura su estructura creada. Aquí nos encontramos hoy, ahora, aglutinando nueva información energética funcional que va a conducir a la organización de otro orden estructural aún incipiente.

Las tradiciones sustentadoras de una cultura del mundo se consideran, se contrastan, se valoran y se les extrae su valor filosófico y ético; se funden con lo Occidental y con la nueva física cuántica y con todo ello va activándose y brotando una nueva concepción del Mundo que está dando lugar a una nueva Edad, acaso un Era de la humanidad.

Estamos asistiendo al inicio de unas condiciones que desencadenan un cambio, seguramente será tan rápido o más que el precedente ya expuesto, pero no inmediato en estos 4 o 5 años en devenir y sí inminente. Su gestación ya concluye o ha concluido y quizá está en proceso de parto. Desde este punto y hasta que su desarrollo sea suficiente hace falta cuidarlo, nutrirlo, alentarle y favorecerlo en su proceso de desarrollo y fructificación.

 Estando en este punto me pregunto si ya se cuenta con una suficiente masa crítica que lo pueda asentar; ante esto la observación me conduce a considerar que aún no se da el apoyo necesario. Me explico: Es cierto que el malestar clama un cambio (económico, medioambiental, humanístico, ideológico y tecnológico) en las mentes de los aquejados que se dirigen a expectativas e idearios muy diversos y frecuentemente en confrontación. Lo común es el malestar, el sufrimiento de la degradación de la estructura que fundamenta nuestro mundo a nivel de naturaleza y civilización, pero no tanto en el cómo interpretarlo y darle solución. Estas demandas idearías emergentes se dirigen a instancias noosféricas y son representadas por diversas versiones de dios o instancia divina, o la consciencia Universal o Cosmos; o a cualquier otra visión que pueda referirse a la Noosfera como holoarquía accesible en la actualidad. Esas demandas, súplicas, plegarias, oraciones e intenciones no se dirigen hacia el mismo ámbito de conciencia-espiritualidad. Hay que preguntarse a qué tipo de dios, entidad o nivel de consciencia se dirigen desde su corazón y si este sentimiento de amor que se proclama como solución es el “Amor” o simplemente “amor”; si simplemente es capaz de ajustarse al imperativo categórico de Kant.

En nombre del amor y libertad con sus instancias figurativas o conceptuales, se han cometido y se cometen en la actualidad fieras guerras y genocidios. En nombre del ideal materialista, en nombre de Dios se justifican odios, rencores y actos de destrucción atávicos. No es, en consecuencia, el mismo concepto de Dios o a lo que se dirige las aspiraciones de los diversos corazones.

Si analizamos y aplicamos discernimiento nos daremos cuenta de las diversas interpretaciones y valores asignados a estos conceptos aludidos.

Aquí está justamente el meollo del asunto. Tanto la libertad como la verdad, el sentido humano y de espiritualidad o divinidad aspirada; en muchísimas ocasiones, son meras proyecciones de rasgos personales. Siendo así todas estas aspiraciones, oraciones, plegarias y súplicas se dirigen al propio ego deificado; y, por ello, por el hecho de ser compartido da lugar a una estructura institucional (la confesión religiosa o secta, asociación psíquica, filosófica, ideológica o espiritual).

