En los albores del cambio mundial. Un comentario sobre Zeitgeist 3: Moving Forward.
En agosto del 2011 publiqué Zeitgeist 3 en doce pequeños vídeos doblados al español; y en el 3 de septiembre de 2011 publiqué en comentario la reflexión que me sugería. Hoy vuelvo a reproducirlo acompañando la versión plena de la película doblada. Lo que entonces opinaba sigo opinándolo de igual modo.
Mi propósito es estimular reflexiones y no promocionar adscripciones. Que cada cual genere una opinión y pueda compartirse favoreciendo el mutuo enriquecimiento.
Zeitgeist 3: Moving Forward [2011] Documental en Español
Tengo
la sensación de que estamos asistiendo a una gran guerra en la que se
está decidiendo el futuro de la libertad humana. Así de críticos son
estos tiempos.
|
¡Libertad! |
Se ha conducido a la humanidad, especialmente la del mundo
desarrollado y a través de ésta a la de los países en desarrollo a una
condición de manipulación y pérdida de valores; y, a partir de este
punto, a una canalización interesada de valores orientados
subliminalmente al servicio de unos sombríos intentos de obtención de
pleno control en una humanidad globalizada, de forma que los ciudadanos
renuncien por sugestión, por confusión, por nihilismo y por temor a su
propia libertad, entregándola a un abstracto poder salvador global.
|
Perdida de la libertad |
Puede haber mucho de planificado y programado a lo largo de estas
seis últimas décadas; y que, en vista de cómo ha ido respondiendo la
población, sus objetivos concretos se han ido estableciendo de acuerdo a
la evolución del fenómeno social y cultural. No es lo mismo lo que
podía considerarse objetivos concretos estratégicos en la década de los
50, que los de los 60 y sucesivos.
Cada vez los estudios sociológicos y psicológicos se hacen más
sofisticados acerca de las inquietudes de los ciudadanos a fin de
diseñar políticas y generar opiniones y tendencias que les distraigan o
les exciten ideológicamente con el fin de que se adscriban a canales
establecidos por los cuales puedan ser manipulables y, al tiempo,
enfrentarlos unos contra otros. Dividir al adversario y conducirlo a la
confusión es una estrategia que induce desesperación. Crear
incertidumbre, dudas y desconfianza hacia toda institución e información
que se produce es generar inseguridad crónica y soledad.
Constituir una sociedad integrada de individuos inseguros, temerosos,
desconfiados, confusos, solitarios y susceptibles es un campo de
experimentación y manipulación muy abonado.
|
sabuesos de las tendencias |
Los sabuesos de las tendencias generan cualquier tipo de consumo que
luego se explota creando grupos y subgrupos con sus diversas
adscripciones (políticas, religiosas, deportivas, culturales,
artísticas, etc.). Estas adscripciones, en muchos casos, proponen su
propia estética y ética creando subcomunidades que aglutinan por
afinidad a grupos de población por ideas, estatus socioeconómicos,
religión, deportes y edades, entre otros.
Antaño eran las necesidades y condiciones socioculturales las que
aglutinaban a las personas en grupos de afiliación y acción (sindicatos,
militancias políticas, ideas nacionales, creencias religiosas,
intereses profesionales y sociales); hoy en día a través de los medios
de comunicación de masas, empezándose con la radio, y seguidamente por
la televisión y las telecomunicaciones con la informática se ha
encontrado una vía de penetración y de influencia antaño inimaginable.
|
Influjo de la publicidad |
El malestar obtenido es asimismo explotado con fines manipulativos.
Se nos seduce con la publicidad y las modas, con la tecnología, con las
tendencias “artísticas”, ideológicas, religiosas, deportivas, etc.; en
general canalizando el malestar hacia el consumo compulsivo donde el
tener y poseer eclipsa plenamente la necesidad de ser.
