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lunes, 12 de octubre de 2015

Sobre la homosexualidad latente. 3ª parte de Orientaciones de género y neurosis.


Orientaciones de género y neurosis.


3ª Parte: Sobre la homosexualidad latente.


Cualquier tendencia hacia la homosexualidad sea de tipo neurótico o no se mantiene latente mientras no se  llega al punto que ésta es incuestionable y debe asumirse manifiestamente.
"Salir del armario" 
 No me gusta nada la expresión “salir del armario”; resulta muy propia de una cultura autoritaria negadora de la espontaneidad y libertad. La diferencia en cuanto a la conflictividad que este paso implica está directamente relacionada con: en un primer ámbito, con la apertura mental de la sociedad en la que se dé; no se trata de tolerancia de tipo paternal, sino de conciencia de libertad de género y civil. En un segundo ámbito, tiene que ver con la armonía del sistema familiar dentro del cual surge; y, en un tercer ámbito, el terreno personal, que además de la conflictividad de las dos dichas, se da conforme al grado de problemática neurótica que se dé.
En ausencia de problemática neurótica el paso de latencia a la manifestación será fluida, natural, amorosamente aceptada por el propio individuo y su marco familiar. En el otro supuesto, como la dinámica del propio sistema familiar genera la tendencia homosexual topará con todo tipo de defensas tanto en el ámbito del sistema familiar como en lo personal. Es a este tipo de homosexualidad latente de la que me voy a ocupar. Homosexualidad latente neurótica (HLN), así la designaré a partir de este momento.

Ya en anteriores escritos dejo claro que la civilización llamada Occidental tiene hoy por hoy como seña de identidad la actualización de una tradición patriarcal y por ello autoritaria de algo más de 6000 años de antigüedad; por ello en estos milenios de relación de dominación y de sometimiento, de violencia y víctimas genera una lucha constante, una insolidaridad y un dolor que ha dominado el ámbito cultural del cual somos herederos. Y aunque la genuina cultura nada tiene que ver con este conservadurismo coercitivo, a la evolución o readaptación de la tradición patriarcal-dominante a las modernas circunstancias se le denomina asimismo cultura; cuando se trata simplemente de un esfuerzo por mantener una tradición cultural considerada erróneamente esencial.
Sueño con sentimiento homosexual latente.

En el ámbito de la civilización Occidental hay muchas personas que sexualmente siempre han sido heterosexuales, nunca han estado involucrados en actos homosexuales y nunca se han sentido atraídos por miembros de su propio sexo, hasta que algún evento o quizá sueño desvela un sentimiento homosexual escondido. Esta experiencia puede ser muy chocante y le hace dudar de su propia masculinidad o feminidad hasta entonces in cuestionada. No se trata de claros homosexuales, sino de ciertas tendencias homosexuales que afloran en diverso grado.

Como dejé indicado en la 2ª parte, dentro de un contexto social y cultural neurótico la mayoría de las personas, por no decir todas, revelan un componente homosexual en la constitución de su personalidad, lo que hace esperable cierto grado de homosexualidad latente en todo individuo neurótico.

Es precisamente la presencia generalizada de sentimientos latentes de homosexualidad en las personas denominadas y autodenominadas normales, lo que hace tan fascinante el fenómeno de la homosexualidad y el controvertido posicionamiento hacia las personas homosexuales declaradas. De allí nace la aceptación, la tolerancia y la repugnancia hacia ellos.
Todo depende del grado de autoconsciencia y contacto con los propios sentimientos. Así hay quienes asumen y aceptan sus sentimientos homosexuales latentes con facilidad abriéndoles la comprensión y su actitud ante esta realidad y hay otros que crean defensas frente a cualquier asomo de tal tipo de sentimiento; de modo que por sus conductas, actitudes y lapsus lingüísticos únicamente se puede deducir  tales tendencias. Algunos de ellas, las más comunes son:

-          Una actitud o postura corporal exagerada (masculinidad o feminidad afianzada) encubriendo cierta debilidad de la personalidad. En ocasiones hasta alcanzar el odio y violencia contra la homosexualidad (homofobia)
-       Dificultad de tener amigos íntimos del mismo sexo; es el miedo a un estrecho contacto con una persona del mismo sexo.
-          Manifestar sentirse hombre o mujer porque le interesan las mujeres o los hombres.

-        Aparición de sentimientos o fantasías homosexuales ante estímulos de tipo pregenital (fantasías anales, o de chupar, o de morder, de penetración anal, de felación, etc.).

¿Por qué es importante darse cuenta y aceptar sentimientos homosexuales de tipo neurótico?
El problema real de mantener núcleos pregenitales insatisfactoriamente resueltos que dificultan contactar con el sentido personal de la vida por la dificultad de obtener el suficiente placer y satisfacción en vivirla. La dificultad en darse cuenta del sentido de la vida de una forma gozosa tiene que ver con la gran inversión de energía psíquica y física en esfuerzos para reprimir estos sentimientos homosexuales.
Miedo a la pérdida de amor y soledad.
Desde el punto de vista psicoterapéutico la tendencia neurótica homosexual está en relación directa y proporcionalmente relacionada con el miedo a la castración; es decir con el miedo de tipo infantil a la pérdida de amor o del abandono debido al rechazo consecuencia de de actividades sexuales, en especial la masturbación. La castración psicológica es el resultado de la amenaza de que la madre se irá si el niño/a no abandona sus sentimientos sexuales. Se manifiesta comúnmente con la ansiedad y miedo de estar solo, miedo a ser abandonado.
En general el miedo a la soledad en todo tipo de personas está relacionado con el sentimiento de culpa. Por la relación entre estar solo/a y masturbarse y por la tentación de masturbarse que aparece cuando uno/a está solo/a.