Tal como señalé en un post anterior titulado “Prehumanismo, Humanismo y Auto realización”, con tan sólo dirigirnos a un par de ítems podemos comparar las diferencias. Tomemos como ejemplo los ítems 6 y 11: Vemos que para unos “La medida moral esperada por la población es la conformidad” y “El modelo religioso es el dios de la ira al que hay que temer”; en otros “la medida moral de la población es que se sienta satisfecha con el sistema funcionante” y “El modelo religioso y concepto de divinidad es la de un dios padre que premia y castiga benévolamente, compasivamente; aún para otros se puede plasmar como ”La medida moral de la población es en relación a las motivaciones que se hacen presentes” y “El modelo religioso ahora se centra en el Amor y Bondad”; en otros la comprensión sería “Con la medida moral de la satisfacción del compromiso con la tarea y el equipo” y “El modelo (de dios) ya no puede denominarse religioso, sino espiritual, y esta espiritualidad es el liberarse en la celebración del propio humanismo”; y por último para algunos, muy pocos; “Con la medida moral y ética del pleno compromiso con los valores del Ser” y “Se manifiesta una espiritualidad que se centra más en lo cósmico que en la especie humana. No hay creencias, sino fusión con la universalidad desde el Ser”. Consecuentemente los valores, las aspiraciones de la Verdad, Libertad, justicia y Bondad serán muy diferentes, incluso enfrentadas entre sí. Y es incuestionable que estos cinco posicionamientos se dan en nuestra humanidad, tan sólo es preciso considerar los aconteceres de la actualidad y cotidianeidad en el mundo, país, localidad e incluso grupo familiar o de contactos conocidos.

El criterio mínimo suficiente para el cambio favorable sería a partir del 3º; pero éste es el que a duras penas se está dando en la cultura de aquí; hoy, con grandes contradicciones entre razón y sentimiento, se trata del intento de dar solución al conflicto entre el Ego y la sombra; y mientras en cada cual no se resuelva favorablemente este conflicto, tanto el amor como la bondad y la libertad carecerán de suficiente integridad.

Plutocracia

Todo cuanto he dicho hasta este punto se refiere a la gente común y corriente. No me he referido a esa oligarquía que pretende ejercer el poder, ya sea económico-financiero, político, energético, ideológico, mediático y científico-tecnológico. Quienes les encanta que se les denomine “élite” en su concepción megalomaníaca neoliberal y que se ajustan mejor al término “plutocracia”.

Se trata, sin duda alguna, de mentes inteligentes e ilustradas que difícilmente, en su fuero interno, se adhieren a los cinco criterios antes expuestos. Y si lo hacen sólo será como mero barniz superficial, de apariencia. Sus valores y marco de creencias se basan en un materialismo economicista donde “Tener es poder” “Lo quiero todo para tener poder sobre todo”. No se trata de locos o psicóticos que en su delirio se creen dioses, aunque su gran ego les confiera una autoimagen omnipotente. Tienen conciencia de clase privilegiada y a ello dedican su sentido de la vida. Son los herederos extremos de la interpretación radical de la tendencia cultural de La Ilustración, en la que la razón y el conocimiento individual se basan en el materialismo separándose plenamente del sentir ético y despreciando la conciencia ontológica de los demás. Consideran al mundo (fisiosfera y biosfera) como algo objetual, así como parte de la humanidad (noosfera), y por ello están legitimados en su interpretación del mundo de utilizarlo, manejarlo, explotarlo y apropiárselo como algo objetual y por ello sin mayor significado ontológico; desde un punto de vista cientificista, sin valor trascendente.

Aun cuando pueda aparecer que se encuentran en una especie de “hermandad esotérica” y/o ocultista, su situación de conciencia está fragmentada y se encuentran en la imposibilidad de integrar esas experiencias o vivencia “pico” como liberadoras, sino ahondando en su sensación de poder con la imposibilidad ciertamente de trascendencia genuina. Están atrapadas en una situación de poder sin poder liberarse de la interpretación autoimpuesta y, por ello, podríamos decir que atrapados en un infierno autogenerado; “acceden en el poder y sucumben en su embriagador e ilusorio encanto”.  