La identidad, hoy, es, a más del sexo, la edad y el estatus
socioeconómico, el adscribirse a tal estética subcultural, a tal forma
de música, a tal equipo deportivo,… La identidad ya no es algo que surge
de la propia persona, sino de la imagen, de las adscripciones o
filiaciones en la que se integran a través de “ismos”.
Del panorama presente se hace evidente que lo que menos interesa a
los que obtienen beneficios de todas estas falsas identidades es que
cada persona sea “ella misma”, que manifieste su genuina identidad como
fusión de temperamento, dones, aptitudes y conciencia dando lugar a una
vibrante personalidad.
|
Identidad |
En unas masas en las que el contacto con la propia identidad, con la
propia expresión existencial, es escasa o no se da, el malestar, que
acontece como infelicidad, insatisfacción y vacuidad personal, hace que
se acreciente el deseo de tratar de llenarse o de distraerse con las
opciones de “tener” de todo tipo: cultura, dinero, empleados,
propiedades, artilugios, imagen, poder y adscripciones a creencias
ideológicas y religiosas.
Y en este punto tanto da que se trate de tener “no-teneres” y así estar
en la contra, o de atesorar “teneres” y actuar conforme al sistema.
Tanto en un caso como en el otro la situación es la misma. Lo irracional
domina.
|
Sumiso o rebelde
|
|
Movimiento hippie |
Estar a favor o a la contra, ser sumiso o rebelde, es básicamente lo
mismo; en ambos casos se es manipulable creándose los medios y
tendencias para encauzarlo y conducirlo de acuerdo a estrategias de
diseño para grupos y masas.
En los años
60 con el movimiento hippie se inició la contracultura juvenil y con
ello se procedió a un importante experimento social aunando la cultura
de la música pop y rock con las sustancia psicodélicas apoyado por
fervorosos apóstoles de tales drogas. Tras ese experimento, en las
décadas siguientes se procedió a golpear a la juventud con ideologías y
culturas diversas conforme a su origen sociocultural y étnico.
Auténticas luchas por los derechos civiles quedaron mitigadas por estos
fenómenos subculturales y las lacras de otras drogas más dañinas que han
ocasionado una problemática de orden y salud pública y de la que se han
beneficiado ciertos grupos e individuos con los grandes beneficios del
narcotráfico. En la actualidad aún estamos golpeados por todo ello.
|
"Gurús" |
En medio de todo ello surge el fenómeno de los “gurús” que viendo
que las gentes occidentales, en especial los jóvenes, están necesitados
de nuevos valores, acuden a Occidente creando círculos, adeptos y sectas
con promesas de iluminación a cambio de la devoción al líder
espiritual. Y con ello ya estamos en los confines de la “Nueva Era”, con
un consumo de ideas y prácticas de salud y espíritu que, si bien,
aportan aspectos interesantes, favorecen la adscripción a colectivos,
agrupaciones y organizaciones con fines mercantilistas de sanadores e
iluminados.
Y tratando de gurús y salvadores, podemos decir que también surgen de
las propias raíces occidentales abogando por la tecnología, la ciencia,
el futurismo, la ufología y la globalización. Lo común de todos ellos es
que un grupo reducido, creador del diseño o idea, trata de generar
movimientos con la adscripción de seguidores y militantes fervorosos,
haciéndoles creer un cambio social o global si se inscriben a tal
filiación u organización; y la génesis de tales organizaciones están
eficientemente diseñadas para incidir por idearios en ciertos grupos de
personas instruidas e inteligentes, idealistas, deseosas de cambios
sociales y culturales.
