Orientaciones de género y neurosis.
3ª Parte: Sobre la homosexualidad
latente.
Cualquier
tendencia hacia la homosexualidad sea de tipo neurótico o no se mantiene
latente mientras no se llega al punto
que ésta es incuestionable y debe asumirse manifiestamente.
"Salir del armario" |
No me gusta nada la expresión “salir del armario”;
resulta muy propia de una cultura autoritaria negadora de la espontaneidad y
libertad. La diferencia en cuanto a la conflictividad que este paso implica
está directamente relacionada con: en un primer ámbito, con la apertura mental
de la sociedad en la que se dé; no se trata de tolerancia de tipo paternal,
sino de conciencia de libertad de género y civil. En un segundo ámbito, tiene
que ver con la armonía del sistema familiar dentro del cual surge; y, en un
tercer ámbito, el terreno personal, que además de la conflictividad de las dos
dichas, se da conforme al grado de problemática neurótica que se dé.
En ausencia de problemática neurótica el paso de
latencia a la manifestación será fluida, natural, amorosamente aceptada por el
propio individuo y su marco familiar. En el otro supuesto, como la dinámica del
propio sistema familiar genera la tendencia homosexual topará con todo tipo de
defensas tanto en el ámbito del sistema familiar como en lo personal. Es a este
tipo de homosexualidad latente de la que me voy a ocupar. Homosexualidad
latente neurótica (HLN), así la designaré a partir de este momento.
Ya en anteriores escritos dejo claro que la
civilización llamada Occidental tiene hoy por hoy como seña de identidad la
actualización de una tradición patriarcal y por ello autoritaria de algo más de
6000 años de antigüedad; por ello en estos milenios de relación de dominación y
de sometimiento, de violencia y víctimas genera una lucha constante, una
insolidaridad y un dolor que ha dominado el ámbito cultural del cual somos
herederos. Y aunque la genuina cultura nada tiene que ver con este
conservadurismo coercitivo, a la evolución o readaptación de la tradición
patriarcal-dominante a las modernas circunstancias se le denomina asimismo
cultura; cuando se trata simplemente de un esfuerzo por mantener una tradición
cultural considerada erróneamente esencial.
Sueño con sentimiento homosexual latente. |
En el ámbito de la civilización Occidental hay muchas
personas que sexualmente siempre han sido heterosexuales, nunca han estado
involucrados en actos homosexuales y nunca se han sentido atraídos por miembros
de su propio sexo, hasta que algún evento o quizá sueño desvela un sentimiento
homosexual escondido. Esta experiencia puede ser muy chocante y le hace dudar
de su propia masculinidad o feminidad hasta entonces in cuestionada. No se
trata de claros homosexuales, sino de ciertas tendencias homosexuales que
afloran en diverso grado.
Como dejé indicado en la 2ª parte, dentro de un
contexto social y cultural neurótico la mayoría de las personas, por no decir
todas, revelan un componente homosexual en la constitución de su personalidad,
lo que hace esperable cierto grado de homosexualidad latente en todo individuo
neurótico.
Es precisamente la presencia generalizada de
sentimientos latentes de homosexualidad en las personas denominadas y
autodenominadas normales, lo que hace tan fascinante el fenómeno de la
homosexualidad y el controvertido posicionamiento hacia las personas
homosexuales declaradas. De allí nace la aceptación, la tolerancia y la
repugnancia hacia ellos.
Todo depende del grado de autoconsciencia y contacto
con los propios sentimientos. Así hay quienes asumen y aceptan sus sentimientos
homosexuales latentes con facilidad abriéndoles la comprensión y su actitud
ante esta realidad y hay otros que crean defensas frente a cualquier asomo de
tal tipo de sentimiento; de modo que por sus conductas, actitudes y lapsus
lingüísticos únicamente se puede deducir
tales tendencias. Algunos de ellas, las más comunes son:
-
Una
actitud o postura corporal exagerada (masculinidad o feminidad afianzada)
encubriendo cierta debilidad de la personalidad. En ocasiones hasta alcanzar el
odio y violencia contra la homosexualidad (homofobia)
- Dificultad
de tener amigos íntimos del mismo sexo; es el miedo a un estrecho contacto con
una persona del mismo sexo.
-
Manifestar
sentirse hombre o mujer porque le interesan las mujeres o los hombres.
- Aparición
de sentimientos o fantasías homosexuales ante estímulos de tipo pregenital
(fantasías anales, o de chupar, o de morder, de penetración anal, de felación,
etc.).
¿Por qué es importante darse cuenta y aceptar
sentimientos homosexuales de tipo neurótico?
El problema real de mantener núcleos pregenitales
insatisfactoriamente resueltos que dificultan contactar con el sentido personal
de la vida por la dificultad de obtener el suficiente placer y satisfacción en
vivirla. La dificultad en darse cuenta del sentido de la vida de una forma
gozosa tiene que ver con la gran inversión de energía psíquica y física en
esfuerzos para reprimir estos sentimientos homosexuales.
Miedo a la pérdida de amor y soledad. |
Desde el punto de vista psicoterapéutico la tendencia
neurótica homosexual está en relación directa y proporcionalmente relacionada
con el miedo a la castración; es decir con el miedo de tipo infantil a la
pérdida de amor o del abandono debido al rechazo consecuencia de de actividades
sexuales, en especial la masturbación. La castración psicológica es el
resultado de la amenaza de que la madre se irá si el niño/a no abandona sus
sentimientos sexuales. Se manifiesta comúnmente con la ansiedad y miedo de
estar solo, miedo a ser abandonado.