Por otra parte, el pretendido poder personal que creen poseer es ficticio. Les viene dado por la ideología y, en general, a la pertenencia a clanes y asociaciones con el poder financiero y de clase. Un poder que, en su mayoría, ya han heredado de sus antecesores con sus prácticas, seguramente legales, aunque ilegítimas ante una ética humanista. Como indica Carlos Castaneda, aun teniendo la posibilidad de que hayan adquirido cierto “poder” por iniciativa propia, ya han sucumbido al según o tercer enemigo de la persona de “conocimiento”. Cuando se supera el primer enemigo, el  Miedo, y se adquiere Claridad, ésta encadena si no se desafía dando lugar a un proceder caprichoso y tiránico; y si aun con ello se logra superar y se adentra en el poder abstracto; éste es aún un más feroz enemigo, pues crea la impresión de ser poseedor del mismo pero sin saber realmente cómo manejarlo, se convierte en una mayor carga sobre su destino y si no lo desafía cae vencido por el mismo al entregarse al mismo quien lo posee; ya que para vencer al “poder” tiene que llegar a darse cuenta de que el “Poder” que aparentemente ha conquistado no es suyo en verdad, sino que forma parte de la  “Fuente Universal”; y para caer en la cuenta de ello hay que desarrollar una conciencia cosmocéntrica con los meta valores que ello comporta y tal hecho es incompatible con los valores mezquinos y egocéntricos que manifiestan. Así pues, el poder que creen poseer y manejar es una ilusión y sólo proviene de la interpretación yoica que han desarrollado como clase dirigente a consecuencia de la ideología capitalista y neoliberal, fruto de la ruptura de integridad del imperativo categórico de Kant y la subordinación a un materialismo mecanicista cientificista alejado del contacto de la propia humanidad y del sentido de pertenencia del colectivo humano “Nosotros”.

Tienen una conciencia de clase privilegiada y a ello le dedican su sentido existencial. “Son clase en sí” lo que justamente tratan de que no adquieran los demás, es decir el “Nosotros”, la clase oprimida, según la visión de Karl Marx. Son los herederos de una interpretación extrema de la tradición de la ilustración, en la cual el conocimiento (la ciencia) se basa en el dominio, manejo y apropiación del mundo natural (el Ello kantiano y de Wilber). Sólo mediante la integración de los tres mundos (el Yo, el Nosotros y el Ello) se puede obtener trascendencia espiritual y, por ello, auténtico poder en lo Cosmocéntrico o Conciencia de Unidad. Su ilusión de poder se fundamenta en la pérdida del poder del “nosotros”; quieren que los “demás” sean una inmensidad de “ellos” fragmentados en múltiples posicionamientos y confrontados entre sí. Así nuestras vidas y actos quedan convertidos en procesos objetuales y por ello manejables desde el punto de vista técnico (política, economía, religioso, mediático, etc.). Crean la ilusión de constituir la “elite” del mundo sembrando y asentando esta creencia como una verdad incuestionable y compartida: “el Pensamiento único neoliberal”. Este pensamiento “único” es íntimamente inoculado cual un virus en las mentalidades de todos los oprimidos. “Algún día seré algo”, es decir “algún día, quizá, pueda ser más como ellos” y con esta infección se considera a los demás como posibles competidores y adversarios potenciales. Lo equivalente a lo que definió W. Reich como “Plaga emocional”. En un mundo de escasez y en pugna por atesorar, pudiendo aspirar a algo más de las migajas del pastel. En un mundo limitado aspiran jerárquicamente a mayor posesión de bienes de consumo y estatus (definido como el “sueño americano” y el consumismo), y con esta ideología nadie desea adscribirse perteneciente en el estrato inferior.

Por otra parte, la plutocracia, actúa de acuerdo al ideario capitalista de la creencia en el crecimiento económico ilimitado en un planeta con recursos suficientes, pero limitados, que es salvajemente explotado y arruinado en todos sus aspectos.