Tal parece que es la dirección que va adquiriendo el llamado
movimiento Zeitgeist, liderado por Peter Joseph que, tras su primera
película-documental, contactó con Jacque Fresco y Roxanne
Meadows asociándose con la creación del Movimiento Zeitgeist-Proyecto
Venus.
|
Peter Joseph |
|
Jacque Fresco |
|
Roxanne Meadows |
|
Ciudad circular de Proyecto Venus |
En el discurso coincidente de estos tres personajes, a través de
escritos, conferencias, vídeos y películas, muestran muchas reflexiones e
ideas admirables que sintonizan con muchas gentes progresistas y
universalistas. Sus propuestas, en cuanto a críticas, inquietudes, ideas
y juicios, encajan en el ánimo y la percepción que, de forma
fragmentaria, la gran mayoría de gentes trabajadoras y estudiantes (y
sobretodo actualmente desempleados) consideramos y compartimos en mayor o
menor grado; logrando unir en este estado de malestar social y de
indignación una información muy precisa de tipo crítico que explica el
origen de los males de nuestra civilización actual (el creer que todo
descansa en un materialismo economicista-financiero) llegando a la
conclusión lógica de que es inevitable su colapso y que como alternativa
hay un diseño (el Proyecto Venus) de una civilización planetaria, sin
economía monetaria, sino con una economía regida por los recursos y
regulada por la inteligencia artificial, marco sobre el cual el ser
humano podría sentirse libre y desarrollar todas sus posibilidades no
alienantes.
Cuando se habla de cambio social, no se trata de idear algunas
reformas, sino de transformar toda nuestra sociedad acudiendo a las
causas que producen el orden actual y transformándolas. En el
Movimiento Zeitgeist se analizan objetivamente, mediante el método
científico aplicado a lo natural y social, las causas y lo que sostiene
nuestra actual cultura occidental tratando de imponerse en todo el mundo
mediante la globalización; y para ello aborda el estudio del ser humano
como organismo moldeado por el entorno cultural y condicionado por lo
mismo en sus comportamientos, sus interpretaciones de la realidad, su
actividad productiva, de intercambio de servicios y sus relaciones
sociales y personales. Plantean las condiciones, desde su óptica,
óptimas desde la visión científica y técnica para que el humano pueda
quedar libre de las onerosas condiciones de vida que imposibilitan su
genuina libertad.
En todo este aspecto hay una coincidencia con la visión
ontoenergética. Hablamos de las gentes liberadas del condicionamiento
social y cultural del trabajo, del economicismo basado en el dinero (en
sus diversas formas) y en el consumo compulsivo y cíclico diseñado como
forma de mantenimiento del estatu-quo; para que así puedan quedar en
disposición de aplicar sus potencialidades personales y creatividad al
bien de toda la colectividad.
|
Ontología |
En
sus aseveraciones dentro del énfasis en demoler las estructuras
condicionadas culturalmente con el fin de presentar la congruencia de su
visión, parece que se distancian de la humanidad como un conjunto de
seres y no como meros entes con autoconciencia. Sin duda ellos deben
tener una concepción ontológica del ser humano a través de considerar su
propia consciencia de existir y por extensión el considerarlo en el
resto de los seres humanos. En Zeitgeist ocurre que
unos cuantos (relativamente una minoría) están en condiciones de
considerarlo dando lugar a un tipo de elitismo-liderazgo; mientras otros
más desfavorecidos, por diversas circunstancias, están plenamente
ajenos a ello; siendo el activismo en el movimiento el medio de
concienciación y por ello de liberación de las ligaduras debidas al
temor y angustia por la subsistencia; y la propuesta de un horizonte
más amplio lo que les permitirá contactar con nuevas aspiraciones y
motivaciones.
En Ontoeergética se pretende la aproximación voluntaria, hasta donde
pueda autorizarse cada cual, de contactar con sus procesos profundos
desafiando críticamente los condicionamientos estructurales que la
actual cultura nos impone.
