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domingo, 26 de junio de 2011

Celebración de la Rueda Anual de la Vida. Visión Ontoenergética. Ontoenergética del Verano.

Celebración de la Rueda Anual de la Vida. Visión Ontoenergética.
Ontoenergética del Verano.

Verano: Desde Rueda de Medicina: Elemento NATURALEZA, color AMARILLO, arquetipo SANADOR.  

Desde Corrientes Vibratorias: Elemento FUEGO, color ROJO.


        Me centro especialmente en el verano septemtrional, del 21 de junio al 20 de setiembre. En el hemisferio sur del 21 de diciembre  al 20 de febrero.


Sagrada Rueda Anual Celta
         El ambiente exterior manifiesta mucha energía calorífica y mucha luz (solsticio estival). Para el organismo es una situación predominantemente expansiva. El exterior es expansivo y el interior también, con lo que se corre el riesgo de la difusión que acontece con esa sensación de no poder hacer nada en las horas de mayor vigor, cuando la temperatura exterior se aproxima, iguala o supera a la interior. En tales casos la vitalidad interior semeja inoperante. Si el cuerpo se comprimiera llevando el calor a su centro, los órganos y vísceras se sobrecalentarían deteriorándole, por ello el cuerpo adaptativamente debe refrigerarse, en los humanos mediante la transpiración (el sudor). Al evaporar el sudor se pierde calor interior. De aquí que el flujo vibracional se le designe como elemento fuego.

El corazón y el Amor

         El predominio es parasimpático, la expansión, produciendo bienestar y  tranquilidad. Esto en todos nuestros órganos. Uno de los órganos asociados es el corazón y con él la distribución de la sangre en el sistema vascular; el otro el intestino delgado con el aspecto de absorción de los nutrientes que en esta estación son numerosos y refrescantes. El corazón está ligado con la afectividad y el amor; el reconocimiento y los sentimientos cálidos y cordiales que acercan unos a otros facilitando el contacto. Es una época extrovertida de vivir al aire libre y relacionarse abundantemente. Es también época de nutrición y cuidados, propicia para sanarse aprovechando la culminación de la vitalidad interna. La naturaleza está en la cúspide de su ciclo vegetativo tanto en el mundo vegetal como animal. La vida fluye sin  obstáculos, con placidez.

Bosque caducifoñlio en verano
Jaras, flores del verano mediterráneo.

      Dentro del calendario celta se celebran dos ftividades en esta fase estacional: Litha o Solsticio de verano (21 de junio) y Lamnas o Lugnasadh (01 de Agosto); todo ello dentro de la acción de gracias por la abundancia propiciada por la pareja divina (Sol y Tierra).

       La emoción asociada es “LA ALEGRÍA DE VIVIR”, el “AMOR”.

Alegría de vivir.
          La alegría representa la celebración de la exuberancia de la vida, su expansión y florecimiento. Es la puesta en escena de la energía del corazón en el dar reconocimiento, aceptación y afecto a lo que nos rodea armonizándose con todo ello, por ello también la definimos como Amor. Implica un equilibrio entre ofrecer mucha calidez y ternura y abrirnos a recibir lo de los demás, como  el sístole y diástole del corazón. Consiste en la sensación placentera de asimilar las experiencias nutricias y enriquecedoras tal como lo hace con los nutrientes el intestino delgado y como se distribuye por todo el ser así como los nutrientes nutriendo nuestro organismo mediante la circulación.
         La alegría, el amor se manifiesta a través de la sonrisa franca con su bien conocido efecto sanador. Entonces se ríe desde el corazón, la alegría brota del corazón abierto, mostrando su grandeza.
         El desequilibrio energético en las energías del corazón se manifestará a más del resentimiento y odio, que es el bloqueo; y cuando se sobrecarga se manifestará en forma de euforia o estados maniacos con ciertas manifestaciones de histeria, con risas y palabras demasiado efusivas y a destiempo. Mientras que una falta de energía produce tristeza, ansiedad y dificultad para comunicarse desde el corazón.
         La alegría como expresión del Amor genera la Compasión (no el compadecerse de los demás ni de la autocompasión, que es fruto de la importancia personal egotista), sino el sintonizar con el sentir de los demás, ponerse en su lugar y obtener comprensión del fenómeno.

Naturaleza/ Fuego del Sur: Órganos asociados: Corazón, Pericardio, Intestino delgado y Triple cavidad troncal.

        La energía ascendente del fuego (Primavera) culmina con la expansión de la vida en la naturaleza. Su crecimiento físico y energético hacia el cielo la lleva a la Conciencia, mente, hacia el yo. El crecimiento lleva a la plenitud que representa la armonía y cumplimiento del plan cósmico. Aquí surge la celebración de la vida con la alegría y el amor, las emociones ligadas al corazón.
         Se asocia al verano cuando los procesos vitales de la naturaleza alcanzan un elevado punto de actividad, y la energía expansiva del sol está en su máximo nivel.