Se es HLN en el sentido que el propio comportamiento tiene aspectos claros de una actitud homosexual, pero que se expresa en una relación heterosexual. Por eso es importante destapar la homosexualidad latente de una personalidad neurótica; estas actitudes dan luz sobre el significado de las alteraciones en el funcionamiento heterosexual. En tales casos, las fantasías, miedos, deseos o impulsos homosexuales forman el centro del problema sexual del individuo. Por ello no debe sorprendernos que estas tendencias queden firmemente reprimidas. En estas personas heterosexuales, el darse cuenta y tomar consciencia de los sentimientos latentes y el que puedan analizarse y solucionarse constituye el arranque a la sanación de la dificultad heterosexual.
La relación entre HLN y los traumatismos psíquicos y físicos que produce la neurosis en la psicoterapia se suele deducir por medio de la interpretación de sueños, fantasías y actitudes. En este sentido resulta fascinante como un sentimiento de HLN puede albergar extrañas transformaciones simbólicas. Por ejemplo la representación bastante común en un sueño o fantasía de una madre (el conflicto con ella) por un hombre, que nos sugiere que esa madre histórica manifiesta un potente componente masculino en su personalidad; por ello la representación simbólica elabora un hombre donde debería aparecer una mujer-madre.
La problemática con la madre, además de las dichas anteriormente en la 2ª parte como el contacto esquizoide y la fijación oral relacionadas con tendencias y fantasías o sueños de contenido homosexual, se debe a la propia tendencia neurótica de tipo masculino-dominante-controladora que manifiesta aquella madre que excita al niño-a analmente introduciéndole la boquilla de la lavativa en su recto; no como un simple episodio, sino como una preocupación de tipo compulsivo de control de las deposiciones de su hijo-a. Igualmente lo vemos en el contacto con el ano infantil por excesivo interés o interés obsesivo por  la limpieza; en la exagerada tendencia de hidratar y asimismo lubricar (culito-ano) y en la práctica de localización y eliminación obsesiva de lombrices intestinales infantiles. Todos estos ejemplos que, incluso se pueden reunir, constituyen modos de cómo se desarrolla una fijación erótica anal. El efecto que genera es que los sentimientos eróticos infantiles confluyan en  el ano y dificulten su natural gratificación genital. Se entiende pues que el deseo-fantasía de una penetración anal para descargar estos sentimientos eróticos fijados sea asimismo contrarrestado por una ira y hostilidad por la violación que se proyecta sobre el homosexual. Esta dinámica, del todo inconsciente, puede conducir a explosiones brutales e incluso al homicidio en algunos casos muy patológicos.
Más arriba he indicado que una actitud o postura corporal exagerada puede ser una defensa frente los sentimientos homosexuales latentes. Tal es el caso de una ostentación de masculinidad exagerada. Tal exageración  queda fijada en el cuerpo mediante rigideces posturales y tensiones musculares. Algunas tensiones de este tipo pueden alterar la movilidad produciendo el efecto contrario, el amaneramiento de gestos que parecen afeminados; estas tensiones son más sutiles y pueden pasar desapercibidas en contraste con las primeras. Como ejemplo ese signo afeminado fácilmente reconocible en un hombre es ese tono de voz suave y arrullador que es producto de la rigidez de la musculatura torácica y abdominal, así como por tensiones en la nuca y la laringe que limitan el flujo de aire y reducen la resonancia vocal. De manera similar, la presencia de signos de masculinidad en una mujer nos sugiere sentimientos homosexuales latentes. El más común entre tales signos es un excesivo desarrollo de la musculatura. Estos músculos sobre desarrollados están tensos y contraídos. Tal sobre desarrollo no sólo sirve para darle a la chica en cuestión la apariencia e ilusión de ser fuerte, sino también para controlar y disminuir los sentimientos sexuales. Otros signos de masculinidad en la mujer son los hombros anchos, caderas estrechas, líneas corporales rectas, abundante vello corporal, etc. Pero también una exagerada feminidad, especialmente la exageración de los aspectos sexuales de la personalidad, sugiere homosexualidad latente. Analíticamente se puede demostrar que la exageración sexual está diseñada tanto para seducir mujeres como hombres. Existe un principio psicológico que indica que cualquier exageración de actitudes se desarrolla como compensación de la condición contraria.

Visto todo lo expuesto nos asalta una oportuna pregunta: ¿Existe alguien libre de tendencias homosexuales? La respuesta es que en nuestra cultura con un componente fuerte de neurosis son muy pocas las personas que se encuentran totalmente libres.
Los mismos factores etiológicos que producen la neurosis también son responsables de la homosexualidad de origen neurótico. La sublimación de los deseos homosexuales en una amistad resulta en una amistad neurótica que se corrompe por las actitudes homosexuales reprimidas (sublimadas en intento).

Con todo ello también se plantea otra pregunta importante: ¿Significa esto que el ser humano es fundamentalmente bisexual? Con lo expuesto hasta el momento ya está contestada la pregunta; pero en la siguiente monografía ofreceré mi respuesta y opinión.

Redactado en agosto del 2015, publicado en octubre del 2015.


Ernesto Cabeza Salamó




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