Ellos
insisten en divulgar, en hacer llegar al máximo colectivo de gentes su
propuesta de movimiento para obtener el apoyo ideológico y así nutrir el
movimiento hacia una suficiente masa crítica que precipite
necesariamente el cambio. Reiteran que los obstáculos son los propios
condicionamientos de la cultura imperante con sus instrumentos de
coacción y de confusión. Dicen a las gentes que abran sus mentes, que
traten de vislumbrar más allá de la situación actual cómo se sentirían
en esta otra forma de vida social y cultural que hoy en día es posible
gracias a la actual ciencia y tecnología. Por ello plantea a las gentes
que se abran a lo desconocido, que estén en condiciones de renunciar a
lo que actualmente les procura la falsa sensación de seguridad (la
posesión de cierta propiedad, seguros y ahorros) por no verse viviendo
en la indigencia y en la exclusión social, dejados a su suerte cuando la
decrepitud de la ancianidad haga muy difícil pugnar y competir por
ganarse la vida. En los países con seguridad social, igualmente consiste
en un pago al estado a cambio de una pensión y seguro médico. Este es
un desafío muy importante y difícil de gestionar a través de la pura
información, reflexión y toma de conciencia.
|
Clase elitista |
Las
razones, por otra parte, que esgrimen las clases propietarias,
económicamente elitistas, es obviamente la resistencia a prescindir de
lo adquirido como posesión; argüirán tantas razones como su ingenio e
inteligencia les permita para la defensa de sus pretendidos derechos y
el desprestigio y condena de sus adversarios. Para ellos es una seña de
identidad. Se negarán a considerar que todo cuanto poseen es ficticio y
que se fundamenta en el que se lo crean y lo hagan creer a los demás; y
mucho menos que, además, les aporte significado y sentido a sus
existencias salvo la compulsión de incrementarlo mediante la
competividad y defenderlo como posesión evitando su difusión. Con el
ignorar la insustancionalidad existencial y el complacerse en una
situación inalcanzable para los demás se sienten más que colmados en su…
¡ego!, no en su personalidad ni en su self.
|
Clero |
Es muy fácil considerar que ideología, adscripción religiosa y
aspiración espiritual puedan confundirse en un amplio espectro de
altruismo religioso, considerando que, quienes lo profesan, están muy
por encima de la masa gregaria, a la que, hipócritamente y en clara
contradicción con las propias creencias que pretenden sostener,
manipulan y traten de mantener en un estadio primario de humanidad. El
doctrinario de las agrupaciones religiosas e ideológico-religiosas
propias de las religiones formales occidentales y de los círculos que
escudan su poder y elitismo en la ocultación y el secreto, por muy
sabios e iluminados que se proclamen, siguen actuando desde su orgullo,
vanidad y arrogancia en la aspiración de egoístas visiones del mundo y
la sociedad.
|
Masonería |
Los que aspiran o dicen aspirar a la beatitud y santidad por los
votos contraídos, aquellos que envueltos en herméticos grados de
perfeccionamiento detentan unas metas de gran maestría que pretenden ser
casi sobrehumanos; perciben a las masas de gentes corrientes como
ignorantes, dominados por impulsos primarios, predispuestos al pecado y a
las actividades burdas y groseras, proclives a diversas socio
adicciones, a violencias, a evasiones y fanatismos; por lo cual queda
justificado el ejercicio del poder y de control de tipo institucional.
Los que detentan el poder y el control no se dan cuenta que su
irracional apego y enganche a poseer y adquirir poder es una forma de
adicción que les aparta de su humanidad y les exige una incesante
sofisticación de medios a fin de que la excitación resultante sea lo
suficientemente satisfactoria junto a la creación de rivalidades en
competencia por desbancar al oponente y perseguir un deseo monopolista; y
que las prácticas y medios justifiquen tal fin.
|
Ladrón de guante blanco |
El estado y la política se fundamentan en esta valoración y como
ejemplo tomemos la institución policial, que no se creó para proteger a
los siervos y proletarios, a los humildes sin tierras ni posesiones
del poder de los nobles y luego de los capitalistas en su explotación,
sino para impedir que sus penurias los impulsaran a la insumisión, a la
reivindicación y a la sublevación en actos contra la propiedad de los
opulentos. Y después, con la extensión de la clase media y la necesidad
de garantizar la seguridad del consumo cíclico, se extendió en su ámbito
de acción. Su objetivo es mantener el orden y perseguir el crimen,
considerando como tal los actos de violencia a otras personas y a la
propiedad de las personas; pero amparando una legislación que acepta el
privilegio y el enriquecimiento voraz de los más poderosos por medios
sofisticados de explotación, especulación y robo de “guante blanco”.