En el sistema energético “Naturaleza/Fuego del Sur” el corazón como órgano actúa como una bomba que hace circular la sangre por el cuerpo; pero además, en el corazón, el vigor vibracional de los alimentos absorbidos por la sangre en la digestión se transformará en genuino vigor vibracional propio de la función circulatoria (deja de ser una vibración ajena a nuestro organismo, pasando a ser parte propia del vibrar de nuestro organismo en la sangre). El corazón asegura la vitalidad de la sangre mediante su circulación adecuada, y la sangre a su vez nutre al corazón y le ayuda a anclar la mente, la consciencia. Juntos ayudan a determinar la fuerza constitucional de un individuo.
         Cuando el vigor vibracional del corazón o de la sangre del mismo es débil, la circulación puede ser lenta y las extremidades pueden estar frías. La persona se sentirá cansada y sin entusiasmo.


         Una función central energética del sistema “Corazón” (el órgano  y sus inervaciones nerviosas vegetativas) es que alberga mucha energía de la consciencia, el  fundamento de  la mente. Hay cinco aspectos principales de la mente que son:
-          Consciencia básica (darse cuenta)
-          Actividad mental, incluida la emocional (asociaciones, inteligencia, imaginación, creatividad)
-          Pensamiento.
-          Memoria y...
-          Sueño.

         Cuando el corazón goza de buena salud y está adecuadamente nutrido por la sangre, la conciencia es clara y el pensamiento es saludable. Habrá una vida emocional equilibrada, una fuerte memoria y un sueño reparador.
         Tanto la sangre como la energía terrestre “B-“(fuerza vital con una polaridad (-) propia del contacto con la tierra) , contractiva, ayudan a anclar la mente y así mantenerla calmada y tranquila, puesto que nutren el corazón.
         Cuando el corazón está mal nutrido por la sangre y la energía procedente de la Tierra, la mente se “desarraiga” y se vuelve hiperactiva. Las sensaciones en general se intensifican, y la “Alegría” excesiva se manifiesta en forma de nerviosismo y excitación. La persona  se sentirá “con los nervios de punta”, y será más vulnerable al temor y a sobresaltos, puesto que el centro de su consciencia será menos estable. Una mente seriamente alterada puede dar lugar a un comportamiento que sería calificado de “maniaco”. Una condición más leve y común asociada con el corazón es la ansiedad; una sensación de inquietud que incluye cierto grado de preocupación dentro del corazón (no se da el centramiento). Esta inquietud puede verse complicada por una falta de alegría.

         Como parte de su función es dirigir la sangre, el corazón también controla los vasos sanguíneos. Un corazón sano significa unos vasos sanguíneos fuertes y un pulso claro y regular.

         El corazón se manifiesta en la tez mostrando que una circulación sana coincide con una tez lustrosa y sonrosada.

         La lengua y el corazón están relacionados. El aumento de presión y calor en el corazón a menudo producirá úlceras rojas y dolorosas en la lengua, así como gusto amargo. El corazón también controla el habla, y la falta de sintonía en ocasiones lleva a dificultades en el habla tales como el tartamudeo. Los problemas en el corazón pueden hacer también que una persona hable incesantemente o ría sin razón alguna.   
         Debido a la estrecha relación entre la sangre y los fluidos corporales, el corazón controla el sudor. Cuando el vigor vibracional del corazón es débil, puede haber sudoraciones espontáneas; una falta de función contractiva “B-“  del corazón a menudo produce sudoraciones nocturnas.

         El Pericardio (Protector del corazón) forma el recubrimiento exterior del corazón, lo protege contra las invasiones patológicas externas, principalmente del calor. Ayuda al corazón a funciones de gobierno de la sangre y para albergar la mente.
         Psicológicamente, la condición del corazón es indicativa de la relación existente con el propio yo, mientras que la del pericardio refleja el modo de relacionarse con los demás. Y puede tener que ver con angustias en las relaciones.

         El Intestino delgado. La función del intestino delgado es la de separar la comida y sus componentes fluidos favorables de los desfavorables. Recibe el alimento y bebida que han sido “tratados” por el estómago,  y continúa el proceso de transformación separando la parte “asimilable” para su distribución por el sistema “Centro/Tierra” (del bazo) – como veremos más adelante - . La parte “no asimilable” es transportada al intestino grueso, parte del Sistema Agua/Aire del Oeste, para su excreción en forma de heces, y hacia los riñones y vejiga (Sistema Aire/Agua del Norte) para ser eliminada como orina. La función de discriminación del intestino delgado se extiende hasta la esfera mental en forma de facilidad de toma de decisiones. De esta forma tiene influencia sobre la claridad de los procesos de pensamiento de la mente.
         Las disfunciones del intestino delgado están estrechamente relacionadas con las del bazo, ya que ambos órganos tienen una importancia central para la trasformación del alimento. Una, el intestino, más a nivel físico; el otro más a nivel energético y vibracional.