El salto evolutivo consiste en darse cuenta sinceramente de esta realidad interna y externa y adquirir consciencia de que otro modelo de mundo es posible (altermundismo). Otro mundo es posible en el que el Yo y el Nosotros sea plenamente sinérgico, que considerar lo que es bueno, cierto y justo para mí, lo sea igualmente por todos los demás, que tengamos plena consciencia que toda la humanidad es un organismo pleno y no se puede segregar en partes; donde la diversidad es riqueza, donde todas las personas saben y aspiran al autoconocimiento y auto realización con plena libertad y con el apoyo de todos los recursos materiales, culturales y sociales. Donde la compasión sea la regla, la solidaridad la práctica. Donde los recursos del planeta sean respetados y de forma equitativa y responsable gestionados de modo sostenible alcanzando a todos los pobladores del planeta. Donde la educación, basándose en la colaboración y la finalidad de la auto realización y trascendencia, reúna en sí el contacto con el Ser y sus modalidades de conciencia, fomente una investigación y ciencia integral, permita una cultura abierta y creativa y se asiente en unas estructuras flexibles e innovadoras. Un mundo global y federal donde la democracia sea lo más directa y participativa posible. Donde las diversas tradiciones religiosas sean representaciones arquetípicas y cada individuo realizando sus valores y meta valores configure su propia trascendencia y espiritualidad; donde la actividad laboral no sea una transacción para obtener un salario, sino una contribución libre y afectuosa hacia el planeta y las comunidades; donde el conocimiento simultáneamente abarque la interacción de consciencia y ciencia, es decir que sea cuántica, explorando la interacción de la consciencia y el espacio-tiempo.   

Este salto cuántico aún está en el devenir, aunque sea compartido por numerosa gente y en continuo crecimiento, aún no resulta suficientemente alto; aún no hay suficiente “estado vibracional espiritual” para ello. Y como “estado vibratorio espiritual” entiendo a toda consciencia inteligente que es capaz de integrar que la profundidad del Ser es un potencial existencial, auto realizador y que todos y cada uno de los individuos aspiran a contactarlo y compartirlo con los demás, de modo que los valores del mismo muestren que Ser y Deber Ser es exactamente lo mismo como ya he expuesto en anteriores escritos.

Abraham Maslow

Este humanismo de fines del siglo XX y principios del XXI debe compartirse globalmente. Los acontecimientos y las respuestas a los mismos que aparecen en estos días a nivel nacional e internacional muestran insolidaridad, crisis de refugiados e inmigrantes y situaciones como el actual devenir de Afganistán entre tantos otros más ya endémicos, actitudes autoritarias propias de yoes apegados en viejas tradiciones ya obsoletas como los niveles 1 y 2 que expongo como prehumanistas en el post ya citado y coinciden con los eslabones de necesidades fisiológicas y de seguridad de A. Maslow. 

Ken Wilber
Que corresponden a fijaciones que, de acuerdo a Ken Wilber, se dan en los niveles 1 o Arcaico de las estructuras físico-sensoriales; el nivel 2 de estructuras emocional-fantasmática, el nivel 3 de las estructuras de mente representacional y el nivel 4 de la estructura regla/rol, propios de los estados evolutivos infantiles previos a la adolescencia. Lo que en términos bioenergéticos postreichianos correspondería fijaciones en fases claramente pregenitales con problemáticas o elementos caracteriales de tipo esquizoide, oral, masoquista, psicopático y neuróticos de tipo rígido; con importantes aspectos egocéntricos y socio céntricos reveladores de personalidades inmaduras. La estructura familiar y la estructura socio cultural en este punto es algo determinante. Es sabido que quienes crecen en marcos familiares inmaduros y en estructuras sociales afines, son muy fácilmente influenciables en su educación y desarrollo psico-afectivo por carencias cuando no situaciones traumáticas o casi traumáticas. Aspectos de la incipiente personalidad y consciencia quedan atrapados en estos periodos o niveles de desarrollo infantil. Todos estos aspectos constituyen inconscientemente la “sombra” o parte reprimida por negada de la personalidad. Estableciéndose una pugna en el seno de la personalidad. Es decir, la conflictividad de las defensas represivas y proyectivas.

En tal triste situación humana, los plutócratas tienen muchas ventajas para desarrollar un proyecto de dominación. Les interesa que estas condiciones se mantengan, las controlen y manejen a su favor. Claro está que este creciente número de individuos conscientes comprometidos con este naciente humanismo les supone un problema y constituyen su más seria amenaza, por ello deben acelerar sus maniobras e impedir su progreso y crecimiento.