Entiendo por religión un conjunto de creencias y prácticas rituales
que surgen dando respuesta a un drama existencial de un colectivo humano
en un determinado momento crítico de su historia; partiendo de las
creencias hasta entonces vigentes que no encajan con la realidad
cultural manifiesta, exigiendo un nuevo significado a las preguntas que
el ser humano se plantea y de las que no logra una respuesta racional
suficiente. Como muchas de las preguntas tienen u fondo metafísico, el
intento de responder y explicarlo es a través del componente simbólico y
arquetípico con la creación de un mito o ideal a conseguir o emular.
Mientras este ideal humano trascendente o mito es una aspiración, el
conjunto de prácticas espirituales es de tipo místico (aspirando al
éxtasis como experiencia fusional con el mito y la creación); pero en el
momento en que se distancia del aspecto místico-mítico se convierte en
una disposición de creencias y dogmas, transformándose en un poder
clerical institucionalizado y coercitivo, obstaculizando el avance del
pensamiento humano.
|
Pertenencia cósmica. |
Por ello todas estas prácticas institucionalizadas de espiritualidad
elitista, de religiones e iglesias institucionalizadas quedan muy
distantes de la genuina espiritualidad que, desde mi punto de vista es
mucho más un sentimiento que una idea. Es un sentimiento de pertenencia a
algo más grande (un sistema) que uno mismo, desde el ámbito de la
humanidad, del planeta, al ámbito del sistema Solar, la Galaxia y el
Universo en su misterio, en sus enigmas por descubrir y en lo ignoto con
su constante desafío en pos del conocimiento. Espiritualidad no es la
creencia en un ente o en entes que supervisan o vigilan los actos
humanos juzgándolos, sino la comprensión y sentimiento de que el
Universo en su totalidad es un sistema energético que implica vida y
consciencia; siendo consecuentemente una unidad de leyes naturales de
las cuales el ser humano tan sólo está empezando a desvelar y conocer
algunas de las asociadas a alguno de sus aspectos. Por ello la
espiritualidad, el conocimiento y la ciencia no pueden estar en
conflicto, sino apoyarse incondicionalmente. Dentro del contexto
ontoenergético, la espiritualidad es un aspecto de lo que denomino
“Afecto” que nos vincula amorosamente con un gran sistema del que somos
una ínfima parte. Siendo el “Afecto” una de las tres direcciones que
toma el impulso vital dentro del organismo humano; los otros dos son la
“Acción” y el “Conocimiento”; el actuar transformando el mundo propio y
la natural curiosidad que nos impulsa a realizarnos preguntas y tratar
de obtener respuestas.
El
Movimiento Zeitgeist parte de la conciencia planetaria, la certeza de
que la humanidad es parte del planeta y que todos los recursos del
planeta están a disposición de todas las criaturas, siendo lo
suficientemente abundantes para todos si la humanidad hace un uso
racional de los mismos a través de una economía de recursos y no un
abuso como actualmente acontece. En Ontoenergética el sentimiento (de
tipo espiritual) de que pertenecemos al planeta; es decir que hemos
surgido de su potencial de vida y hemos evolucionado desde los orígenes y
los albores de la humanidad y está llamada a ser en un futuro próximo,
si así lo posibilitamos, un trampolín a una posible evolución más allá
de ella en el sistema solar y quizás más allá del mismo.
La
humanidad, en su estado actual, no es un punto final, sino un eslabón
evolutivo; pero de nosotros depende el que dicha evolución pueda
proseguir o se malogre con nuestra extinción como especie.