         La Triple cavidad troncal. Podríamos contemplarlo en su conjunto como un órgano singular compuesto de tres cámaras o cavidades y otros órganos en su interior muy relacionados que, además de algunos ya estudiados, figura el sistema vegetativo con sus poderosos plexos. Cada cavidad tiene una especifidad propia aunque forman un conjunto funcional.

a)      La Cavidad torácica. Con una presión suave, delicada, sutil. Desde la clavícula al diafragma.
b)      La Cavidad abdominal. Ocupa el espacio entre el diafragma y la zona aproximada del ombligo. Aquí hay una mayor presión  y actúa como una instalación energético-industrial. Es el lugar de la digestión y transporte de nutrientes. Genera mucha energía biológica y calorífica.
c)      La Cavidad pélvica. Ocupa el espacio por debajo del ombligo, en ella los líquidos son separados y excretados; y por otra parte alberga los órganos de la reproducción. Su función es manifestar hacia el exterior.

         El trabajo es este “órgano” es el de asegurar el paso libre de los fluidos corporales entre las tres cavidades y ayudar a regular sus funciones características.
         Es este “órgano” quien dirige el vigor vibracional originario desde el sistema “Aire/Agua del Norte” (Centro de la acción sostenida) hasta cada uno de los órganos y conductos vibracionales del cuerpo. Por ello ayuda a calentar los órganos (suministrarles su peculiar vibración energético-vibratoria), mantiene el corazón y activa el cerebro, todo mediante la distribución del “Vigor vibracional” original generado en el centro energético del “bajo vientre”, Hara, o “Centro del Ombligo”. Al extender esta circulación de “vigor vibracional” original por la periferia del cuerpo, esta “triple cavidad troncal” contribuye además a mejorar la fuerza del vigor vibracional defensivo, ayudando de este modo a proteger el cuerpo.

         Un aspecto secundario del efecto energetizador y protector es la función de soporte de las aponeurosis (fascias) que aíslan y dan forma a órganos y músculos (pleura, peritoneo, diafragma, etc.).

          El corazón alberga la energía de la consciencia que comprende todos los aspectos de la consciencia humana, uniendo cada una de las actividades emocionales, mentales y espirituales en un todo.
           La energía de la consciencia es aquello que hace que un ser determinado sea distinto de otro; es lo que hace de un individuo un individuo y algo más que simplemente una persona.  Una mente vacía nos permitirá actuar desde el corazón. Al estar de acuerdo con el corazón, podremos centrar y armonizar la energía de la consciencia.
           El Río interior de fuego trino (denominado kundalini en la tradición tantrica), surgiendo por el centro raíz,  captado por el Centro del Ombligo de la Madre Tierra construye el corazón, el intestino delgado y demás órganos mencionados. Acoge la esencia de “todo cuanto somos” o “alma”, el self, muestra consciencia esencial que decidiendo encarnarse, aprender y alcanzar un conocimiento determinado y vertirlo al origen de su naturaleza o esencia (alma). El self es el aspecto individualizado de la mente (para los indioamenricanos el espíritu). El corazón alimenta asimismo al intestino delgado, el proceso de digestión y crecimiento corporal, que están relacionados internamente con el elemento fuego y externamente con la manifestación de la Naturaleza viva. La nota DO alimenta el corazón y todo este conjunto de órganos, y envía ondas de calor que hacer germinar la semilla de buenas relaciones.

         El sonido del corazón es Ha, Ja..., sonido a la vez de la risa y el suspiro.



         El sabor asociado es el amargo. El sabor de las verduras amargas (endibia, achicoria, alcachofas, pepinos, diente de león,... , de la corteza de los limones, de las verduras de hoja verde en general y de los alimentos tostados en exceso). Es tonificante. Neutraliza las ansias del dulce, del agua y del picante. Lo amargo estimula el paladar, pero no lo satisface, pone en marcha digestiones lentas. Tonifica los tejidos, ayuda a eliminar las toxinas, y es refrescante en casos de fiebre, inflamaciones, acaloramientos o escozores.
         El exceso puede llevar a la inapetencia y pérdida de peso, dolores de cabeza, inestabilidad, piel seca y sensación de debilidad. El exceso de amargor se asocia a sentimientos amargos con una insatisfacción y frustración.


         En verano el organismo pide alimentos expansivos, refrescantes; de poca densidad y bastante componente de agua, por ello los vegetales verdes, frutas y semillas (cereales, legumbres), ensaladas, verdura de hoja verde y frutas son los abundantes y convenientes evitando los muy cocinados y calientes y no abusar de los contractivos (bulbos, huevos, carnes, embutidos y quesos).


         Dijimos que la alegría como armonía y amor es la emoción asociada, por ello los alimentos que alteran la circulación de la sangre influyen en esta emoción. Carnes rojas, huevos, lácteos, grasas y sal bloquean el sistema cardiovascular; el corazón trabaja en exceso y nos puede llevar a la arrogancia. El exceso de alimentos expansivos como frutos, drogas, alcohol, excitantes y vitaminas de síntesis debilitan estos órganos y nos pueden llevar a una sobreexcitación que alternaría con estados de tristeza, generando estados de sobreexcitación o euforia seguidos de tristeza o depresión.


Ernesto Cabeza Salamó


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