Acogidos en la ideología neoliberal heredera del materialismo mecanicista cientificista como consecuencia de la fragmentación d la concepción humana propia de la Edad contemporánea al considerar que el conocimiento y la realidad se manifiesta únicamente en lo material (ciencias de la naturaleza), entendido como un mecanismo, desterrando la importancia del mundo interior y la consciencia-razón, y de las relaciones fraternales y solidarias entre las gentes, es decir la mutua aceptación, el afecto y el amor.

 El neoliberalismo y sus entresijos con sus recursos de potenciación se han infiltrado en todos los resquicios de las estructuras yoicas y sociales por medio del pensamiento único, el control económico, político, mediático, educativo, laboral, sanitario, consumista, etc., entre muchos; su ideología basada en el cultivo del Yo, de la competividad y el hacerse a sí mismo; genera un relato mítico propio (todo se reduce a la naturaleza material que sigue estrictas leyes naturales, su mecánica, y es plenamente cientificista). La vida, para ellos, es un efecto de ciertas combinaciones de tipos de materia y la consciencia es un tipo de actividad de ciertos tejidos cerebrales; con lo cual todo lo vital y consciente es abordable, explicable y manejable de acuerdo con las ciencias específicas y consecuentemente sujetas al desarrollo tecnológico. Este relato se ha interiorizado, se ha convertido en un introyecto afectando en la interpretación de lo percibido tanto procedente del mundo exterior como del interior. El posicionamiento clásico de relación “observador y lo observado”.

Observador y observado

Lo hace posible una disminución del aspecto crítico personal, un déficit asociado a una educación de tipo tradicional. Entonces el impulso vital al alcanzar el umbral de la consciencia resulta mediatizado y cribado por este introyecto junto a otros constituyentes de rasgos caracteriales; y ese impulso humano, en origen, manifestando amor, acción y afán de conocimiento, altera su inocencia condicionando el amor al control, la acción al resentimiento u odio y el deseo de saber queda convertido en un vacío estéril teñido de instrucción e información interesada.

Es un relato mítico impregnando la personalidad, la cultura y las instituciones sociales. De forma consciente o no, una gran parte de la sociedad es contaminada por ello siguiéndole el juego, ya sea de una forma inercial y plena o de forma parcial y conflictiva, aunque rabien y sufran.

Todo ello cuestionado desde la aparición de la teoría de la Relatividad y de la Física Cuántica. Por eso siendo algo ya innegable, hay interés en que no sea comprensible para la mayoría de las personas y resistente a que se presente en la educación infantil.

Desde el punto de vista transpersonal, las consciencias son energía e información y el organismo asimismo lo es en otra variante; cada variante resulta ser diversas manifestaciones energéticas procedentes de un mismo origen, ya se llame Espíritu, dios o lattice de espacio-tiempo. Lo material con su estructura específica de tipo molecular, atómico y cuántico y la consciencia con su propia y misteriosa energía que asociándose en el espacio-tiempo tridimensional con la materia da como resultado el fenómeno vital organísmico.

No me voy a extender en este escrito en las diversas manifestaciones de la consciencia, voy a ocuparme de una modalidad de ella que, en lo personal, denominamos Ser, y en las tradiciones espirituales y religiosas se denomina como “almas” A partir de las numerosas investigaciones de “experiencias cercanas a la muerte” así como de la inmensidad de testimonios de recuerdos de vidas pasadas, ya sea espontáneas, en sueños, en estados de meditación y por hipnosis; es imposible negar que el Ser o Núcleo de la Consciencia, u alma, pueda estar funcional más allá del cuerpo orgánico en otro ámbito multidimensional; y como algunas investigaciones transpersonales, de entre las que destaca Michael Newton, ha logrado describir sus diversas etapas evolutivas desde lo juvenil, maduro y anciano o muy avanzada.

Michael Newton

Pues bien, las almas muy jóvenes y aproximadas a la madurez; por inexperiencia, se sienten fascinadas con la sensación de independencia y poder que produce la encarnación favoreciéndose la producción de un ego; también quedan atrapadas en el intento de cohesionar y obtener integridad kármica, en parte despiertas y asimismo asustadas de sus propios retos.