Veo,
pues, que es indisoluble la espiritualidad con el ansia de saber y
conocer a manos de la ciencia, su método y su aplicación tecnológica.
Todo esto choca absolutamente con los principios asentados en las
religiones autoritarias de corte judeo-cristiano-islámico, en las que el
concepto de dios es un ente controlador y celoso, un tirano cósmico al
que hay que adorar, obedecer y temer; que ha creado el mundo (la
naturaleza) no de su propia sustancia, sino de un acto de voluntad y
luego ha sido entregada al hombre (masculino) para su explotación.
Incluso la mujer fue hecha a partir de la carne del hombre y no de la
misma forma que el hombre, siendo, además, más proclive a la tentación y
seductora, incitadora hacia el pecado. Dejando bien claro que el mundo
no es parte de la sustancia de dios, sino hecho por dios como un objeto
para la humanidad (que ésta sí, en su aspecto masculino, procede de su
espíritu a través del soplo de aliento divino que lo convirtió en alma
viviente. Esta concepción no es espiritual, sino ideológica concebida
por los creadores del autoritarismo patriarcal como estado y confesión. Y
ello es incompatible con la ciencia y el saber cómo tradicionalmente se
ha dado, especialmente desde la Edad Media. Los defensores ciegos de
este dogma, frente a cualquier cuestionamiento del mismo, han vertido
mares de sangre y generado despiadado temor, incluso en el presente.
|
Sentido existencial |
Otro
aspecto a precisar es el de la conciencia y consciencia del ser humano.
Lo primero es el ámbito subjetivo que agrupa todo el conocimiento que
una persona tiene de sí incluyendo la objetividad y su elaboración a
través de los filtros de la educación socializadora, de forma que
incluye una amplia gama de valores y creencias, muchas veces
contradictorias y enfrentadas entre sí, de aspectos morales y de usos y
costumbres. Lo segundo es un aspecto más abstracto, igualmente
subjetivo, aunque más bien ligado a lo existencial a través de lo cual lo vivido y el conocimiento adquiere sentido y es
integrado como algo muy propio y arraigado en la personalidad.
|
"Caer en la cuenta" "¡Ajá!" |
Entender y tener comprensión sobre ciertos hechos o fenómenos nos
hace concientes, pero en la consciencia experimentamos una experiencia
de claridad, de diáfano sentido personal que se expresa en la expresión
“¡ajá!” y que precisamos como “caer en la cuenta” y no sólo como
entenderlo y comprenderlo. Sadmadi, satori, iluminación y despertar son
otras acepciones de esta experiencia con poder transformador y creador.
Este es el preciso instante y fenómeno que se traduce en inspiración ya
sea científica como artística que ha llevado a tantas personas a
intentar su realización dando lugar a teorías nuevas, inventos
revolucionarios, concepciones elevadas y geniales obras de arte.
Estoy
convencido que el Movimiento Zeitgeist no pretende negar todo este
potencial en el ser humano, sino recrear un marco tecnológico-social y
cultural en el que se pueda hacer posible y extensivo a todo el
colectivo humano liberando, a su entender, a la totalidad de la
humanidad del trabajo como medio de obtención de un salario y vivir
atrapada en un círculo de productor-consumidor propio del entender del
consumo cíclico y la forma actual de entender la economía y sociedad
basada en la concepción de la escasez en vez de la abundancia.
Tras
todo esto retomo el tema ya indicado antes de que el movimiento
Zeitgeist, a través del Proyecto Venus de Jacque Fresco, lega al
planteamiento de una civilización planetaria sin economía monetaria,
sino asentada en una economía centrada en los recursos y regulada por la
inteligencia artificial, marco en el cual el ser humano puede sentirse
libre y desarrollar todas sus posibilidades no alienantes.