En general el miedo a la soledad en todo tipo de
personas está relacionado con el sentimiento de culpa. Por la relación entre
estar solo/a y masturbarse y por la tentación de masturbarse que aparece cuando
uno/a está solo/a.
Se es HLN en el sentido que el propio comportamiento
tiene aspectos claros de una actitud homosexual, pero que se expresa en una
relación heterosexual. Por eso es importante destapar la homosexualidad latente
de una personalidad neurótica; estas actitudes dan luz sobre el significado de
las alteraciones en el funcionamiento heterosexual. En tales casos, las
fantasías, miedos, deseos o impulsos homosexuales forman el centro del problema
sexual del individuo. Por ello no debe sorprendernos que estas tendencias
queden firmemente reprimidas. En estas personas heterosexuales, el darse cuenta
y tomar consciencia de los sentimientos latentes y el que puedan analizarse y
solucionarse constituye el arranque a la sanación de la dificultad
heterosexual.
La relación entre HLN y los traumatismos psíquicos y
físicos que produce la neurosis en la psicoterapia se suele deducir por medio
de la interpretación de sueños, fantasías y actitudes. En este sentido resulta
fascinante como un sentimiento de HLN puede albergar extrañas transformaciones
simbólicas. Por ejemplo la representación bastante común en un sueño o fantasía
de una madre (el conflicto con ella) por un hombre, que nos sugiere que esa
madre histórica manifiesta un potente componente masculino en su personalidad;
por ello la representación simbólica elabora un hombre donde debería aparecer
una mujer-madre.
La problemática con la madre, además de las dichas
anteriormente en la 2ª parte como el contacto esquizoide y la fijación oral
relacionadas con tendencias y fantasías o sueños de contenido homosexual, se
debe a la propia tendencia neurótica de tipo masculino-dominante-controladora
que manifiesta aquella madre que excita al niño-a analmente introduciéndole la
boquilla de la lavativa en su recto; no como un simple episodio, sino como una
preocupación de tipo compulsivo de control de las deposiciones de su hijo-a.
Igualmente lo vemos en el contacto con el ano infantil por excesivo interés o
interés obsesivo por la limpieza; en la
exagerada tendencia de hidratar y asimismo lubricar (culito-ano) y en la
práctica de localización y eliminación obsesiva de lombrices intestinales
infantiles. Todos estos ejemplos que, incluso se pueden reunir, constituyen
modos de cómo se desarrolla una fijación erótica anal. El efecto que genera es
que los sentimientos eróticos infantiles confluyan en el ano y dificulten su natural gratificación
genital. Se entiende pues que el deseo-fantasía de una penetración anal para descargar
estos sentimientos eróticos fijados sea asimismo contrarrestado por una ira y
hostilidad por la violación que se proyecta sobre el homosexual. Esta dinámica,
del todo inconsciente, puede conducir a explosiones brutales e incluso al
homicidio en algunos casos muy patológicos.
Más arriba he indicado que una actitud o postura
corporal exagerada puede ser una defensa frente los sentimientos homosexuales
latentes. Tal es el caso de una ostentación de masculinidad exagerada. Tal
exageración queda fijada en el cuerpo
mediante rigideces posturales y tensiones musculares. Algunas tensiones de este
tipo pueden alterar la movilidad produciendo el efecto contrario, el
amaneramiento de gestos que parecen afeminados; estas tensiones son más sutiles
y pueden pasar desapercibidas en contraste con las primeras. Como ejemplo ese
signo afeminado fácilmente reconocible en un hombre es ese tono de voz suave y arrullador
que es producto de la rigidez de la musculatura torácica y abdominal, así como
por tensiones en la nuca y la laringe que limitan el flujo de aire y reducen la
resonancia vocal. De manera similar, la presencia de signos de masculinidad en
una mujer nos sugiere sentimientos homosexuales latentes. El más común entre
tales signos es un excesivo desarrollo de la musculatura. Estos músculos sobre
desarrollados están tensos y contraídos. Tal sobre desarrollo no sólo sirve
para darle a la chica en cuestión la apariencia e ilusión de ser fuerte, sino
también para controlar y disminuir los sentimientos sexuales. Otros signos de
masculinidad en la mujer son los hombros anchos, caderas estrechas, líneas
corporales rectas, abundante vello corporal, etc. Pero también una exagerada
feminidad, especialmente la exageración de los aspectos sexuales de la
personalidad, sugiere homosexualidad latente. Analíticamente se puede demostrar
que la exageración sexual está diseñada tanto para seducir mujeres como
hombres. Existe un principio psicológico que indica que cualquier exageración
de actitudes se desarrolla como compensación de la condición contraria.
Visto todo lo expuesto nos asalta una oportuna
pregunta: ¿Existe alguien libre de tendencias homosexuales? La respuesta es que
en nuestra cultura con un componente fuerte de neurosis son muy pocas las
personas que se encuentran totalmente libres.
Los mismos factores etiológicos que producen la
neurosis también son responsables de la homosexualidad de origen neurótico. La
sublimación de los deseos homosexuales en una amistad resulta en una amistad
neurótica que se corrompe por las actitudes homosexuales reprimidas (sublimadas
en intento).
Con todo ello también se plantea otra pregunta
importante: ¿Significa esto que el ser humano es fundamentalmente bisexual? Con
lo expuesto hasta el momento ya está contestada la pregunta; pero en la
siguiente monografía ofreceré mi respuesta y opinión.
Redactado en agosto del 2015, publicado en octubre del
2015.
Ernesto Cabeza Salamó
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