Soy de la opinión de que la humanidad está haciendo equilibrios en lo alto de una cuerda floja y está en juego el cruzarla hacia un nuevo horizonte luminoso (trascendente o transpersonal) o perder el equilibrio y experimentar una caída, de la cual se repondrá en su tiempo de la consiguiente conmoción y aturdimiento. ¡por supuesto que confío en que es posible cruzarla, pero no con todos sus constituyentes! El grado de conciencia transpersonal es lo determinante.

La plutocracia y su ideología egocéntrica manifiesta en la concepción neoliberal está, por ello asustada, su influencia dada la nueva dimensión del conocimiento emergente, a manos de la física cuántica y el consecuente cuestionamiento del enfoque científico y filosófico que comporta, hace que emerja una nueva visión de humanismo que incluye el amor y la compasión expandido a la alteridad y la Mundo como un holón (biosfera y noosfera), con la certeza de que se mueve hacia el atractor “Punto Omega” según Teilhard de Chardin, o el “Atractor  extraño del ideal futuro” de Jacobo Grinberg; quieren que, en multitud, la humanidad se desequilibre, pierda el equilibrio siempre vacilante, estando dispuestos a hacer todo cuanto puedan para que así suceda.

Se proponen enfrentarnos los unos a los otros. Los ingenuos, los evolucionantes en conflictos propios, las conciencias inmaduras frente a los concienciados, íntegros e impecables (altermundistas, transpersonales…).

Todos tenemos la intuición de lo que “debería ser” que, en esencia es el conjunto de valores del propio Ser. La estructura actual occidental (pragmatismo racional, materialismo mecanicista newtoniana) genera fragmentación en los diversos yoes y sociedad; la fragmentación yoica adquiere dos variantes observables: la escisión neurótica entre el yo ideal y la sombra y la dialéctica entre cuerpo y mente. En la profundidad del Yo aparece fragmentación enfrentándose en opuestos antagónicos: aspectos carenciales que subyacen en estados egocéntricos (inmadurez), en etnocentrismos igualmente  ególatras, socio centrismos nítidamente ideológicos, identitarios y culturales; y solamente superándolos se alcanza un estado “existencial” lo suficientemente maduro e íntegro como para darse cuenta del nivel “centaurico” y del “altermundismo” con el poder del amor y la compasión ingresando en el proceso auto realizador. Al auto realizarse es una decisión y actitud guerrera de alto nivel, en la que se desarrollan unas batallas internas decisivas. Como paso previo se debe desprender de la tiranía del ego (la falsa o equivocada imagen mental de uno mismo); hay que enfrentar la “sombra” y resolver el enigma que ella encierra; luego se encuentras en una contienda aún mayor que es “la mente frente al cuerpo”, de acuerdo a cómo se resuelva este enigma se puede acceder a lo existencial y postular la auto realización en el estado centaurico. En este punto aparece el tercer gran desafío que enfrenta el misterio del observador y lo observado, el sujeto y el objeto, el conocedor y lo conocido, el soñador y el soñado. Cuando se encara y obtienen respuestas afortunadas desde el Ser a esta dialéctica, es cuando la persona está en claro proceso de auto realización, de trascendencia, de transpersonalidad y muestra que se trata de un alma ya madura.

Es sobre todas aquellas personalidades que alcanzan el nivel existencial y centaurico sobre quienes recaen los intentos desesperados de los oligarcas plutocráticos de bloquear y confundirlas. Una vez alcanzado el nivel “centauro” y adentrándose en la auto realización, el proceso ya no puede detenerse, pero sí enlentecerlo. Es algo imparable e incontenible hacia la trascendencia y la conexión cósmica, ya sea psíquica, sutil, de integración en el Uno o de No-Dualidad. Sólo quienes resuelven sinceramente la dialéctica sujeto-objeto (observador-observado) pueden “saber” que la fisiosfera, la biosfera y la psicosfera son algo integrado que interconecta información vibracional. Sólo cuando el holón psicosférico se integra coherentemente los otros dos holones es cuando se convierte en una certeza (iluminación) y no en un mero mito o creencia, mera teoría o ideología. Se ha “parado el mundo” previo, aparecen experiencias pico y se adquiere claridad y se siente el poder personal.