Desde
el punto de vista ontoenergético esta visión de una civilización regida
informáticamente en un mundo basado en la economía de recursos rechina
como portadora de algo sospechoso. Y especialmente por el hecho de que
tres líderes controlen un movimiento al que la gente simpatizante deba
adherirse, sin considerar el tema de sus finanzas, pues del tema de su
transparencia no dispongo de información, sin datos acerca de los apoyos
tácticos financieros y mediáticos que lo rodean. Hay iracundas
acusaciones que lo relacionan con círculos de la Oligarquía mundial
(Club Bilderberg, La Comisión trilateral, la mafia y la masonería) y el
control fascista mediante implantación de los microchips en las masas.
Hecho que el mismo Movimiento denuncia y pretende hacer inviable. Por lo
iracundas e irracionales que resultan estas acusaciones es por lo que
merecen muy poco crédito.
La
idea que exponen es que la maquinaria cibernética es capaz de procesar
información infinitamente superior al individuo o grupo de individuos y
tomar decisiones lógicas adecuadas mucho más objetivas que los seres
humanos, de donde se deduce que serán, no solamente mejores gestores de
los recursos planetarios, sino, además, supervisores y gobierno de la
sociedad global. Sólo se precisarán técnicos para su mantenimiento; pero
también este ingenio informático debe ser programado para posibilitar
su funcionamiento. ¿Desde qué criterio se realizará esta programación?
De ello dependerá la libertad-sumisión de la población del planeta, de lo
que se considere “buen funcionamiento humano y social” y lo que se
considere inadecuado. Una sociedad tal puede progresar técnicamente
exponencialmente, pero su “humanidad” queda constreñida a la rigidez
mecánica del programa y su inexorable aplicación lógica. La maquinaria
cibernética, por su propia naturaleza entiende de información y
eficacia, pero no puede abarcar la complejidad, la evolución y la
plasticidad de la propia vida humana. Una vez más todo dependerá de la
actualización del programa operativo en manos de los técnicos y de la
ideología con la que enfrenten tal actividad. ¿Quién seleccionará estos
técnicos con tal enorme responsabilidad? Alguien o una entidad
ideológica debe quedar como supervisora en un mundo en el que la mayoría
se ocupe de sus aficiones, motivaciones e intereses. La ambición, el
ego, no es algo únicamente economista. La persona humana no es
únicamente un programa genético, ni simplemente condicionamiento
favorable o desfavorable del medio familiar y social. El propio decidir
personal, la propia interpretación basada en la propia personalidad
queda más allá de lo previsible; y la lógica de una maquinaria
cibernética, por muy perfeccionada que sea, no puede con ello. ¿Qué nos
garantiza que el grupo que vele por el programa de la formidable máquina
que dirija y gobierne el mundo seguirá una programación lo más humana
posible? Las necesidades básicas pueden quedar garantizadas y también
otras motivaciones lógicas de índole más elevado. La superación de la
escasez y del economicismo monetario son importantes, la desaparición de
los conflictos tales como las guerras y de reparto de la abundancia
planetaria puede ser hermoso y un enorme logro, pero aquí se acaba. A
partir de aquí las motivaciones de las gentes pueden ser tan diversas e
imprevisibles que las máquinas cibernéticas no puedan procesar. ¿Estas
desviaciones serán reprogramadas por las máquinas actuando sobre la
población? ¿O los individuos tendrán que reprogramar la máquina para que
lo integre como variables de programa? Los técnicos
supervisores-programadores constituirán una élite corporativa. ¿Qué o
quienes les elegirá para tal función? ¿Con qué criterios? Si son las
propias máquinas ¿en qué sentido lo harán? Resulta lógico que en el
sentido de continuidad del programa y rechazarán perfiles no adecuados a
la estabilidad y pervivencia del programa establecido. La primera
opción es la más probable de ambas. En este caso, aún si fuera
establecido un gabinete de sabios para elegir a los técnicos, igualmente
se constituiría una élite y los que programasen y reprogramasen serían
los auténticos dueños del mundo. Algo tal inaceptable como terrorífico.
Lo
que se trataba de evitar, el gobierno global mundial en manos de
corporaciones político-financieras, acabará produciéndose en manos de
planificadores-programadores por el mismo motivo: ¡El poder!
Una
iniciativa de movimiento con estas expectativas, por muy bellamente
expuesto y lógico que sea, no puede considerarse de otro modo que como
una brillante propuesta. Es necesario que se relacione con otras afines o próximas de diversas procedencias
y con apoyo decidido de muchos ciudadanos del mundo descontentos con la
situación actual y deseosos de transformación. Estas iniciativas
revolucionarias deben dialogar entre sí y encontrar aspectos de
coincidencia y acción común. El movimiento Zeitgeist no debe conquistar,
convencer, sugestionar o cautivar a las masas de población, sino que
ésta, la población concienciada y despierta, sabiendo lo que quiere,
reúna a las mejores mentes y les digan qué es lo que quieren para ahora y
las futuras generaciones.
|
Apoyo mutuo |
Cuando
la conciencia social de los ciudadanos del mundo decidan en base al
apoyo mutuo y al espíritu de servicio constituir una única entidad de
recursos planetario, serán sobradamente capaces de generar toda esta
maravilla y aún mucho mejor; y no la ingeniosa y brillante visión de
estas personas como codirectores de una propuesta de civilización global
planetaria en la que sus visiones e interpretaciones humanas mediaticen
y dirijan a sus entusiastas y activistas con su proselitismo, por muy
lógico y científico que pretenda ser.
Mi
intención ha sido ofrecer toda esta información y generar debate.
Pienso que la propuesta del movimiento Zeitgeist con información muy
coherente y lógica es de gran valor. Es una propuesta ejemplar,
brillantemente formulada por la asociación de tres personas atrevidas y
valientes. Que de sus argumentos y discursos se produzca un debate
creativo y pueda ver las gentes, indignadas e inconformistas con el
actual sistema que rige el mundo, que hay posibilidades creativas
operativas.
|
Espíritu de servicio |
Que sea la toma de conciencia y consciencia de los ciudadanos, en
razón al apoyo mutuo y espíritu de servicio, lo que transforme el mundo y
el planeta en una democracia real, directa, sin mediadores visionarios,
ni gurús de ningún tipo.
Toda
persona conciente sabe que ya no se dispone de mucho tiempo para
afrontar un cambio de valores, pero estos valores tienen que ser lo
mínimo común de toda la población humana acordados por consenso tras
serios y humanos debates internacionales vía congresos y convenciones
con total transparencia informativa.
|
Se puede desafiar al sistema |
Se puede desafiar al sistema, pero siempre desde la concepción de la
No-violencia. La hermandad y pacifismo crea más lazos y con firmeza que
las asociaciones puntuales por ira y cólera irracional.
Si
el mundo se funde en una única familia planetaria, que cada miembro de
la misma ame a su hermano/a y a la propia familia planetaria; no porque
sea práctico y utilitario, sino porque nazca de lo genuinamente humano.
La
tecnología ha dado forma social y cultural al mundo en que vivimos;
pero nada de esto hubiera podido ser si no se hubiera dado el poder
cohesionador del apoyo mutuo, aunque en su inicio fuera instintivo más
que social. Nuestra especie no hubiera llegado a realizarse sin el apoyo
mutuo y el compromiso de sus integrantes comunidad a comunidad, aunque
guerrearan entre sí en los albores de nuestra infancia. Primero el apoyo
mutuo, luego, en su aplicación práctica, deviene en tecnología. Así,
pues, lo genuinamente importante es favorecer y no interferir con él,
porque de la solidaridad, de la compasión, del espíritu de servicio de
unos para con otros, todo es realizable; y lo que brote será
genuinamente lo que generará una humanidad que descubra y muestre
incesantemente su potencial inherente.
Estamos asistiendo al alumbramiento de una nueva humanidad.
Ernesto Cabeza Salamó