La necesidad de cambio en la biosfera y noosfera (psicosfera) posibilita la creencia de que en la actualidad las almas que se encarnan son ya “maestras”. En cierto modo cualquier personalidad en el nivel centaurico ya es para quienes están aún dormidos o en proceso de despertar a la consciencia, un maestro. Los “maestros” son una minoría y siempre lo serán. No puede coincidir la extensión superficial con la profundidad de la consciencia. Cuando se alcanza profundidad se reduce la extensión superficial. O se es uno o lo otro, ambos no pueden darse al mismo tiempo. Es la ley de los sistemas holoárquicos. En nuestro mundo tanto occidental como oriental, la mayoría de las almas encarnadas están en las fases intermedias de la escala evolutiva; asimismo encarnan almas juveniles, incluso las de la “primera vez” aunque sean, asimismo escasa estas últimas. En el ámbito multidimensional se da el fenómeno de cierta urgencia de reencarnarse tras “cortos” periodos de entre vidas, con lo cual la evolución de las almas se acelera acudiendo en gran número almas que alcanzan las fases intermedias de su desarrollo y las que lo superan (niveles 3 y 4, respectivamente de nivel intermedio de color predominantemente amarillo y alcanzando el dorado adquiriendo vestigios de azul con un porcentaje del 17% y el 9% respectivamente según Michael Newton); siendo las del nivel 1 (Juveniles) el 42% y el nivel 2 por el 31%; quedando tan sólo un 1% a repartir en los niveles avanzados (nivel 5) y muy avanzadas (nivel 6). El conjunto de las situadas en los niveles 2 y 3 (31% y 17%) suman 48%, constituyendo casi el 50% de almas encarnadas  (Estas estadísticas las aporta el Dr. Michael Newton de acuerdo a sus investigaciones). Mis indagaciones me sugieren que el nivel “centauro” se empieza a conquistar hacia fines de almas de Nivel 2, al adquirir una coloración amarillenta con cierta densidad de conciencia. En un post venidero ahondaré en la correspondencia entre estados evolutivos de las personalidades y los niveles evolutivos de las almas en su medio multidimensional. Eso significa que esas almas al encarnarse deben alcanzar en cada vida sucesiva el nivel centauro y avanzar más allá de él.

Para entender la relación superficie-profundidad en holoarquías tomemos como ejemplo lo siguiente: Los átomos existentes en el universo son una inmensidad, es un campo muy portentoso. Cuando los átomos se agrupan dando lugar a moléculas, éstas ganan en profundidad informacional, pero son mucho menos numerosas que los átomos. El mundo físico está compuesto de muchos materiales compuestos por combinaciones de moléculas y ocupan mucho menos espacio que las moléculas porque adquieren una densidad y profundidad informacional mayor; cuando a partir de lo inorgánico se organiza lo orgánico, éste tiene mucha más profundidad que lo inorgánico y mucha más profundidad. Hemos pasado de la holoarquía de la fisiosfera a la de la biosfera; y cuando de entre los seres orgánicos, aparecen los seres sensibles y conscientes, éstos son mucho menores que los anteriores y con mucha mayor profundidad apareciendo la noosfera como holoarquía. Así la extensión y la profundidad no pueden darse simultáneamente, siguen la regla de las proporciones inversamente proporcionales. Cuanta mayor extensión menor profundidad, cuanto mayor profundidad tiene un sistema, menor es su extensión superficial.

Cuando se alcanza el nivel “centauro”, la integración de mente y cuerpo, el Yo queda unificado, constituye una unidad superior holoarquica; es entonces cuando se está en condiciones de generar redes de relaciones libres y espontáneas, comprometidas con la auto realización y sus valores genuinamente humanistas y altermundistas. Se empieza a sentir y comprender que en uno mismo (el Self), en la Naturaleza y el Universo hay mucho más de lo que se suponía, siendo esta motivación el motor que impulsa adentrarse en la exploración transpersonal pudiéndose entender el significado de la “claridad” y el sentido de las experiencias “pico” que puedan aparecer. Quedan libres de las ataduras míticas y racionales acerca de las reglas, normas, hábitos y rutinas de la vida cultural y social; se produce un juicio crítico sobre todos estos condicionamientos y el concepto de Dios se  hace impersonal y abstracto, es algo universal disolviéndose del encorsetamiento de las diversas tradiciones, ya no hay religiosidad sino el sentimiento espiritual de pertenencia a algo mucho más elevado representado en la realización de altos valores y meta valores ya vislumbrados y posibles en el Self y el conjunto humano planetario. El deseo es que se materialicen en la propia realidad que nos incluye a todos. Surge la intuición de poder lograr la nueva integración del “observador y lo observado”, cuando este aspecto logra integrarse en un neuroalgoritmo tenemos la certeza de que ya estamos plenamente en el ámbito transpersonal. Se entiende el significado de la libertad y qué es verdaderamente el libre albedrío. Se ha dado cuenta de que han intentado parasitarlo, influirlo o controlarlo y se siente suficientemente empoderado para que esos intentos no lo afecten y condicionen.

Mitakuye Oyasin "Por todas mis Relaciones"

Desde aquí, en esta posición de claridad y empoderamiento, se percibe a quienes aún no son conscientes de su poder personal, de su posición de libertad, ni tan sólo conscientes de cómo pueden actuar transformando el mundo. Desde aquí compasivamente se tiene la certeza de que no se les debe ignorar, ni despreciar; son, por así decirlo, nuestros alumnos a los que se puede educar si así lo solicitan. Se les ama por lo que son y por el potencial que está latente en ellos y que no aciertan a advertir; se les ve cómo se sienten cautivados y fascinados por lo fácil que no exige compromiso ni responsabilidad y, por ello, fácilmente susceptibles de ser manejados a causa de sus impulsos contradictorios resultantes del malestar o frustración y/o por la insatisfacción personal o de no poder captar plenamente el fenómeno del amor. Se les quiere ayudar y apoyar a que puedan atisbar y encontrar la fase existencial, el desprenderse del egocentrismo, del mitocentrismo y el sociocentrismo para que puedan abrirse al altermundismo, al mundicentrismo y al cosmocentrismo. Así, el “Yo soy yo” se transforme en un Yo que incluya a “Nosotros” entendiendo por “Nosotros” a “Todas mis relaciones”. Que el amor condicionado evolucione a incondicional.  El amor no es algo que deban darme o ganarme, el amor no es un deber, ni una aspiración, sino que se es “amor” y desde el propio núcleo del Ser se irradia y ofrece a quien pueda abrirse a él y armonizarse con él. Esto es iluminación, y desde él todo aparece como algo maravilloso, admirable, bueno y bello; con este amor cualquier fenómeno natural, humano, planetario, universal comporta una capacidad de goce y satisfacción, por ello de obtención de la felicidad; pero asimismo accesible al dolor y la tristeza puesto que apenas vislumbramos un horizonte al que encaminarnos, en pos de él erraremos y doleremos, pero esto es asimismo amado pues nos ayuda a aprender y comprender nuestra falta de integridad y coherencia; nuestras insatisfacciones y defectos tratando de asentar cada vez más la eupsiquia y la eutopía, y que la utopía es el propio horizonte anhelado y siempre inalcanzable.

Ernesto Cabeza Salamó.

Reseñas bibliográficas:

Abraham Maslow “La personalidad creadora” Kairos 1982

Amador Martos  “Capitalismo y concienci” 2017

Ken Wilber “Sexo, Ecología, Espiritualidad” Gaia.

Carlos Castaneda “Las enseñanzas de Don Juan” Fondo Cultura Económica

Wilhelm Reich “La Función del Orgasmo” Paidós

Michael Newton “El Viaje de la Almas” Arkano Books

Jacobo Grinberg Zylberbaum “La Teoría Sintérgica” INPEC 1991, Mexico.




Septiembre 2021.



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